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Reunión López Obrador-Trump se centra en el comercio, sin tocar tema migratorio

«Usted no nos ha tratado como colonia, al contrario ha honrado nuestra condición de nación independiente. Por eso, estoy aquí. Para expresar al pueblo de Estados Unidos que su presidente se ha comportado hacia nosotros con gentileza y respeto». Así se le dijo el presidente de México Andrés Manuel López Obrador a su homólogo estadounidense Donald Trump, en la charla que mantuvieron ambos este miércoles en la Casa Blanca, que se centró en el plano comercial y no tocó los temas más espinosos de la relación, como la inmigración o el muro en la frontera común.

En un encuentro repleto de elogios mutuos, Trump afirmó que «ha sido un privilegio tenerlo como amigo, hemos tenido una relación muy buena desde el principio a pesar de las adversidades y de las apuestas en contra, pero creo que ya han aprendido a no apostar en contra de nosotros» y resaltó el «excelente momento» que vive la relación entre ambas naciones.

Recuperar la economía tras la pandemia

La reunión se cerró sin que se hiciera público ningún nuevo acuerdo entre ambos Gobiernos, más allá de la firma de un comunicado conjunto que celebraba la entrada en vigor el pasado día 1 de julio del T-MEC, renegociado entre Estados Unidos, México y Canadá para sustituir el antiguo Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

La celebración quedó marcada por la notable ausencia de representantes de Canadá, cuyo primer ministro, Justin Trudeau, decidió no viajar a Washington aparentemente debido a los planes de EE.UU. de imponer nuevos aranceles a las importaciones de aluminio canadiense.

Pero Trump y López Obrador no necesitaron ayuda para ensalzar el pacto comercial, y en su declaración conjunta aseguraron que ese pacto «será crucial para la recuperación» de la crisis económica que ha azotado a los dos países a raíz de la pandemia del coronavirus.

«No se trata de cerrarnos al mundo, sino aprovechar ventajas de la buena vecindad. Este tratado permite atraer inversiones del hemisferio a nuestros países, siempre y cuando se cumpla. Este acuerdo significa la integración: los tres países aportamos capacidad productiva, mercados, tecnología, mano de obra calificado y nos complementamos», sostuvo López Obrador.

Tema migratorio de lado

Por su parte, el jefe de la Oficina de la Presidencia de México, Alfonso Romo, aseguró a la prensa tras el encuentro que el único tema que se trató fue «el tratado comercial» y la cooperación frente a la pandemia, al tiempo que negó se hablara del asunto migratorio, la frontera o la situación de los «soñadores«.

Asimismo, la portavoz de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, confirmó en que el tema de inmigración solo «salió a relucir muy brevemente«, en el sentido de «subrayar la gran cooperación entre Estados Unidos y México» en esta materia.

Cena y bates

En la noche, Trump ofreció una cena a su huésped mexicano, que consistió en una ensalada de tomates, filete de róbalo y galletas de mantequilla.

El menú en honor a López Obrador empezó con una ensalada de tomates veraniegos con una emulsión de ajo negro, queso comté y crocante de pan rústico, seguido por un filete de róbalo acompañado por papas con azafrán, puré de chirivía, zanahorias y un alioli de cítricos.

De postre, la Casa Blanca sirvió galletas de mantequilla y azúcar con una crema de limón y merengue tostado.

El buen ambiente que se vivió en el encuentro también se reflejó en los obsequios que intercambiaron: Trump regaló a López Obrador un bate personalizado y firmado por él de la marca Louisville Slugger, mientras que el mexicano le entregó a su homólogo un bate hecho por uno de los pueblos indígenas del sur de México.



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