Bajos salarios y presión laboral aumentaron renuncias en el hospital central de San Cristóbal
Los bajos salarios y el acoso laboral obligaron a los trabajadores del Hospital Central de San Cristóbal a protestar de manera pacífica, para exigir que se atiendan todos los problemas que viven en el centro asistencial, y que han traído como consecuencia que más de 80% del personal haya abandonado su trabajo para buscar mejores oportunidades.
El sueldo que llega a los 60 mil bolívares prácticamente lo gastan en pasajes, por lo que creen que el poco personal que asiste a sus puestos de trabajo lo hace por vocación. «Este sueldo se desvanece en el momento en que el trabajador paga para asistir a su trabajo 60 mil bolívares mensuales de transporte urbano y los que pagan extraurbano gastan 150 mil y cuando llegan al centro de San Cristóbal deben venirse caminando hasta el hospital, para economizar ese gasto», manifestó María Ramírez, secretaria ejecutiva del sindicato de obreros de la salud del Táchira.
Ramírez narró que el gobierno nacional aprobó un bono de 20 mil bolívares por concepto de uniformes y aún no se lo han cancelado. “Eso no alcanza ni para comprar las trenzas de los zapatos y en el hospital el patrono se ha dedicado a exigirle a los trabajadores sus uniformes porque si no los devuelven , o los sacan del servicio”, indicó.
Aseguró que muchos de los trabajadores llegan sin comer y con los uniformes desgarrados y esta situación ha hecho que un importante porcentaje haya renunciado. Precisó que el personal que actualmente está laborando es presionado y amenazado si llega tarde, «hay trabajadores a quienes le dicen que si se muere un paciente él es responsable y va preso», sostuvo.
La representante sindical agregó que las enfermeras, las camareras o las del área de nutrición tienen que doblar turnos para cumplir con su trabajo. «Nosotros cumplimos, pero no vamos a aceptar la recarga laboral , ni el acoso laboral, pedimos y exigimos nuestros derechos y le exigimos al gobierno nacional, principal responsables de esta situación, a que nos atiendan porque ellos firmaron los contratos colectivos y no los dan a valer».
Los trabajadores informaron que hay poco personal en la cocina, hay pocos repartidores de comida, en el laboratorio no tienen bionalista, el banco de sangre no tiene hemoterapista y el déficit de enfermeras es de 840, cuya mayoría ha renunciado este año.
