Israel: gana Olmert y Hamas advierte
Cuatro meses después de haber sido creado, Kadima emergió ganador de las elecciones generales en Israel este miércoles. El partido fundado por Ariel Sharon se hará con 28 de los 120 asientos en el Parlamento israelí, la Knesset.
El primer ministro interino, Ehud Olmert -quien se convirtió en el líder de Kadima tras el derrame cerebral que sufrió Sharon en enero- habló sobre la necesidad de llegar a un acuerdo con los palestinos.
Olmert afirmó que está dispuesto a devolver tierras ocupadas para que puedan vivir en paz, en un estado propio.
Mencionó también que ambos lados deben realizar concesiones y aseguró que ya es hora de que Israel establezca sus fronteras definitivas.
Pero en una señal de que el camino adelante no será fácil, el dirigente israelí precisó que estaba dispuesto a actuar de manera unilateral si no podía llegar a un acuerdo.
Reacción palestina
Por su parte Hamas, el grupo militante que ganó las recientes elecciones palestinas y está a punto de formar gobierno, señaló que el triunfo de Kadima sólo empeorará las cosas.
Según expresaron, los planes de Olmert de establecer de manera unilateral las fronteras permanentes de Israel era una mala señal.
El actual presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, urgió al primer ministro israelí que abandone todo plan de establecer esas fronteras sin negociar con los palestinos.
Opciones de gobierno
Una posibilidad que se baraja al momento es la formación de una coalición con el partido laborista, de centro izquierda, que ganó 20 asientos.
Likud, el partido derechista de donde salió Sharon, no consiguió más de 11 sitios en el Parlamento.
Benjamín Netanyahu, líder de ese partido, admitió la derrota y dijo que Likud había sufrido «un duro golpe».
El programa, establecido por Sharon antes de sufrir el derrame cerebral que lo dejó en coma, incluye el retiro de tropas de partes de Cisjordania y el desmantelamiento de algunos asentamientos judíos.
Pero este plan también incluye la anexión de manera permanente de territorios ocupados, que los palestinos consideran como parte de un futuro estado.
Aunque más de cinco millones de personas estaban habilitadas para votar, el nivel de participación estuvo alrededor del 60%, lo que las hizo las elecciones con menor participación en la historia de Israel.
