Putin ofrece una Rusia fuerte
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha prometido dotar al Ejército con el último grito en armas estratégicas para mantener su estatus de potencia nuclear, pese a que varios ensayos de misiles balísticos –el último ayer– han fracasado en los ejercicios militares previos a las elecciones presidenciales del 14 de marzo.
»Rusia necesita progresar rápidamente para dotarse de las armas y equipos de nueva generación», declaró el mandatario desde el secreto campo de tiro de Plessetsk, en el norte del país, en donde asistió a los lanzamientos en el marco de las maniobras iniciadas el 20 de enero.
»Durante las pruebas realizadas [en estos ejercicios militares] nos hemos convencido y confirmado que en el futuro cercano se dotará con equipos de última generación a las fuerzas estratégicas rusas», subrayó el mandatario y candidato a la reelección.
Estas armas, »capaces de alcanzar objetivos a escala intercontinental a velocidad supersónica y con una alta precisión» –y que »hasta ahora ningún país en el mundo posee»– deben «garantizar a largo plazo la seguridad estratégica de Rusia», agregó.
No obstante, Putin admitió que las maniobras militares han demostrado «lo bueno y lo menos bueno».
Un misil balístico lanzado ayer desde un submarino ruso en el mar de Barents (norte), en el marco de las maniobras, se autodestruyó después de haber desviado su trayectoria, anunció el servicio de prensa de la flota rusa.
El martes, otro misil balístico, también lanzado desde un submarino, fracasó, según fuentes anónimas del comando de la flota citadas por medios de prensa rusos.
Los fracasos se produjeron dentro de los mayores ejercicios militares que se celebran en los últimos 20 años, destinados a convencer a Estados Unidos de que los misiles rusos pueden penetrar cualquier escudo defensivo que Washington desarrolle.
