Zapatero no logra los apoyos suficientes para ser investido presidente y deberá esperar al viernes

José Luis Rodríguez Zapatero no ha obtenido hoy la mayoría absoluta necesaria para ser investido presidente del Gobierno en la primera votación celebrada en el pleno del Congreso, ya que sólo ha obtenido 168 votos de los diputados socialista y ha recibido 158 en contra y 23 abstenciones, entre estos últimos los dos del BNG.

Zapatero deberá esperar 48 horas, como mínimo hasta las 12:50 horas del viernes, para ser designado jefe del Ejecutivo en segunda votación, con mayoría simple.

El líder del PSOE ha sido respaldada por los 168 diputados socialistas presentes (faltaba la parlamentaria Mercedes Coello) y han votado en contra los 154 diputados del PP, los tres de ERC y la única representante de UPyD. Por la abstención han optado finalmente los parlamentarios de CiU, PNV, el BNG, IU, ICV y Nafarroa Bai.

El presidente del Congreso, José Bono, ha levantado la sesión tras convocar un nuevo pleno de investidura para el viernes al mediodía. Esta es la primera ocasión en la que un presidente electo no logra ser investido en la primera votación.

Pasadas las 12.00 horas Zapatero cerraba el debate de investidura en el pleno del Congreso y asegurando que, por su parte, no habrá «ni excusas ni resignación» para cumplir el programa que consiguió el respaldo de 11 millones de votos.

Al responder al portavoz socialista, José Antonio Alonso, que ha intervenido en último lugar, Zapatero ha agradecido la actitud y el tono de todos los portavoces parlamentarios y «las múltiples ofertas de colaboración y diálogo», independientemente del voto en la sesión de investidura.

Tras elogiar con una sonrisa el «brillante» discurso de Alonso, que hoy se estrenaba como portavoz ante el pleno, ha trasladado al grupo socialista su profundo agradecimiento.

Zapatero ha explicado que ha afrontado esta nueva sesión de investidura con una «alta dosis de emoción» y ha elogiado el «inmenso caudal de apoyo, generoso, incondicional y permanente» del PSOE, que intentará devolver aunque sea difícil.

La segunda jornada de la sesión de investidura había comenzado pasadas las 9:00 horas con la intervención de los partidos que componen el Grupo Mixto, Coalición Canaria, Unión, Progreso y Democracia y Nafarroa Bai, que ya habían anunciado que no apoyarían a José Luis Rodríguez Zapatero.

La portavoz de CC, que ha anunciado que se abstendrá en la votación, ha tendido la mano al presidente del Gobierno en funciones en los grandes temas de Estado, en los que ha dicho, «no se debe vacilar ni actuar con tibieza» y ha afirmado que su partido colaborará en la lucha antiterrorista. Además, ha insistido en que Canarias necesita un Estatuto de Autonomía, y ha recordado a Zapatero que se «comprometió a ello» hace cuatro años. En respuesta a Oramas, Rodríguez Zapatero ha dicho que la abstención de Coalición Canaria «es un voto para el diálogo» y para la «confianza», por lo que ha agradecido a la portavoz canaria su posición, al tiempo que ha reiterado su «compromiso, respeto y entendimiento con el Gobierno de Canarias».

Tras la intervención de la portavoz de CC, ha subido a la tribuna de oradores la diputada de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), Rosa Díez, que ha avanzado que su formación no apoyará a Zapatero por entender que la abstención será «una llamada a la resignación», al tiempo que ha exigido al candidato una reforma de la ley electoral y pactos de Estado sobre terrorismo y educación. Díez ha considerado que las propuestas del socialista no se han aproximado a su idea de «regeneración democrática» y ha criticado al presidente del Ejecutivo en funciones por afirmar ayer en su discurso de investidura que en su «idea de España caben todas las ideologías imaginables», algunas «incompatibles con la democracia».

Al igual que sus compañeras del Grupo Mixto, la portavoz de Nafarroa Bai, Uxue Barkos, ha ofrecido al candidato socialista el apoyo de su partido para la búsqueda de la paz, pero nunca para «subirse al carro de un bipartidismo ineficaz». Además, ha descartado las «herramientas y los atajos penales» que para la paz buscan socialistas y populares, «por ser contrarias a una democracia eficaz». Zapatero ha respondido que éste «es fruto de la voluntad de los ciudadanos» y ha dicho que su Gobierno, al que ha calificado de valiente, siempre ha buscado el pluralismo político.

La primera intervención de Alonso
El portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso, ha apelado a la unidad de los partidos democráticos para acabar con «la banda de asesinos» de ETA y ha ofrecido un diálogo permanente y una voluntad de entendimiento con todos los grupos parlamentarios en el resto de temas. En su primera intervención en un debate en el Congreso como nuevo portavoz parlamentario del grupo socialista, ha dedicado sus primeras palabras a recordar a las cinco personas asesinadas por ETA en la pasada legislatura.

Sus asesinos, ha advertido, «sólo tendrán el desprecio de todos los seres civilizados y la certeza de que pagarán por sus crímenes». Los socialistas, además, tienen el «firme deseo» de establecer un marco de consenso y colaboración con el PP, ha subrayado Alonso, quien se ha comprometido a hacer todo lo que esté en sus manos para conseguirlo. Un diálogo y entendimiento que el PSOE quiere extender al conjunto de las fuerzas democráticas, y no sólo en la lucha contra ETA, sino en otros temas.

Después del discurso de Alonso, los 350 diputados han votado de forma pública, por llamamiento, de manera que cuando han sido mencionados han respondido «sí», «no» o «abstención». Si como es previsible el candidato socialista no consigue la mayoría absoluta de 176 representantes exigida para su investidura en primera votación, la sesión de suspenderá y el presidente de la Cámara, José Bono, convocará para el viernes próximo su reanudación. En la nueva vuelta, Zapatero sólo precisa de mayoría simple para ser investido presidente.