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En cámara ardiente en el Capitolio Nacional se rinde último adiós a Alfonso López Michelsen

La muerte del ex presidente, que falleció ayer en la madrugada víctima de un ataque cardíaco, implica la desaparición de uno de los políticos más importantes del último siglo.

Era un abogado constitucionalista, experto en política petrolera, agricultura, medio ambiente, derecho internacional humanitario y hasta vallenatos. Fue un intelectual del liberalismo y un político que casó muchas controversias.

López Michelsen, hijo del ex presidente Alfonso López Pumarejo, fue el político colombiano que en la segunda mitad del siglo XX y en los comienzos de este, estuvo orientado, debatiendo y creando conceptos sobre política, liberalismo, economía, derecho internacional, hidrocarburos, agricultura y hasta medio ambiente.

Educado en Bélgica, Francia, Inglaterra, Colombia y Chile, el ex presidente fue hombre que se graduó de abogado, se convirtió en un experto constitucionalista, cultivó su intelecto con los clásicos de la literatura que leyó en francés y formó un espíritu ecléctico que irradió a lo largo de sus 94 años de vida con su inagotable lucidez.

López, quien nació un 30 de junio de 1913 en Bogotá, fue inicialmente un líder tímido y disciplinado que tuvo una marcada influencia del ex presidente López Pumarejo y de su abuelo Camilo Michelsen. El comienzo de su carrera en la vida pública tuvo lugar en los años 30 cuando acompañó a su padre a buscar una negociación para terminar la guerra con el Perú.

Durante el segundo mandato de su padre, 1942-45, debió soportar los escándalos que ventiló la oposición para debilitar al liberalismo: la muerte de ‘Mamatoco’, la trilladora del Tolima, la Hacienda Los Monjes y, por supuesto, el episodio de La Handel.

Este último, que consistió en una cuestionada operación bursátil en la que López Michelsen actuó como representante legal de un grupo de accionistas, retrasó su ingreso individual a la política colombiana durante más de una década.

En ese entonces, se dedicó a la vida académica, enseñando
derecho constitucional en la Universidad del Rosario y produjo su novela Los elegidos, aunque su texto más reconocido fue La estirpe calvinista de nuestras instituciones.

El despertar de un disidente

El verdadero despegue de López Michelsen como político liberal y al mismo tiempo como disidente fue durante los comienzos del Frente Nacional, cuando decidió no acogerse al pacto político entre liberales y conservadores para cesar la violencia partidista.

López Michelsen creó el MRL (Movimiento Revolucionario Liberal) en compañía de Luis Villar Borda, Álvaro Uribe Rueda, José Ignacio Vives y otros líderes políticos para oponerse a este tipo de acuerdos, en los que los liberales y conservadores se repartieron los cargos del Estado.

Su disidencia, que obtuvo entre otros méritos lograr 600 mil votos en las elecciones de 1962 para demostrar el descontento de varios colombianos con este pacto, terminó en 1968 cuando ingresó al gobierno de Carlos Lleras Restrepo como Canciller, e influyó notoriamente en la reforma constitucional de ese año. Antes de ocupar este cargo, fue nombrado como el primer gobernador del Cesar.

Un mandato revolucionario

Pese a dejar la disidencia liberal, López mantuvo su férrea oposición contra el Frente Nacional. En 1973 ganó la nominación de su partido para ser el candidato a la Presidencia con el argumento de que los acuerdos con los conservadores debían llegar a su fin.

Un año después fue elegido con el 56 por ciento de la votación a su favor (2’929.719) e inició uno de los gobiernos más progresistas en la historia de Colombia: le dio igualdad jurídica a las mujeres en los matrimonios, instituyó la ciudadanía a los 18 años, estableció las relaciones con Cuba, mejoró la política petrolera y, como añadidura, le tocó la bonanza cafetera.

En Estados Unidos fue visto como un nuevo Salvador Allende por su interés de establecer relaciones con Cuba, pero él logró ganarse la confianza de Washington al ser promotor del acuerdo Carter -Torrijos, mediante el cual se entregó a Panamá la administración del canal interoceánico.

López, ‘El pollo’, el nombre que utilizó en las contiendas electorales, tuvo que lidiar en su administración con el paro cívico de 1977 y con los constantes cuestionamientos que le hizo el columnista Lucas Caballero Calderón, ‘Klim’.

En 1982 trató de ser reelegido, pero la división liberal (también se lanzó el disidente Luis Carlos Galán) le dió el triunfo al conservador Belisario Betancur.

López no se retiró de la política. Se mantuvo vigente con nuevas y sorprendentes tesis que publicaba en su columna dominical en este diario.

Fue un fuerte contradictor que casó peleas con todos los políticos que alternaron con él: Alberto Lleras, Carlos Lleras Restrepo, Julio César Turbay, Misael Pastrana Borrero, Belisario Betancur…

En 1984, viajó a Panamá, autorizado por el Gobierno Betancur, a escuchar una propuesta que tenía un grupo de narcotraficantes para someterse al Estado. La reunión salió a la luz pública y el país vivió una intensa polémica por este episodio.

Después de la Asamblea Constituyente de 1991, se ideó la ‘Operación avispa’, que le permitió a su partido mantenerse como la fuerza mayoritaria en el Congreso de la República, después de la promulgación de la Constitución Política de 1991.

A partir de 1998 se convirtió en el abanderado del Intercambio Humanitario. Exploró varias salidas a la luz del derecho internacional humanitario. Fue, en esencia, su última cruzada, pues dijo que lucharía por el regreso de los secuestrados por las Farc hasta el fin de sus días.

López, a quien su biógrafo Stephen Randall considera «la conciencia del Partido Liberal», tuvo su último lucha política el año pasado cuando obligó a su partido a volver a las plazas públicas para reconquistar el poder.

Ayer, en la madrugada, esa vida combativa, de confrontación de tesis, polémicas y búsqueda de salidas para un país que siempre quiso ver como el ‘Japón de América Latina’, terminó a sus 94 años de edad.

Algunas cifras del Gobierno de Alfonso López

6,3% fue el nivel con el que entregó la devaluación en el país en 1978. Había recibido con 10,2 por ciento

21.000 millones de pesos fue el monto del crédito agropecuario entregado durante su gobierno.

4.804 kilos de estupefacientes fueron incautados durante las acciones contra la droga en la era López.

17,8% el porcentaje en el que estaba la inflación al término del mandato de López.

8,5% el porcentaje de crecimiento del país en 1978, cuando López terminó su mandato. Lo había recibido con el 5,7.

Contradictores del ex presidente

Alberto Lleras C

Aunque Lleras participó en el Gobierno de López Pumarejo, su hijo lo cuestionó por acordar el Frente Nacional con los conservadores.

Carlos Lleras R

Se enfrentó con él en la Convención Liberal de 1973. Lleras quería mantener los acuerdos con los conservadores. López insistía en distanciarse de ellos.

Julio C. Turbay

Hicieron campaña en 1974, pero López siempre le criticó su estilo. Al final de sus vidas se enfrentaron por la reelección de Álvaro Uribe, que respaldó Turbay.

Misael Pastrana

López siempre cuestionó los resultados de su Gobierno, sobre todo la política del Upac y la inflación del 27 por ciento que le entregó cuando el líder liberal comenzó su Gobierno.

Lucas Caballero C

Ex columnista de EL TIEMPO que cuestionó las decisiones del gobierno López. El ex presidente llegó al punto de pedir que moderara sus columnas.

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