Huelgas de hambre, ataques y protestas ¿qué pasa en Bolivia?
Bolivia lleva más de una semana en medio de episodios convulsos. Mientras los seguidores del presidente Evo Morales celebran la nueva postulación de su líder para optar a su tercera reelección, la oposición protesta, se para, cierra vías -acciones que ya dejaron una mujer muerta en la población de Riberalta-, y además introduce recursos de impugnación ante la autoridad electoral, declara huelgas de hambre y quema instalaciones gubernamentales.
¿Qué pasa en la nación del altiplano andino que, por otro lado, se jacta de tener uno de los mayores crecimientos económicos de Suramérica, con 4,7%, y una inflación de 2,79%?
La semana pasada el Tribunal Electoral (TSE) habilitó su candidatura para una tercera repostulación para las elecciones de 2019, pero siete aspirantes presidenciales opositores argumentan que la máxima instancia electoral violentó la Constitución y se atribuyó poderes constituyentes al tomar esa decisión pues contraviene el resultado del referéndum consultivo del 2016 en el cual se rechazó la reforma constitucional para permitir la nueva aspiración presidencial de Morales.
Bolivia celebrará elecciones generales este próximo año 2019 y Morales y sus seguidores aspiran que continúe en el poder. El líder aymara fue electo por primera vez en 2005, pero aún conserva una alta base electoral por sus políticas de inclusión a los pueblos originarios, que es el mayor grupo poblacional del país, y por sus medidas sociales que garantizan mejoras sociales sin sacrificar el crecimiento económico.
Pero el artículo 168 de la Constitución boliviana, creada mediante una Asamblea Nacional Constituyente en 2009 por impulso del mismo presidente Morales, quien es el presidente con más tiempo en el cargo en la historia de Bolivia, establece solo dos reelecciones, las cuales fueron agotadas por el dirigente de partido Movimiento al Socialismo (MAS) en las elecciones del 2009 y 2014, en ambos casos con más del 50 % de los votos válidos.
Tras el resultado del referéndum del 2016, que Morales y sus seguidores afirman que fue manipulado por las redes sociales y fakes news contra el Presidente –la campaña contra él incluyó a una mujer que aseguró que tenía un hijo suyo y que el Mandatario no reconocía, lo cual generó un gran escándalo y luego se demostró que era falso-, el MAS acudió a las instancias judiciales para permitir la nueva repostulación, lo cual fue aceptado por el TSE la semana pasada.
Protestas y violencia
El TSE explicó el fin de semana que para habilitar a Morales pasó por alto el resultado del referendo de 2016 que vetó la reelección indefinida porque consideró de aplicación preferente una sentencia posterior del Tribunal Constitucional que declaró vigente el derecho a la reelección sin límite de las autoridades electas, aclaró un cable de la agencia Sputnik.
Esa decisión, que es irreversible e inapelable, provocó una serie de manifestaciones violentas por parte de los partidos opositores, que incluyeron paros, bloqueos de vías, choques entre manifestantes y policías –incidente que dejó a una mujer fallecida- ataques a la sede del TSE en La Paz, las cuales fueron calificadas por el Gobierno como un intento de la derecha por convulsionar el país.
Pero los mayores hechos de violencia se desataron el martes 11 en Santa Cruz donde atacaron con piedras e incendiaron el Tribunal Departamental Electoral, además saquearon las oficinas de la telefónica estatal Entel y de Impuestos Nacionales, según reportes de diversos medios.
Morales dijo que la violencia no sólo provocaba daños sino que dejaba también en evidencia una supuesta desesperación de la oposición.
“Algunos no aceptan que los pueblos puedan liberarse; tantos pedidos de que no seamos candidatos no es miedo a Evo, es miedo al movimiento indígena originario, a los obreros, porque por primera vez un congreso de la Central Obrera Boliviana ha aprobado que Evo sea candidato”, aseveró en un acto transmitido por la televisión estatal.
Un comunicado del MAS afirma que esas acciones tienen “afanes de desobediencia civil, golpe de Estado, de anarquía, de sedición”, refirió la agencia rusa.
Las acciones opositoras incluyeron la decisión de unos 10 opositores de iniciar huelgas de hambre como una nueva punta de lanza contra la aspiración de Morales.
Impugnaciones
El último recurso legal para intentar que el TSE revirtiera su decisión es la media docena de impugnaciones, respaldadas por unas 100 mil firmas contra la candidatura de Evo Morales y su aspirante a repetir en la Vicepresidencial, Álvaro García Linera
El MAS, entretanto, restó importancia a las impugnaciones e insistió en que los cuestionamientos a la repostulación de Morales y García ya estaban «superados» por la resolución del TSE de la semana pasada, que aprobó las candidaturas para las elecciones primarias.
Tal como estaba previsto en el calendario electoral, el Tribunal Supremo Electoral emitió su sentencia respecto de las impugnaciones y las rechazó.
Los recursos a los candidatos de cada partido solo pueden presentarlos sus propios militantes y el MAS denunció infiltrados en sus filas. Básicamente, el TSE las rechazó por incumplir con el procedimiento establecido.
ONU reconoce derecho
La ONU respeta el fallo del Tribunal Supremo Electoral de Bolivia para permitir la postulación de la candidatura de Morales en los comicios presidenciales.
El coordinador residente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Bolivia, Mauricio Ramírez, hizo el lunes pasado un llamado para que en Bolivia se preserve el respeto al voto y la realización de elecciones transparentes y libres de violencia, en el marco de las elecciones generales pautadas para enero del 2019.
Dentro del cronograma electoral del 2019 están contempladas unas elecciones primarias a realizarse el 27 de enero próximo y el aspirante a la reelección respaldó su participación con un millón de firmas que entregó a la máxima instancia electoral.
De ganar Evo Morales los próximos comicios gobernaría hasta el 2025, bicentenario de la independencia de Bolivia.
