Estos son los personajes y entidades que protagonizaron el 2018
Varias personas y entidades simbolizan algunos de los principales fenómenos políticos y sociales de 2018, desde el populismo político, hasta la intolerancia, el maltrato, la corrupción o la lucha de las minorías por abrirse camino.
El migrante anónimo
O el desplazado, el refugiado, el asilado… Personas que escapan de la violencia, el hambre y las persecuciones en busca de un presente y un futuro mejores y para ello atraviesan mares en embarcaciones precarias o recorren miles de kilómetros a pie a riesgo de sus propias vidas, que a veces quedan en el camino.
Es el caso de los migrantes centroamericanos que quieren llegar a EEUU, de los rohinyás condenados a un largo exilio en Bangladesh, de los africanos de varios países hacinados en campamentos con escasos recursos o de quienes surcan el Mediterráneo para alcanzar el sueño europeo.
Asia Bibi
Esta madre de familia paquistaní simboliza a las víctimas de la intolerancia religiosa. A finales de octubre fue absuelta de la pena de muerte, tras pasar varios años en la cárcel, después de que en 2009 dos mujeres la acusaran de haber insultado al profeta Mahoma.
La absolución de Bibi, que es cristiana, generó protestas multitudinarias en Pakistán, en las que se pedía la horca para la supuesta blasfema.
He Jiankui
El científico chino He Jiankui anunció en noviembre que había creado los primeros bebés genéticamente modificados para hacerlos resistentes al virus del Sida y generó un debate acerca de los límites éticos de la investigación, en especial cuando los protagonistas son seres humanos.
La Organización Mundial de la Salud aseguró que sus expertos analizarán las implicaciones éticas, sociales y de seguridad de los trabajos de Jiankui, que fue criticado por las autoridades chinas -aunque tuvo subvenciones públicas- y que no ha vuelto a tener nuevas comparecencias después de anunciar que hay otra mujer embarazada de un embrión cuyos genes también se han modificado.
Cardenal George Pell
El «número tres» del Vaticano, George Pell, ha sido declarado culpable de abusos sexuales a dos menores por un tribunal de Melbourne en un caso cuyos detalles no pueden ser revelados por orden judicial y que ponen de relieve la gravedad del fenómeno de la pederastia.
La Iglesia Católica fue sacudida de nuevo este año por ese fenómeno, de Chile a EE.UU., lo que llevó al papa Francisco a pedir perdón públicamente en su viaje de agosto a Irlanda – marcado por esos escándalos – y a convocar una reunión de obispos en el Vaticano en febrero próximo destinada a hablar de la prevención de los abusos a menores.
Jamal Kashoggi
El asesinato del periodista saudí Jamal Kashoggi, presuntamente por orden del príncipe heredero Mohammed bin Salman, ha dado al traste con las intenciones de Arabia Saudí de mejorar y modernizar su imagen internacional y ha resquebrajado su liderazgo en el cada vez más frágil Oriente Medio.
Kashoggi, crítico con su gobierno, murió en el consulado saudí en Estambul y la rocambolesca historia de su asesinato se ha convertido en un símbolo y una evidencia de lo peligroso que resulta ser disidente.
Alexandria Ocasio-Córtez
Mujer carismática, preparada, trabajadora y latina. Alexandria Ocasio-Córtez fue este año una de las protagonistas de los comicios de medio mandato estadounidenses al ser elegida congresista, la más joven en la historia de Estados Unidos.
Su logro tuvo más relevancia si se tiene en cuenta que, en apenas cinco años, pasó de ser una camarera a ocupar un asiento en el Congreso por Nueva York. Ocasio abrió así una brecha en un «techo de cristal».
Jair Bolsonaro
Antiguo militar y tras ser diputado durante siete mandatos, Jair Bolsonaro ha conseguido llegar a la presidencia de Brasil y convertirse, según los analistas, en el nuevo «Trump» de Sudamérica.
Defensor de los valores tradicionales y desinhibido en sus formas políticas, Bolsonaro ha sido objeto de múltiples críticas fuera y dentro de Brasil por sus comentarios de tinte homófobo, racista o sexista.
El líder ultraderechista asumirá el poder el próximo 1 de enero en un país -la mayor economía de Sudamérica- sacudido por la crisis económica y la violencia y, probablemente, volverá a protagonizar los noticieros de medio mundo en 2019.
Asia Argento
La actriz y realizadora italiana es una de las caras del «Me Too», el movimiento de denuncia de los abusos sexuales contra mujeres por hombres en una situación de poder y que se ha extendido a los ámbitos sociales y políticos en numerosos países.
Meses después de sus denuncias, Argento fue acusada de abusos por un joven actor estadounidense, con el que llegó a un acuerdo extrajudicial para frenar el caso, ya que él era menor de edad en el momento de los hechos, aunque ella dijo que fue el chico quien tomó la iniciativa de tener sexo.
Kim Jong-un
Corea del Norte, el país más aislado del mundo y último vestigio de la Guerra Fría desatada tras la II Guerra Mundial, ha mostrado algunos signos de aperturismo este año gracias al acercamiento diplomático de su líder, Kim Jong-un, con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Los encuentros entre Kim y Trump y del primero con su homólogo surcoreano, Moon Jae-in, han sido calificados de históricos. En abril, ambas Coreas protagonizaron la primera cumbre bilateral en 11 años después de escalada de tensiones con pruebas nucleares y amenazas de ambos lados. No obstante, los resultados de esos encuentros aún no son perceptibles.
Nadia Murad
Esta joven yazidí, minoría religiosa de etnia kurda asentada en el norte de Irak, fue secuestrada en 2014 junto a miles de jóvenes por el grupo terrorista Estado Islámico, que pretendía exterminar a esa etnia y usaba a sus mujeres como esclavas sexuales, aunque logró huir a los tres meses de su cautiverio.
Su lucha contra la esclavitud y el abuso a las mujeres en el mundo recibió el Premio Nobel de la Paz junto al médico congoleño Denis Mukwege, que ha operado a miles de víctimas de violaciones y ha favorecido su recuperación psicológica.
Odebrecht
La constructora brasileña Odebrecht, la mayor de América Latina, fue protagonista de un escándalo de corrupción que estalló en 2015, involucró a 12 países de Latinoamérica en una trama de pago de sobornos por un valor estimado en algo más de 788 millones de dólares, para facilitar contratos con las administraciones públicas.
En prisión por este caso están ya los expresidentes brasileño Lula da Silva y peruano Ollanta Humala, así como el exvicepresidente de Ecuador Jorge Glas, aunque otros antiguos mandatarios son investigados, como el salvadoreño Mauricio Funes y los peruanos Alejandro Toledo y Alan García.
