Moratinos ve compromiso de reforma en Raúl Castro
El canciller español Miguel Angel Moratinos dijo que encontró en el gobernante cubano Raúl Castro un «compromiso de reforma» y de «mejorar la situación económica de Cuba», tras una entrevista que sostuvieron este lunes en La Habana.
«He encontrado en el presidente Raúl Castro un compromiso de reforma, de avanzar en el proceso de reforma del país, de mejorar la situación económica de Cuba. Es consciente de las dificultades económicas que pasa el país», dijo a la prensa al término de las conversaciones.
El jefe de la diplomacia española señaló que «todos los objetivos que nos habíamos trazado para esta visita se han cumplido y se han normalizado todos los aspectos que quedaban todavía por cerrar», incluyendo el caso de impagos a empresarios españoles, la detención de uno de ellos, y la expulsión de representantes de la inteligencia española a mediados de año.
Moratinos cerró su agenda de conversaciones en Cuba el lunes con una reunión con Castro, con quien hizo un balance de las relaciones y acordó el compromiso isleño de liquidar una millonaria deuda con empresarios ibéricos.
«He tenido una audiencia de casi tres horas» con el mandatario, comentó Moratinos a periodistas el lunes por la noche. La cita se realizó en el Palacio de las Convenciones, al oeste de la ciudad.
Uno de los puntos de la agenda fue la liquidación de las facturas atrasadas a hombres de negocios españoles, las cuales no han sido pagadas debido a las difíciles condiciones financieras de la isla.
«El presidente Raúl Castro era consciente de las preocupaciones que existían», comentó Moratinos, y se comprometió a ejecutar un calendario de pagos. El propio canciller estimó en unos 300 millones de dólares los adeudos isleños.
En el plano político el funcionario –que realiza su segunda visita oficial a la isla– y Castro hablaron de los intercambios que ambos países mantienen en temas de derechos humanos y la «voluntad de Madrid de abandonar» la llamada «Posición Común» de la Unión Europea (UE), un texto promovido por el anterior gobierno español que condiciona los nexos a cambios en el sistema comunista de la isla hacia el pluripartidismo.
Moratinos reiteró que trabajará en esta dirección con sus socios de la UE a partir del 1 de enero, cuando España asuma la presidencia del bloque.
También se conversó con Castro de un próximo encuentro entre éste y el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, pero no se ofrecieron detalles.
La visita de la delegación española fue criticada especialmente por la oposición española del Partido Popular, pues Moratinos –ni ninguno de la media docena de funcionarios que lo acompañaron– se entrevistaron con disidentes internos.
Consultado sobre el particular el funcionario aseguró que el objetivo de la visita no era ver a sectores de la sociedad, sino que tenía básicamente un matiz oficial.
Cuba considera «mercenarios» a estos disidentes, foco de tensión en años recientes entre la isla y algunas naciones de la UE.
Por la mañana Moratinos fue recibido por su contraparte isleño Bruno Rodríguez, a quien expresó que uno de los objetivos del gobierno de Rodríguez Zapatero es «recuperar esa relación profunda e intensa» con Cuba.
Moratinos y su comitiva llegaron el sábado y el domingo recorrieron el casco histórico de la ciudad y tuvieron reuniones con la jerarquía católica.
Los visitantes participaron el lunes por la mañana también de la inauguración de la Oficina Técnica de Cooperación española.
Moratinos dijo la apertura de la oficina es resultado de la política de su país en Cuba, luego que durante años las relaciones de Europa y la nación caribeña se mantuvieran congeladas.
«Hoy tenemos gracias a la nueva realidad política entre Cuba y España la posibilidad de apoyar y acompañar los esfuerzos de cooperación», manifestó. Con anterioridad se anunciaron proyectos por 34 millones de euros (unos 50 millones de dólares).
Cuba y la UE mantuvieron sus relaciones prácticamente congeladas a partir del 2003, cuando el bloque impuso sanciones a la isla por el arresto de 75 opositores, una veintena de los cuales están en libertad por razones de salud.
La Habana argumentó que los europeos usaron como pretexto las cuestiones de derechos humanos –que jamás criticaron en otros países de la región– para presionar a la isla.
Posteriormente la UE levantó unilateralmente las sanciones contra Cuba, pero los países miembros no tienen una política unificada en torno al país caribeño.
