Ministros de Exteriores de México y EEUU acuerdan reforzar relación bilateral
El canciller mexicano, Luis Videgaray, y el secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson, acordaron en una conversación telefónica trabajar juntos para mejorar la relación bilateral, que vive su peor momento en años por el endurecimiento de la política migratoria de Estados Unidos.
En la llamada, ambos comentaron «la importancia de la relación entre ambos países y manifestaron su interés en trabajar juntos, de manera constructiva y cercana, para lograr un fortalecimiento de la relación bilateral en beneficio de los dos pueblos», informó la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) en un comunicado.
Además, quedaron en sostener un encuentro «en el futuro cercano», para poder analizar los retos comunes que enfrentan México y Estados Unidos.
Videgaray, quien se encuentra de viaje de trabajo en Nueva York, felicitó a Tillerson por la confirmación en el Senado de su nombramiento como secretario de Estado, agregó el boletín.
En Nueva York, el canciller mexicano se reunirá con el secretario general de la ONU, António Guterres, y con miembros de la Sociedad de las Américas y el Consejo de las Américas (AS/COA), con quienes dialogará sobre la relación México-Estados Unidos.
El choque diplomático entre ambos países aumentó en las últimas horas por la filtración a varios medios de parte del contenido de una conversación telefónica en la que supuestamente Trump amenazó a Peña Nieto con enviar tropas a México, lo que fue negado por el Ejecutivo mexicano.
Pero lejos de desmentir el contenido de esta conversación o de otras con líderes internacionales, Trump admitió que está siendo «duro» y lo seguirá siendo en sus llamadas a dirigentes, ya que, a su juicio, el resto de países «se ha aprovechado» hasta ahora de EEUU y «eso no va a ocurrir más».
El exdirector ejecutivo de la petrolera Exxon Mobile Rex Tillerson fue confirmado el miércoles por el Senado estadounidense como próximo secretario de Estado en el Gobierno de Donald Trump, sorteando así las suspicacias que había levantado por sus vínculos con la Rusia de Vládimir Putin
