Los restituidos que se alojan en Bogotá indagan el asilo político
Retorno. Son seis restituidos que dicen que no regresarán hasta tener garantías.
Contrapunto. Mientras esos diputados dicen ser perseguidos, el Gobierno reitera que nada tiene que ver con la acción de la Fiscalía.
Volaron en un avión del líder del Prian, Álvaro Noboa, y desde ayer muy temprano se dedicaron en esta ciudad a indagar cómo lograr un recurso que podría servirles como escudo legal: el asilo político.
Son seis de los diputados restituidos por el Tribunal Constitucional del Ecuador, que admiten haber viajado abruptamente a Colombia para no exponerse a que se les dicte una orden de detención que los lleve a una cárcel donde “hasta me podían violar”, como dijo la prianista Gloria Gallardo.
Con ella, permanecen en el hotel Tequendama sus coidearios Sylka Sánchez y Mauricio Ponce; Alfonso Harb, Luis Fernando Torres y Alfredo Serrano, del PSC. Desde allí le han dicho al mundo que son “perseguidos” del gobierno de Rafael Correa, mientras que voceros del régimen descartaron tal persecución.
“Fue una visita de cortesía”, dijo ayer vía telefónica el socialcristiano Alfonso Harb refiriéndose a la reunión que los seis diputados restituidos que viajaron la noche del martes a esta ciudad mantuvieron ayer por la mañana con el vicecanciller de Colombia, Camilo Reyes.
Al término de la cita, Gallardo aseguró que no han solicitado aún el asilo político. “Se exploró, ingresamos nuestros nombres para un posible asilo político. En función de nuestra decisión oficial, (eso significaría) llenar ya los documentos y pedir el asilo para nosotros y nuestras familias”. Advirtió que la formalización del asilo depende de que puedan “volver a ejercer el derecho de los políticos, que se nos ha quitado, nuestra dignidad parlamentaria…”.
Las versiones de Harb y Gallardo se contradicen con la que ofreció el vicepresidente del Parlamento Latinoamericano (PL), Roy Barreras, quien manifestó que “hemos hecho la solicitud de asilo político para los congresistas ecuatorianos que han sido despojados de su investidura y de sus derechos políticos y de las mínimas garantías democráticas”, opinó.
Agregó que la Cancillería de Colombia respondió que “consultará al señor presidente (Álvaro Uribe) para tomar una decisión en el plazo de dos días y que tendrán todas las garantías para permanecer en el territorio, protegidos mientras el gobierno decide qué medida de protección les otorga”.
Gallardo espera que en pocas horas lleguen a Bogotá otros quince diputados restituidos.
Harb dijo que Gallardo y Serrano tienen previsto viajar a Bali (Indonesia) para presentar una queja en la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento Mundial. “Yo personalmente quiero regresar al país en las próximas horas”, anotó.
El secretario de la Asociación Latinoamericana de Derechos Humanos (Aldhu), Juan de Dios Parra, envió cartas a los cancilleres de Colombia, Fernando Araujo, y de Perú, José Antonio García, y a la secretaria de Estado de EE.UU., Condoleezza Rice, en las que advierte del intento de los diputados.
En tanto, el Gobierno negó una persecución política contra los diputados e insistió en deslindar cualquier responsabilidad en su salida del país.
El Ejecutivo agregó que no intervendrá en las medidas diplomáticas que adopten los legisladores restituidos que se encuentran en Bogotá.
“El Gobierno, creo, no tiene mucho que hacer en aquello (asilo). Aquí nadie les está persiguiendo. Ellos son libres de pedir asilo político en cualquier país que ellos convengan”, expresó ayer la secretaria de Comunicación, Mónica Chuji.
