El secretario general de la ONU no renunciará a su cargo
Kofi Annan desmintió actos de corrupción de su parte en el programa Petróleo por Alimentos en Iraq, donde se le acusa de haber favorecido a su hijo con montos millonarios.
“¡Demonios, no!”, exclamó el secretario general, cuando un periodista le preguntó si la divulgación de escándalos en la ONU no le había llevado a considerar el abandono de su cargo.
Tengo mucho trabajo que hacer por delante, y no voy a dimitir», dijo Annan en referencia al último informe sobre el presunto fraude en el programa humanitario de la ONU en Iraq, en el que se asegura que Annan no actuó en beneficio de Cotecna, la empresa donde trabaja su hijo Kojo.
En este informe, los investigadores aseguran no haber hallado evidencias de que Annan trató de beneficiar a la empresa suiza donde trabajaba Kojo Annan, Cotecna, que logró un contrato millonario para supervisar la entrada de mercancías en Iraq.
En relación con los numerosos escándalos que han azotado la ONU, entre ellos el caso de explotación sexual en las misiones de Paz o las acusaciones de acoso sexual entre alto funcionarios, Annan aseguró que estos problemas están siendo investigados o han sido ya resueltos.
Sí mostró su decepción por las afirmaciones que se hacen en el informe de que su hijo Kojo no ha colaborado suficientemente con las investigaciones, y que durante años le ocultó el verdadero alcance de su relación laboral con Cotecna.
«Amo a mi hijo, y siempre he esperado de él los mayores niveles de integridad. Estoy muy triste tras conocer que se ha comportado de manera contraria, y especialmente por el hecho de que no haya cooperado completamente en la investigación», dijo.
Annan aseguró que había instado a su hijo para que cooperara y que reconsiderara su posición, sin que por el momento le haya contestado.
El secretario general asumió la queja, incluida en el informe, de que no encargó una investigación apropiada cuando supo que la empresa de su hijo disfrutaba de un contrato millonario con la ONU.
Una vez presentado el informe, Annan mostró su disposición en seguir adelante con sus planes para acometer la ambiciosa reforma de la organización.
«Las reformas que propongo, particularmente las de mejorar la gestión en el secretariado, tienen como objetivo, entre otras cosas, corregir los fallos que la comisión ha sacado a la luz», indicó.
«Los estados miembros de la ONU tienen el derecho de esperar que a partir de ahora, en el secretariado, seamos más transparentes en la manera como llevamos a cabo nuestros mandatos y nuestros deseos, y que los gestores rindan cuentas por su actuación», añadió.
