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10.200 pacientes bajo tratamiento de diálisis desean vivir

La situación de los pacientes trasplantados empeora cada vez más. Son 10.200 personas las que deben dirigirse al menos tres veces a la semana a una unidad de diálisis para someterse al tratamiento que les va a permitir mantenerse con vida.

La diálisis funciona como una terapia sustitutiva del riñón, en la que se eliminan de manera artificial las sustancias nocivas y tóxicas que hay en la sangre. Para 2017 eran 15.000 los pacientes que necesitaban realizarse este procedimiento, dos años después la cifra disminuyó por muertes y por la diáspora gracias a la falta de inversión en el sector Salud.

Reymer Villamizar, director de la organización Amigos Trasplantados de Venezuela (ATV) denunció que la situación que viven las personas con problemas renales es bastante grave, la mayoría de ellas está en riesgo.

Una de las problemáticas a las que se enfrentan los pacientes dializados, es que el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) es el único ente que tiene la capacidad y la autorización para adquirir y dotar los insumos (kits de diálisis, inmunosupresores e implementos básicos) a las unidades en las que son atendidos.

Según la información que maneja Villamizar, «en este momento contamos con 125 o 129 unidades de diálisis, hace unos años había 300. Cabe acotar que la mayoría de ellas funciona a medias, porque las máquinas están obsoletas o dañadas».

Este último hecho también es consecuencia de los apagones que se produjeron en el pasado mes de marzo tras lo cual se estima que habrían muerto como consecuencia de ello unas 23 personas en todo el territorio nacional. En algunos casos, por complicaciones ante la falta de atención, en otros el problema fue que el centro asistencial en el que se atendían no contaba con planta eléctrica para afrontar la coyuntura.

«Las personas abarrotan el sistema de las unidades que sí funcionan y esto está ocasionando que los especialistas disminuyan la duración de las diálisis, que debe tener una duración de entre tres y cuatro horas, para poder brindar atención a todos», cuenta el director de la ATV.

Insuficiencias cardíacas, accidentes cerebrovasculares, paros respiratorios o fuertes infecciones son algunas de las consecuencias que puede sufrir una persona que necesita ser dializada y no recibe el tratamiento, además de que si es una persona trasplantada, corre el riesgo de perder el órgano donado.

Crisis en el interior

En el interior del país, la situación es mucho más alarmante que en la ciudad capital. «Siempre he dicho que Caracas no es Venezuela», alegó Villamizar.

La ATV y la Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y la Vida, Codevida, recibieron denuncias del estado Aragua de que los pacientes tuvieron que hacer una colecta de dinero para poder pagar una cisterna de agua potable.

«En dos unidades de diálisis de Maracay no contaban con el servicio, por lo que el personal médico no podía realizar el procedimiento. Si los pacientes no hubiesen pagado, no se dializan», alertó Villamizar.

Los afectados no solo deben enfrentarse a que su vida penda de un hilo diariamente por no tener medicamentos, también mantenerse alerta ante este tipo de hechos.

Programa de trasplante suspendido

En 2017 le dieron la noticia a las 3.500 personas que están a la espera de un trasplante de que el programa de Procura de Órganos fue suspendido por la Fundación Venezolana de Donaciones y Trasplantes de Órganos, Tejidos y Células. La causa es que no cuentan con los inmunosupresores que les deben ser administrados a los pacientes.

El presidente de Codevida, Francisco Valencia, alertó que la vida de estos paciente está en riesgo de morir si no son trasplantados.

«Es imperativo que el Estado refinancie todos estos programas que permiten darle una segunda oportunidad de vida a quienes lo ameritan, de lo contrario, morirán todos aquellos que están en lista de espera aguardando por una donación de órganos”, manifestó Valencia.

Prioridad en la AN

En la sesión del pasado martes, el Parlamento aprobó un acuerdo para alertar el riesgo de catástrofe humanitaria al que se enfrenta Venezuela por la crisis económica, política y social que enfrenta el país.

Los diputados pidieron a los gobiernos del mundo “que hagan presión y tomen acciones para que los usurpadores dejen de condenar a muerte a los venezolanos y atiendan la emergencia humanitaria, y el dinero del Estado no sea utilizado para la compra de instrumentos de guerra”.

William Barrientos, miembro de la Comisión de Desarrollo Social de la Asamblea Nacional (AN), manifestó que «7 millones de ciudadanos requieren ayuda porque están en pobreza extrema, 6,9 millones no pueden adquirir medicamentos». 

Por ello, Barrientos pidió la creación de una comisión especial que incluya al sector Salud, a la Iglesia, las ONG y la Comisión de Salud de la AN, que garantice un sistema de salud que proteja a los venezolanos.

Día Mundial del Paciente Trasplantado

La Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó que cada 6 de junio se celebre el Día Mundial del Paciente Trasplantado para crear conciencia entre la sociedad en cuanto a lo que viven diariamente los pacientes crónicos o terminales.

La idea también es promover la donación de órganos y tejidos por parte de personas sanas, ya que esta es la única alternativa para que estás personas puedan vivir.

Según cifras de la OMS, anualmente se realizan más de 100.000 trasplantes de órganos en todo el mundo y al menos 250.000 personas están a la espera de someterse a este procedimiento.

Leer también: Entre obstáculos, así sobrevive un paciente renal en Venezuela.

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