Fidel ausente y sin mensaje público en inédita sesión de parlamento de Cuba
(%=Image(4284879,»L»)%)La silla de Castro, con una botella de agua y un periódico en su puesto, permaneció toda la jornada vacía, junto a Raúl, a quien su hermano cedió el mando el 31 de julio, por primera vez en 48 años, tras sufrir una cirugía intestinal.
El presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Ricardo Alarcón, clausuró la sesión de unas ocho horas, sin que trascendiera un mensaje público de Fidel.
Aunque sin discurso formal, Raúl comentó en el plenario los informes, y fue «enérgico» al tratar viejos problemas que hacen ineficiente la agricultura cubana.
«Hemos estado a punto de que colapsara todo el transporte como consecuencia de todos estos años de deterioro. Eso lleva muchos recursos, tiempo, infraestructura correspondiente, y disciplina rigurosa que es indispensable», advirtió igualmente Raúl.
Al dirigirse al gobernante ausente, el ministro de Economía, José Luis Rodríguez, afirmó: «Siga usted trazando los nuevos derroteros del combate (…). Nosotros estaremos listos para cumplir sus órdenes y garantizar su obra».
«Somos miles los que cada noche deseamos de lo profundo de nuestros corazones que amanezcas bien, (…) miles los que sentimos el indescriptible deseo de calzar sus pantuflas o de ofrecerle una taza de caldo, de sustancia elaborada por nuestras propias manos», dijo la diputada Luz Arrieta.
En la clausura, Alarcón denunció el «interés histórico de Estados Unidos en destruir» a la isla y propuso cambiar la tradición de nombrar cada año por su actividad principal -generalmente a iniciativa de Fidel desde 1959-, por el número de aniversario que cumple la revolución.
La propuesta fue consultada a Fidel y «estuvo «plenamente de acuerdo», dijo un dirigente en el plenario.
En 30 años de sesiones parlamentarias la única vez que Castro había faltado, en diciembre de 2002, publicó una carta en el periódico Granma donde explicó que la «tiranía médica» le impuso un reposo por la inflamación en una pierna a raíz de una picadura de insecto
La sesión de este año generó entonces expectativas en torno a un mensaje de Castro, fuera de la escena pública desde hace cinco meses, sobre todo luego de que no asistiera al desfile militar del 2 de diciembre, que festejó sus 80 años.
En estos días, los cubanos no han recibido explicación de las ausencias de Fidel -cuya salud declaró «secreto de Estado»-, y la última vez que se refirió a su estado fue el 28 de noviembre cuando explicó, en un comunicado, que por orden médica no podía participar en un homenaje por su cumpleaños.
«Su estado de salud no le permite hacerse cargo de los trabajos del día a día del gobierno, pero sí estar al tanto de lo que se hace», dijo el disidente Elizardo Sánchez. Para los opositores Oscar Espinosa y Manuel Cuesta la ausencia ratifica una imposibilidad de retorno al poder.
Castro no es visto en público desde el 26 de julio, un día antes de ser operado, y hasta ahora sólo recibió visitantes en privado, envió mensajes y apareció en cinco videos, el último el 28 de octubre para desmentir rumores de una muerte.
Los cubanos conocieron por Granma hace una semana que habló por teléfono con el presidente venezolano Hugo Chávez, y gobernadores locales. «Todos nos vamos acostumbrando poco a poco a la ausencia», dijo una empleada de oficina en La Habana Vieja.
Hace un año Fidel emitió un maratónico discurso sobre su llamada «revolución energética»; pero esta vez el parlamento evaluó el desempeño en 2006 y aprobó el plan de gobierno de 2007 que, en el actual estado del líder, ejecutará Raúl.
Ante el pleno de 522 diputados, Rodríguez precisó que la economía tuvo en 2006 un crecimiento de 12,5%, el mayor de América Latina, pero admitió fallas en la productividad, en el transporte y otros sectores, y señaló que la crisis económica de los 90 aún no se ha superado.
«Cuba no falsea sus estadísticas, ni las manipula con fines electorales», dijo al referirse a la medición cubana que incluye gastos sociales y subsidios.
En vísperas de la sesión, Raúl dijo que no busca imitar a Fidel y delineó su estilo, discreto, abierto al debate y favorable al ascenso de nuevas generaciones.
Esta fue la primera vez que el gobierno interino apareció en pleno en toma de decisiones, pues los seis hombres que Fidel designó para rodear a su hermano son diputados.
