Pemex: ¿privatización?
Abrir o no a capital extranjero la industria petrolera de México, ese es un tema que se discute con intensidad estos días en el país.
Durante más de dos meses, y sin llegar a un consenso, legisladores y expertos lo llevaron a debate ante el Senado.
Este fin de semana la oposición de izquierda lo llevará a las calles en la forma de una consulta popular.
El referéndum no es vinculante pero quien lo promueve es Andrés Manuel López Obrador, el tradicional rival político del actual presidente de México, Felipe Calderón.
Con esta búsqueda de convocatoria que tiene como bandera evitar la privatización de la paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex), López Obrador parece retomar su ofensiva contra lo que ha calificado como un «gobierno ilegitimo».
Cabe recordar que López Obrador argumentó fraude electoral cuando fue derrotado por Felipe Calderón en las pasadas elecciones presidenciales.
Ahora, cuando Calderón promueve la aprobación en el Congreso de una reforma energética para la modernización de Pemex mediante una «asociación estratégica con inversiones de capital privado», López Obrador busca el consenso popular para decirle al gobierno que «Pemex no se vende».
En México la industria petrolera fue nacionalizada en 1938 y ahí, hablar de privatización de los hidrocarburos, es para muchos casi como hablar de la «entrega del país al capital extranjero», de la «vulneración de la soberanía nacional».
Ya lo dijo antes el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, Pemex es como una «diosa intocable».
«El petróleo se acaba»
El gobierno argumenta que los recursos petrolíferos de México se están agotando y que entre 2002 y 2007 las reservas registraron una caída del 27%.
Las autoridades dicen que es urgente y crucial una inyección de capital para explorar, producir, refinar y transportar petróleo.
Quienes se oponen a la «asociación estratégica con capital privado» señalan que más que «entregar el país a las grandes compañías petroleras» lo que debe promoverse es el fortalecimiento de Pemex y un uso eficiente de sus recursos.
En su giro más reciente, la reforma energética que promueve el presidente Calderón parece haber asegurado el respaldo del partido político que gobernó México por más de 70 años.
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) presentó esta semana ante el Congreso una propuesta muy similar a la del gobierno pero con algunos ajustes.
El PRI asegura que su proyecto corrige algunos planteamientos del presidente Calderón y «llena las insuficiencias».
El gobernante Partido Acción Nacional (PAN) celebró la propuesta del PRI.
Con este nuevo giro analistas consideran que el presidente Calderón podría lograr un consenso y sobrevivir ante el Congreso la oposición de la izquierda.
Falta ver cuál es el resultado de la consulta popular, que se llevará a cabo en 10 estados del país y que concluirá el próximo 24 de agosto, para saber si la reforma energética cuenta o no con el respaldo de la población.
