«Arrimaditos, encaramaditos y apretaditos», así viajan en Anzoátegui
Ysamira Salazar González-Anzoátegui
@ysamira
Una odisea viven todos los días los habitantes de la zona norte del estado Anzoátegui, por la ausencia del transporte público.
«Apretaditos, arrimaditos y encaramaditos», así dicen estár viajando a diario los usuarios de este eje en la entidad.
La cantidad de personas que utilizan el servicio general es mayor a la flota de vehículos (buses) que están en funcionamiento.
La carencia de repuestos, el alto costo de la vida y el deseo por parte de los transportistas de aumentar el costo del pasaje interurbano, son algunas de las razones por las que sucede esta situación.
Claudio Méndez, conductor de una buseta que labora desde Puerto La Cruz a Barcelona, dijo que la falta de repuestos y cauchos han obligado a la mayoría de los dueños de los vehículos de transporte público, suspender el servicio.
«Sabemos la agonía que pasan los pasajeros por la carencia de los buses, pero a nosotros se nos escapa de las manos esta situación. Todo está costoso y de paso es toda una novela conseguirlo» dijo el conductor.
Por su parte, Ángel Medina, sostuvo que a diario utiliza el transporte público, ya que no tiene vehículo propio y se ha visto obligado a ingeniárselas para llegar a su trabajo o regresar a su vivienda.
«Ahora salgo más temprano para la parada y trato de conseguir una cola para devolverme a mi casa cuando termino de trabajar. Esto es inaguantable», sentenció el usuario.
Además, Adela González, quién a diario también utiliza el transporte público reiteró un llamado a los entes que representan a este sector para que estos les presten el mayor apoyo a los conductores.
«El Gobierno Nacional debería tenderle una mano a los conductores. Estos también son hombres y mujeres que tienen familia y necesitan llevar el pan para sus hogares», sostuvo la vecina.
Es importante mencionar, que los conductores esperan que antes de la Navidad el costo del pasaje interurbano llegue a mil bolívares, pero hasta los momentos la mayoría cobran 500 y otros más «pilas» piden 700 bolívares.
