Ante falta de unidades sanantoñeros viajan “guindados” de autobuses
Daniel Murolo-Miranda
@dmurolo
Colgados de la puerta de los pocos autobuses que cubren la ruta, cientos de vecinos de la urbanización La Rosaleda intentan llegar a sus residencias, mientras que a otros no les queda otra que caminar más de cuatro kilómetros.
La escasez de repuestos y los altos precios de los lubricantes, paralizaron prácticamente la flota de autobuses que cubre la ruta de la referida comunidad Sanantoñera; la crisis se agudizó los primeros días del año cuando por más de una semana los usuarios se quedaron sin servicio.
“Gracias a la gestión del alcalde se logró la activación de una unidad, pero lógicamente no fue insuficiente”, denunciaba este viernes Ricardo Martínez, mientras esperaba en el distribuidor La Rosaleda una unidad que lo llevara a su destino.
Pero no solo este sector sufre de la paralización del servicio producto de la crisis que atraviesa el país, en hora pico las principales paradas del municipio Los Salias lucen abarrotadas de cientos de pasajeros que esperan muchas veces en vano un colectivo.
En la mañana la redoma de San Antonio, donde se encuentra la parada para Caracas la fila de espera supera los 500 metros.
“Es desesperante esta situación, cada día hay que levantarse más temprano y esto no asegura si llegaremos a tiempo a nuestros trabajos o la universidad”, reportaba uno de los usuarios.
Tanto la cámara municipal de la jurisdicción como el propio burgomaestre, Josy Fernández se ha reunido con los representantes de las líneas en busca de una solución al problema, la repuesta de los profesionales del volante es siempre la misma: “estamos de manos atadas, las unidades están paradas por repuestos”.