Millones despidieron al Papa
Luego de una ceremonia privada en el interior del templo con la presencia de los jerarcas de la Iglesia, el cuerpo del pontífice ya reposa en el espacio que ocupara la sepultura del también papa Juan XXIII, actualmente enterrado en una de las capillas de la basílica.
Antes del traslado del ataúd al interior de la basílica, éste fue mostrado por última vez a la multitud, la cual aplaudía y decía frases como «Santo ya».
Ahora Karol Wojtila descansa bajo una lápida que tiene su nombre y sus fechas de nacimiento y defunción en latín, muy cerca del lugar de reposo de otros papas, entre ellos Pablo VI y Juan Pablo I.
Tras las honras fúnebres, se inicia un novenario de misas que se extenderá hasta el 16 de abril, dos días antes de que comience el cónclave donde seelegirá al próximo líder de la Iglesia Católica.
En la plaza
El funeral comenzó a las 10 y dos minutos de la mañana, hora local, cuando el ataúd con el cuerpo del pontífice llegó a la plaza desde el interior de la basílica del mismo nombre en hombros de doce sediarios, los antiguos portadores de la Silla Gestatoria.
El cuerpo del Papa fue trasladado a un féretro de madera con su cara cubierta con un velo blanco de seda.
El ataúd fue colocado en el centro de la Plaza, donde permanecerió durante toda la ceremonia.
Pocos momentos despúes comenzó la misa presidida por el decano del Colegio Cardenalicio, Joseph Ratzinger, prefecto para la Congregación de la Doctrina de la Fe y concelebrada por más de 160 purpurados.
Decenas de miles de peregrinos pasaron la noche en las calles de Roma esperando para entrar a la Plaza de San Pedro.
Las autoridades italianas desplegaron estrictas medidas de seguridad.
El espacio aéreo sobre Roma fue cerrado y se prohibió la circulación de vehículos por las calles de la ciudad. Las oficinas, escuelas y museos no abrieron sus puertas este viernes.
Liturgia
En el inicio de la liturgia de la Palabra, la primera parte de la misa, se hicieron lecturas en varios idiomas. Una epístola del apóstol San Pablo se leyó en español.
El cardenal Ratzinger pronunció la homilía y comenzó recordando las etapas importantes de la vida de Juan Pablo II.
El Papa «se ha convertido en una sola cosa con Cristo» a través de su sufrimiento físico de los últimos tiempos, manifestó Ratzinger.
Luego de iniciada la segunda parte de la misa, la liturgia del altar, se hicieron oraciones en varias lenguas, entre ellas polaco, portugués, francés e italiano.
Millones de personas también suguieron el funeral en todo el mundo. En muchas ciudades se han dispuesto pantallas gigantes.
Miles de polacos pasaron la noche en un parque de Cracovia, ciudad donde el pontífice pasó gran parte de su vida, esperando para ver la ceremonia por televisión.
Se espera que la ceremonia dure unas tres horas entre la misa de réquiem y el entierro de los restos del Papa en la cripta de la Basílica, en el sitio que ocupó Juan XXIII.
Aún cuando no se ha confirmado el número de feligreses que visitaron desde la tarde del lunes la basílica,se calcula que alrededor de dos millones de personas pudieron ver por última vez al jefe de la Iglesia Católica.
Visitas oficiales
Entre los dignatarios presentes en el funeral están el presidente de Estados Unidos, George Bush, el primer ministro británico, Tony Blair, el mandatario francés, Jacques Chirac y el presidente de España, José Luis Rodríguez Zapatero.
De Latinoamérica participan los presidentes de Brasil, Luis Inacio Lula da Silva; de México, Vicente Fox; de Bolivia, Carlos Mesa; de Costa Rica, Abel Pacheco; de Honduras, Ricardo Maduro, y de Nicaragua, Enrique Bolaños, estarán presentes en la ceremonia fúnebre.
Aproximadamente una semana después del funeral, comenzará el proceso de selección de un nuevo Pontífice.
Los 117 cardenales menores de 80 años, elegibles para votar al nuevo Papa, se recluirán en el Vaticano hasta decidir quien será el heredero del trono de San Pedro.
