La travesía de Luisa Ortega Díaz por el rescate de DDHH en Venezuela
La fiscal removida por la Asamblea Nacional Constituyente, Luisa Ortega Díaz, se planteó un objetivo desde que fue acusada de traición a la patria y se vio obligada a salir de Venezuela: ir revelando sus cartas para demostrar la corrupción del gobierno de Nicolás Maduro y poco a poco ponerlo contra las cuerdas.
Ortega Díaz comenzó su gira en Colombia el pasado 18 de agosto, una travesía que inició en Caracas, prosiguió en las costas de la Península de Paraguaná, desde donde viajó en lancha, hasta llegar a Aruba, después de ser destituida de su cargo el 5 de agosto acusada de «actos inmorales» por la Asamblea Nacional Constituyente (ANC).
Migración Colombia informó en un comunicado que Ortega ingresó en un vuelo privado en compañía de su esposo, el diputado Germán Ferrer, «e hizo su correspondiente trámite migratorio».
Durante las horas posteriores, el Gobierno colombiano mantuvo total hermetismo con respecto al caso de la exfiscal y solo el ministro del Interior, Guillermo Rivera, se limitó a confirmar el sábado su llegada al país, sin precisar su «situación jurídica».
El lunes 21, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, dijo a través de Twitter que Ortega «se encuentra bajo protección del Gobierno colombiano» e indicó que «si pide asilo se lo otorgaremos».
El 22 de agosto, Migración Colombia informaba en un escueto comunicado que la exfiscal salía de Bogotá rumbo a Brasil, donde participaría en la reunión de fiscales de Mercosur promovida por la Fiscalía brasileña.
La exfiscal hizo escala en Panamá en su viaje hacia Brasil, según la televisión local TVN, que difundió imágenes de la exfuncionaria en el Aeropuerto Internacional de Tocumen, en el que se le observó guiada hacia un vehículo especial que la trasladaba al salón diplomático de la terminal. TVN aseguró que personal de la Presidencia de Panamá recibió a Ortega, y que también ordenaron que las cámaras fueran desalojadas del lugar.
Ya en Brasilia y con una alerta de captura código rojo a Interpol solicitada por el presidente Nicolás Maduro, Ortega Díaz afirmó que tiene «muchas» pruebas de corrupción contra los principales dirigentes chavistas y contra el mismo jefe de Estado -al cual posteriomente acusó de desviar 8 millones de dólares del fisco nacional-, que prometió entregar a los países para que las investiguen.
A Colombia se le unió Brasil, en la oferta de asilo político a la exfiscal venezolana, realizada por el ministro de Relaciones Exteriores, Aloysio Nunes, tras reunirse con ella en Brasilia, aunque no se conoce en dónde se radicará la funcionaria.
Ortega atribuyó su destitución y la persecución política que dice sufrir en Venezuela «al afán de esconder los hechos de corrupción de los que tengo muchas pruebas» y a sus investigaciones sobre los sobornos pagados por la constructora Odebrecht a varias autoridades.
De la reunión con fiscales de Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú; Luisa Ortega regresó en un vuelo comercial el 24 de agosto a Bogotá, una acción que tenía como objetivo de reunirse con el fiscal colombiano, Néstor Humberto Martínez.
En Brasil, con los fiscales generales del Mercosur compartiendo información importante que involucra al gobierno venezolano con Odebrecht pic.twitter.com/wJJ6VTEml6
— Luisa Ortega Díaz (@lortegadiaz) August 23, 2017
Apoyo internacional para rescatar derechos humanos
Luisa Ortega llegó el 28 de agosto a Costa Rica para reunirse con el fiscal general de este país, Jorge Chavarría y posteriormente con el expresidente y Premio Nobel de la Paz, Oscar Arias, quien criticó a la Asamblea Nacional Constituyente y la que calificó como «ilegítima».
Durante una conferencia de prensa en este país, Ortega Díaz pidió apoyo a la comunidad internacional para «rescatar los derechos humanos» en Venezuela ante las «violaciones sistemáticas» que allí ocurren.
Aclaró que hace la petición en Costa Rica porque este país “es la cuna de los derechos humanos de la región», y por ello el lugar idóneo para exponer las «violaciones sistemáticas a los derechos humanos que ocurren en Venezuela».
«Hemos dado los primeros pasos para poner en marcha los mecanismos de la justicia universal como forma legítima de la aplicación del derecho y el combate a la criminalidad que hoy ejerce el poder en Venezuela. Es un gran reto que tiene la comunidad internacional para abordar este asunto», declaró Ortega Díaz.
El lunes 29 de agosto, Luisa Ortega Díaz fue recibida por el Presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Roberto Caldas; la Jueza Elizabeth Odio Benito, y el Secretario Pablo Saavedra, y les informó sobre las violaciones a los derechos fundamentales en Venezuela
La CIDH critica las decisiones adoptadas por la ANC bajo lo que califica como “potestad discrecional”, entre las que destaca la destitución de la fiscal general de Venezuela el pasado 5 de agosto.
La Comisión recuerda que el 4 de agosto otorgó medidas cautelares a Ortega Díaz y su familia, al entender que afrontan una «situación de gravedad y urgencia toda vez que sus derechos a la vida e integridad enfrentan un riesgo inminente de daño irreparable».
En una de las declaraciones a los medios Luisa Ortega aseguró que no descansará en su lucha por denunciar la violación de los derechos humanos en Venezuela.
Reitero que no descansaré en esta lucha de acudir a todas las instancias internacionales a denunciar la violación de los #DDHH en Venezuela
— Luisa Ortega Díaz (@lortegadiaz) August 25, 2017
Pido a mi pueblo que no pierda la esperanza. Estamos avanzando por el camino correcto para restablecer la #democracia y la paz en #Venezuela
— Luisa Ortega Díaz (@lortegadiaz) August 25, 2017
