Morales prepara una alternativa para implementar el gasolinazo
Antes de recibir el 2011, Evo Morales emitió un mensaje en el cual anunció que dio marcha atrás con el polémico decreto que incrementaba el precio del combustible en un 82%, y que repercutía en varias áreas, desde el transporte pública hasta el pan. Al otro día, el vicepresidente Álvaro García Linera advirtió que el reajuste se iba a hacer, aunque esta vez sería «en diálogo con el pueblo» (ver notas relacionadas).
En sintonía, este martes durante un desayuno con corresponsales extranjeros, Morales insistió con la necesidad de eliminar de tajo las subvenciones a los carburantes. «Hay que acabar con la subvención a los carburantes. Estamos viendo los mecanismos», reconoció el mandatario. Y aseguró que ya comenzó a contactar a los sindicatos para implementar la medida y que la petrolera estatal prepara el plan alternativo.
«Todos los movimientos sociales (sindicatos) me han dicho que hay que acabar con la subvención y respaldan la medida, pero reconocieron que no era oportuno porque el pueblo no estaba preparado», indicó. «Las petroleras no pueden seguir trabajando a pérdida, (porque) la única forma de incentivar la producción de líquidos es acabando con la subvención», añadió.
El gobierno de Morales elevó hace una semana el precio de la gasolina y el diesel en más del 80%, el rango más alto de la historia, para eliminar la subvención que le cuesta al Estado 660 millones de dólares al año, de los cuales 150 millones son por contrabando.
El presidente reconoció que las petroleras sólo cobran 10 dólares por barril de petróleo cuando el precio internacional bordea los 92 dólares. Así, las compañías prefieren producir gas natural para exportar a Brasil y Argentina.
Pero la decisión desencadenó violentas protestas civiles, principalmente en las ciudades de La Paz, El Alto y Cochabamba, sus bastiones electorales (foto). Los incidentes dejaron 15 heridos y 21 detenidos y una fuerte escalada inflacionaria de alimentos, lo que obligó a Morales el viernes a derogar su propia medida.
Entretanto, la producción de petróleo en Bolivia bajó un 50% tras una declinación natural de los pozos y por ello la petrolera estatal boliviana busca mecanismos de incentivo para las empresas que quieran invertir en el país, informó el presidente de la firma estatal, Carlos Villegas.
