Exigen la renuncia de Ehud Olmert
Un grupo de oficiales y reservistas israelíes acamparon ayer frente al Parlamento de ese país para pedir la renuncia del Primer Ministro Ehud Olmert, de su Ministro de Defensa, Amir Peretz, y del Jefe del Estado Mayor, Dan Halutz, por haberlos llevado al “fracaso” en la reciente ofensiva en el Líbano.
Los manifestantes enviaron una carta abierta a Peretz y a Halutz, que fue publicada por la prensa local, en la que les piden que en la próxima guerra la cúpula castrense de Israel aprenda a dar órdenes, y “no a cambiarlas imprevistamente en medio de la batalla”.
“No había una guía en la batalla y nadie sabía de verdad qué estábamos haciendo”, declaró Ronny Tzvigenbaum, uno de los reservistas que organizó la protesta.
Otros sectores también cuestionaron la actuación del gobierno israelí en la ofensiva contra Líbano, en la que tuvieron que acatar una resolución de la ONU ante la resistencia de la milicia del Hezbalá libanés.
“Hemos pecado de arrogancia, yo mismo lo hice y admito mi culpa”, dijo el coronel Yossi Hayman, comandante de una división de infantería, durante la protesta.
Por otro lado, Israel volvió a violar el alto el fuego ayer, cuando sus soldados mataron a dos milicianos del Hezbalá en el sur del Líbano. El presidente estadounidense, George W. Bush, llamó a un despliegue “urgente” de la fuerza multinacional de la ONU en territorio libanés.
Olmert culpa a los gobiernos israelíes anteriores de la guerra de Líbano
El Premier israelí señaló a sus sus predecesores como los responsables de la guerra con Hezbalá por no haber respondido a tiempo al peligro que suponía la milicia chií libanesa.
«Conocíamos desde hace años que había un gran peligro, pero por alguna razón no convertimos ese conocimiento en actuaciones, tal como acabamos de hacer», declaró hoy Olmert durante su visita a las zonas afectadas por el lanzamiento de cohetes del norte del país. «Sabíamos lo que Irán estaba haciendo, lo que Siria estaba haciendo, armando a Hezbalá, pero actuamos como si no lo supiéramos», afirmó el primer ministro.
Además, resaltó que su Gobierno estaba en el poder desde sólo dos meses antes de comenzar la guerra. Este conflicto «ha sido un toque de atención que nos permite defendernos mejor para que lo que ha pasado no vuelva a suceder», concluyó.
