Muqtada al Sadr
El argumento para invadir Iraq fue el de derrotar a los dos grandes adversarios de occidente: Saddam y Osama. Hoy el blanco de los bombarderos norteamericanos es un joven clérigo chiíta quien ha sido jurado enemigo de Hussein (quien mató a su padre) y de Bin Laden (quien ataca mezquitas y movimientos chiítas).
Es la propia ocupación extranjera quien ha potenciado a Moqtada. Su Ejército Mahdi fue fundado al mes de la victoria aliada y hoy controla varias zonas del país, incluyendo áreas de Bagdad y Basora.
El nuevo gobierno iraquí, quien dijo que restablecería la soberanía y democracia, reinstala la pena capital y pide la evacuación civil de Najaf buscando un sangriento final.
La embestida brutal contra los radicales chiítas podría ser un bumerang contra Washington y engendrar una revolución similar a la iraní de 1979. Moqtada puede transformarse en un símbolo no solo para su país sino para toda la región.
(*): Analista internacional. (%=Link(«http://www.bigio.org/»,»www.bigio.org/»)%)