Fariñas rechaza pedido de España de deponer huelga de hambre en Cuba
El periodista disidente Guillermo Fariñas rechazó este viernes el pedido de un diplomático español para que deponga la huelga de hambre que realiza desde hace nueve días, según dijo telefónicamente a la AFP.
«El consejero político de la embajada de España, Carlos Pérez-Desoy, estuvo con nosotros dos horas. Me pidió que parara mi huelga para que su país pudiese negociar el mes próximo con Cuba el tema de los derechos humanos», explicó Fariñas.
Sicólogo de 48 años, Fariñas ha realizado más de 20 huelgas de hambre, y en la que lleva a cabo actualmente también se abstiene de consumir líquidos.
«Le dije que no, que iba a continuar mi huelga, que ya hay un muerto y que podría haber otros si no había un gesto humanitario de (el presidente cubano) Raúl Castro», añadió el periodista, que reclama la libertad de 26 prisioneros políticos en Cuba que están en mal estado de salud.
Fariñas, quien ha estado preso tres veces por su actividad opositora, comenzó su protesta en Santa Clara (270 km al este de La Habana) el 24 de febrero, un día después de la muerte del preso político Orlando Zapata, también huelguista y declarado «preso de conciencia» por Amnistía Internacional.
No fue posible contactar telefónicamente al consejero Pérez-Desoy, quien, según el periodista, «no habló de presos políticos» durante la conversación e hizo su petición «a nombre del gobierno español» y «no de la Unión Europea (UE)» actualmente bajo la presidencia de turno de España.
En octubre pasado, el gobierno cubano aceptó liberar un preso político enfermo, después de una solicitud del jefe de la diplomacia española, Miguel Angel Moratinos.
España, primer socio comercial de Cuba en Europa, aboga en la Unión Europea por la derogación de la Posición Común, adoptada en 1996 y que exige a Cuba avances en democracia y derechos humanos, a cambio de cooperación con los 27. La Habana sostiene que la Posición es «injerencista y unilateral».
Cuba niega la existencia de presos políticos -que la oposición cifra en unos 200- y disidentes en el país, a quienes califica de «mercenarios» de Estados Unidos.
