Elecciones: El chavismo pierde entre los pobres
Decir Petare en Venezuela es como mentar el Bronx en Estados Unidos o las favelas de Ciudad de Dios en Río de Janeiro. No hay barrio más violento ni más poblado. El metro llega hasta el inicio de Petare pero después uno va subiendo por la calle principal y no deja de ver cerros y chabolas, montadas unas encima de otras. La pobreza es palpable y nadie escapa de los atentados. Matan a los chavales que se ganan la vida haciendo de taxistas con sus motos para robarles la moto. La policía no se hace respetar más que algunos delincuentes. La masa electoral de Petare se inclinó siempre por Hugo Chávez o por el candidato que él asignara. Hasta que un tal Carlos Ocariz, candidato por el partido Primero Justicia a la alcaldía del municipio caraqueño de Sucre, de piel blanca en un barrio de negros y mulatos, ganase las municipales del domingo.
Hace justo un año Ocariz subía con su equipo de campaña tres veces por semana a repartir octavillas y a hablar con los líderes vecinales. Por teléfono cuadraba el lugar de encuentro: «Nos vemos en la esquina donde mataron el otro día a uno», decía. Recorría las casas saludando a la gente en cada puerta y detrás de él, unos 20 chavales cantando y repartiendo octavillas. «Ésta es la única forma que tengo de vencer a la maquinaria chavista», decía entonces Ocariz. «Si no quiero que me aplaste cuando llegue el 23 de noviembre, tengo que trabajar bien duro desde ya».
Ayer, con la tranquilidad que confiere haber ganado por más de ocho puntos de ventaja, este ingeniero civil de 37 años declaraba: «Aquí he peleado contra el Estado, no contra un candidato chavista a la alcaldía. Chávez ha visitado Petare 10 veces en las últimas cuatro semanas; ha venido más veces que en los últimos cuatro años. Y venía con sus ministros. Pero el trabajo que he venido haciendo día a día desde hace años ha podido más que los miles de lavadoras, microondas y colchones que ha regalado Chávez, y todas las retransmisiones en directo que ha hecho desde Petare por televisión».
Petare pertenece al municipio de Sucre, que a su vez forma parte de la Alcaldía Mayor o Gran Caracas. Y Gran Caracas a su vez, está integrada en el Estado de Miranda. Si la oposición ha dado la sorpresa de vencer en Gran Caracas y Miranda, ha sido gracias a los votos arrastrados desde Petare, donde vive el 80% de los 1,5 millones de habitantes que tiene el municipio de Sucre. Así lo ha reconocido el propio candidato chavista a la alcaldía de Gran Caracas, Aristóbulo Istúriz.
«Con esta victoria», señala Ocariz, «le hemos quitado el discurso a la gente que como Chávez se autodenominan defensores de los pobres. Durante todos estos años ellos sólo han estado ofreciendo ideología y yo ofrecía soluciones a los problemas de la gente. En Sucre hay sólo 11 patrullas de policía para 1,5 millones de personas; un 30% de las escuelas municipales no tiene baño; hay un 27% de abandono escolar y el año pasado mataron a 686 personas. En Venezuela hay mucho petróleo, pero el dinero no ha llegado al pueblo».
Entre los dirigentes de la oposición, la carrera hacia las presidenciales de 2013 está abierta. Y Ocariz está situado en uno de los mejores puestos. Aunque de momento, sólo desea hablar de Petare.
