Golpe contra Martín Caballero es comparable con el de Tomás Medina Negro Acacio

Siete meses duró la persecución contra el jefe guerrillero, que fraguó atentados contra Clinton y el presidente Uribe y secuestró al canciller Fernando Araújo.

A las 9 y 30 de la noche del miércoles, el presidente Álvaro Uribe y el ministro Juan Manuel Santos fueron informados del operativo conjunto del Ejército, Armada y Fuerza Aérea que finalizó con la muerte del jefe del frente 37 de las Farc, miembro del bloque Caribe de esa organización, que operaba en la región de los Montes de María, en el sur de Bolívar y Sucre.

Desde el 7 de marzo pasado empezó la operación final contra ‘Caballero’, cuyo verdadero nombre era Gustavo Rueda Díaz. En todas sus fases participaron unos 7.000 hombres de todas las fuerzas, que al final redujeron su área de operaciones a tres municipios en esta región.

Pero el puntillazo definitivo lo dio la Fuerza Conjunta de Acción
Disuasiva (Fucad), un grupo élite que entró en funcionamiento hace un año y que estaba a la espera de un golpe de tales proporciones.

La unidad, bajo el mando de un general del Ejército, concentró a los mejores hombres de 4 brigadas móviles, inicialmente en Cartagena. Cuando el Comando General dio vía libre para la operación ‘Aromo’, todos fueron trasladados a Sincelejo (Sucre).

Desde allí se hicieron las coordinaciones con los informantes que tenían datos exactos del campamento de ‘Martín Caballero’: en ‘El Aceituno’, zona general de las Aromeras sur, estaban 40 hombres del frente 37, según lo relató ayer el ministro de Defensa Juan Manuel Santos.

La zona no era fácil para la tropa. Es un enclave entre Zambrano, Carmen de Bolívar y San Juan Nepomuceno rodeado por sierras escarpadas y tupida vegetación. El más mínimo error, contó un oficial que estuvo en la zona, podía llevar al traste el trabajo de inteligencia de 232 días.

Se camuflan en la zona

El miércoles en la madrugada, helicópteros de la Aviación del Ejército llevaron a los hombres de la Fucad hasta un punto de Carmen de Bolívar, donde empezaron a moverse por tierra. A las 5:58 p.m.las tropas ya estaban a 400 metros del campamento.

A las 6:15 p.m. ingresaron los helicópteros artillados de la FAC y desde sus posiciones las tropas en tierra empezaron a disparar morteros de 120 milímetros, armas de gran poder para operaciones especiales. Los militares se movieron con tanto secreto que ni siquiera el traslado de esas armas fue detectado por los informantes de ‘Caballero.

El combate duró unos 40 minutos. A las 6:55 el grupo de avanzada de la Fucad entró al lugar y encontró los cadáveres de 20 hombres y mujeres, dos computadores (uno destruido) y una ametralladora. Una hora más tarde, tres guerrilleros que habían huido heridos fueron alcanzados por los militares. Ellos identificaron los cadáveres de ‘Martín Caballero’, su radioperador y el de ‘Mariluz’, la mujer que coordinaba su seguridad.

Ese esquema, que ‘Caballero’ protegía celosamente, incluso mandando asesinar a gente de su confianza, tuvo el punto de quiebre tras la captura de su primo ‘Arley’, el 10 de febrero de este año. Las comunicaciones que el guerrillero mantenía con su familiar dieron pie para iniciar la campaña militar, denominada ‘Alcatraz’.

Su debacle empezó con la muerte de su compañera ‘Estela’ y su hijo consentido Elkin, en diciembre pasado, que según un desmovilizado, lo había sumido en una profunda depresión. Luego vinieron tres golpes más, que fueron contundentes: el combate con su anillo de seguridad el domingo de Ramos en las Aromeras norte, donde la Armada recuperó los diarios del canciller Fernando Araújo (quien estuvo 6 años en su poder); la captura de sus hijos Omar y Ligia el 13 de mayo y la captura de su sobrina Sofia el 3 de julio.

Por último, los dos infiltrados, a los que el ministerio de Defensa les pagará la recompensa de 1.700 millones de pesos, dieron la ubicación de ‘Caballero’, quien por estos días estaba encargado del bloque Caribe, en reemplazo de ‘Iván Márquez’

«Siento un alivio por la Costa Atlántica y todos sus habitantes, ya que se demuestra que la guerrilla se puede derrotar», dijo el canciller Fernando Araújo.

Otros de los jefes muertos en el 2007

En lo que va del año han muerto en combate 1.443 guerrilleros, 90 de ellos son jefes de alto nivel o mandos medios.

Tomás Medina, el ‘negro Acacio’. Era el jefe del frente 16 y quien coordinaba el narcotráfico para esa guerrilla. Muerto el pasado 2 de septiembre.

Ángel Yara, ‘Hugo Sandoval’. Del Estado Mayor del bloque oriental y jefe del frente 26. Fue muerto el 23 de julio.

Milton Sierra, ‘Jota Jota’. Jefe de la columna ‘Manuel Cepeda’ y respon- sable del atenta- do a la sede de Policía de Cali, en abril. Muerto el 6 de junio en Buenaventura.

John Martínez Ortega, ‘Yuri’, jefe político de la ‘Teófilo Forero’. Murió en Ataco (Tolima) el 11 de junio.

‘Cristóbal’, jefe de milicias y del Partido Comunista Clandestino (PC3) en Bogotá. Fue muerto el 18 de agosto en Meta, en la toma al campamento de ‘Carlos Lozada’.

Fue sombra de ‘Trinidad’

La muerte de ‘Caballero’ es para las Farc un golpe semejante al que sufrieron hace dos meses con la de ‘Acacio’.

Sin ser uno de los ‘históricos’ ni de los que más plata le aportaban al secretariado por secuestros o narcotráfico, era tal vez la ficha más importante de esa guerrilla en el norte del país.

Con ‘Iván Márquez’ refugiado en la zona de frontera con Venezuela, él era virtualmente jefe del ‘Bloque Caribe’. En esa estructura tenía mando desde hace al menos una década, desde cuando ‘Simón Trinidad’ salió de la Costa hacia el Caguán.

Dos años antes de hacer su ingreso al frente 4 de las Farc, en el Magdalena Medio, Gustavo Rueda Díaz era un colegial en Barrancabermeja. En ese entonces, 1979, se convirtió en militante de la Juventud Comunista (Juco).

En 1981 se fue al monte con el frente 4; luego fue enviado a la Serranía del Perijá. En 1991 llegó a comandante del frente 37, que hoy pierde a quien fue su jefe por más de 15 años.

Aunque en su prontuario hay decenas de actos terroristas, se especializó en acciones de impacto. Fue su gente la que secuestró a Fernando Araújo -hoy canciller de la República-, en el 2000, y ese mismo año, dijeron las autoridades, ideó un fallido plan para atentar contra el ex presidente de E.U. Bill Clinton, durante su visita a Cartagena.

Por ese plan estaba en la mira de Washington, que también lo pedía, como a ‘Trinidad’, por el secuestro de los tres contratistas estadounidenses.

Inteligencia e informantes, claves en los grandes golpes contra las Farc

1. La inteligencia está funcionando. Con asesoría de Gran Bretaña y, sobre todo, Israel, la inteligencia de las Fuerzas Militares se ha fortalecido. En ese campo parece llevar la delantera la de la Armada Nacional, que ha sido protagonista en varios de los golpes más fuertes contra la guerrilla, como la muerte de ‘J.J.’ en Cauca y la de ‘Caballero’.

2. Los infiltrados. Después de varios años, las autoridades parecen haber logrado penetrar los esquemas de seguridad de la guerrilla. La información puntual sobre los movimientos de jefes que han caído en las operaciones ha salido de gente cercana a ellos que ha decidido cambiarse de bando. En los golpes a ‘Acacio’ y ‘Caballero’ se pagaron recompensas.

3. Mandos reinsertados. En el último año, según estadísticas del Gobierno, 119 mandos medios de las Farc han desertado. La información que han aportado algunos de ellos ha sido clave, pues se trata de personas que conocen los esquemas de seguridad de los cabecillas y sus rutinas. Gracias a ellos se conoce más de cómo piensan las Farc.

4. Operaciones concentradas. En la segunda etapa del Plan Patriota, ahora llamado Plan Consolidación, los militares han establecido zonas de operación específica con grupos encargados de misiones concretas. En el caso de ‘Caballero’, la unidad que entró a su campamento llevaba un año siguiendo la pista de su frente, el 37, y lo golpeó repetidamente.

5. Las operaciones conjuntas. Después de la experiencia de la Fuerza de Tarea Omega en el suroriente, se ha replicado el modelo en menor escala en otras zonas. En la operación del miércoles participaron Ejército, Armada y FAC.

La Armada puso la inteligencia, la FAC ‘ablandó’ el terreno y el Ejército copó el campamento.