Cardenal Urosa Savino hizo un llamado a la unidad y la lucha contra la delincuencia
El cardenal monseñor Jorge Urosa Savino hizo un llamado a la unidad del país y a dejar a un lado la violencia y el crimen que tanto dolor ha causado en Venezuela.
Durante la misa central del Nazareno de San Pablo, el arzobispo de Caracas exhortó a las autoridades del país a trabajar para frenar la ola de delincuencia y violencia; e hizo u llamado para que desde la formación familiar se luche contra este flagelo.
Monseñor destacó además en sus palabras la importancia de la fe y enfatizó que no se puede sacar ni al catecismo ni a Dios de las escuelas.
«Debemos buscar todo lo que nos una y rechazar todo lo que nos divida», dijo.
Previo a la santa Misa y ante las preguntas sobre las declaraciones del ministro de Interior, Ramón Rodríguez Chacín, de los supuestos vínculos de miembros de la Iglesia con el narcotráfico dijo: «Ojalá que venga el ministro hasta acá, pero creo que esas afirmaciones deben ser corroboradas con pruebas. Mientras tanto son rumores, y si hay alguien de la iglesia vinculada con eso, debe ser investigada».
Monseñor, desde la Basílica de Santa Teresa, destacó la importancia de este día en el que Jesús asumió el dolor, la humillación y la muerte para salvarnos.
A su llegada a la Basílica de Santa Teresa se mostró emocionado ante la demostración de fe de los fieles que visitaban al Nazareno de San Pablo y todas las demás iglesias en el país.
«Yo creo que la fe cristiana está arraigada en el pueblo venezolano…es una demostración de la fe viva que palpita en el corazón de Venezuela».
«Lo que interesa que es que seamos consecuente con ella y dejemos a un lado la indiferencia religiosa», expresó.
Rechazó la adoración de falsos héroes. «Tenemos que rechazar a todos los ídolos, los dioses de la santería, el dinero es un ídolo, la propia soberbia de cada uno de nosotros, puede ser un ídolo. Sólo Jesucristo puede darnos la salvación y el perdón de los pecados».
Dijo que el día más importante de esta Semana Santa es el Domingo de Resurrección, por el carácter de vida y realización de la fe cristiana «que nos debe llevar vivir con optimismo».
