Francia reubica a más de 1.600 menores de Calais en centros de acogida
Francia reubicó este miércoles a los 1.616 menores del campamento de Calais en varios centros de acogida temporal, donde las autoridades francesas iniciarán los trámites para saber si los chavales tienen derecho a pedir asilo al Reino Unido.
En unos 30 autobuses fletados por el Estado, los 1.616 menores sin compañía de adultos que estaban en un centro provisional de acogida en Calais fueron trasladados a alguno de los más de 400 Centros de Acogida Provisional (CAP) repartidos por toda Francia, informó a EFE una fuente oficial.
A su llegada a los CAP, estos muchachos, que huyen de países pobres, inestables y en conflicto, como Afganistán, Sudán o Eritrea, serán examinados por las autoridades francesas, que informarán a los menores de edad sobre el procedimiento de asilo.
Según la misma fuente, la mayoría de los menores sin compañía de adultos descartará pedirlo en Francia, pues su aspiración es cruzar el canal de La Mancha y entrar legalmente en territorio británico para unirse a sus parientes.
En estos casos, el Gobierno francés emplazará al británico para que acoja a estos niños y adolescentes, que en la última semana habían estado en el centro provisional cercano al campamento de Calais mientras esperaban el traslado que ha ocurrido.
Tensiones entre París y Londres
La situación de los menores de Calais ha creado cierta tensión entre París y Londres desde que la ministra británica del Interior, Amber Rudd, alertase la semana pasada de que ningún menor podía quedarse sin cobijo en territorio francés.
El Gobierno francés respondió que había cumplido con su parte y emplazó a Londres a que asumiese sus compromisos.
El propio presiente de Francia, François Hollande, comentó este fin de semana que había puesto al corriente del tema de los menores a su homóloga británica, Theresa May.
El malestar en tierras francesas por las declaraciones de May ha sido notorio y no solo en responsables gubernamentales.
Un centenar de parlamentarios franceses -que representan un quinto de la Asamblea Nacional- llegó a mandar una carta abierta a Rudd durante el último fin de semana.
En la misiva, recordaban que los niños y adolescentes están al abrigo de dos leyes: una internacional, la de Dublín III (directiva europea que promueve el reagrupamiento familiar), y otra nacional, la aprobada por el Parlamento británico en abril de 2016 (bautizada Ley Dubs por Alf Dubs, el parlamentario que la promovió).
Según las cuentas del Ejecutivo francés, han sido apenas 274 los menores sin compañía los que han cruzado legalmente al Reino Unido.
Sin embargo, la gestión de París y Londres en el caso de los menores ha suscitado la censura de organismos internacionales como la ONU, que hoy mismo instó a ambos países remediar cuanto antes las «graves deficiencias» detectadas en la aplicación de la Convención sobre los Derechos del Niño.
Desamparo
De acuerdo con el Comité de los Derechos del Niño de la ONU, los menores han tenido que cobijarse en contenedores o dormir en el exterior cuando se inició el pasado 24 de octubre la evacuación del campamento.
Varias organizaciones no gubernamentales han alertado también a la comunidad internacional sobre el desamparo de estos niños y adolescentes, cuya desprotección les convierte en carne de cañón para redes de prostitución y de tráfico de órganos.
Human Rights Watch (HRW) denunció a finales de octubre que ni las autoridades francesas ni las británicas tenían un plan creíble para reubicarles.
Durante la penosa estancia en el gigantesco campamento de Calais, que rozó los 7.000 ocupantes en los últimos meses -según cifras oficiales-, los menores se jugaron la vida con el objetivo de pasar al Reino Unido, en ocasiones con desenlace de muerte.
Los niños realizaban peligrosas maniobras casi diariamente para intentan bloquear la circulación de la autopista anexa al campamento.
Una vez que los camiones con destino al Reino Unido se veían forzados a parar, aprovechaban para meterse en sus bajos y viajar clandestinamente con una alto riesgo de vida.
El realojo de los 1.616 menores supone una última etapa de la evacuación y destrucción del emplazamiento chabolista de Calais, que se había iniciado el pasado 24 de octubre con la reubicación de cerca de 6.000 adultos en las centenas de centros de acogida repartidos en Francia.
