Controversia en Ciudad Bolívar por costo «patriótico» del traje de la primera dama regional
Están orgullosos y contentos el gobernador del estado Bolívar, Francisco Rangel Gómez, y su esposa, Nidia Escobar, porque este domingo los nombraron madamo y madama de El Callao.
No es para menos: vistosos han lucido ambos durante los últimos tres días, durante un periplo que comenzó en Ciudad Bolívar, se detuvo en Ciudad Guayana y bajó hacia la localidad sureña (que en estos días padece la angustia por la desaparición, sin pistas ni llamadas, de un comerciante).
Allí, en El Callao, ambos, acompañados por la ministra del poder popular para el Turismo, Marleny Contreras, y la cantante Daniela Cabello (esposa e hija, respectivamente, del diputado monaguense que en VTV exhibe un garrote fálico, si se le pone cuidado a las teorías de Freud), recibieron el certificado y decretaron al calipso como patrimonio cultural de la región.
Venga, que la ocasión no podía ser gris, sino colorida. Todo lo que se pudiese. Y la primera dama se lo tomó muy en serio, como lo hace en cada febrero.
Se le vio cromática. Señorial. Imponente. Sonreída. Al lado de su esposo, de Contreras, de Cabello y del séquito habitual: el alcalde de Heres, Sergio Hernández, y el secretario general de gobierno, Teodardo Porras
No podía pasar inadvertida. No podía, con los acetatos, los cristales, las piezas de metal; no podía, con las plumas de gallo, las lentejuelas, las cuencas. Mucho color. Y todo eso sin contar el maquillaje.
No podía pasar inadvertida porque, según diseñadores entendidos en este asunto, los materiales para el vestido de la primera dama, tan combatiente como chic, no costaron menos de 500 mil bolívares. Y si a ello se suma la mano de obra, que no es cualquier pelusa, se puede hablar del millón de bolívares para la exhibición de la prenda socialista y carnestolenda.
El madamo, por su parte, no quiso ser ostentoso. No tanto: los consultados apuntan a que su camisa, de tendencia trinitaria y, júralo, importada, no baja de unos patrióticos 40 mil bolívares, reseñó El Correo del Caroní.
Pero recuerde usted, como para matar el tiempo mientras hace su cola en Pdval o en Bicentenario, que no solo fue ayer, domingo. El viernes, en Ciudad Bolívar, en la inauguración oficial del Carnaval, Nidia Escobar, encaramada en una carroza, también lució un traje. No, no fue el mismo atuendo de ayer, que la guarde la providencia o cualquier ente del más allá. El vistoso rosado, con menos tinglados pero sí con el palette de lentejuelas, organza, malla, y piedras de Swarovski, pudo costar 500 mil bolívares. Pero vamos, qué tanto: la fiesta bien lo vale. Vaya usted, dese una vuelta por las tiendas y compre su disfraz también. O a su hijo, por lo menos. No sea aguafiestas, que la cosa tampoco es para tanto.
En estos días circuló el video de un anciano que, lloroso, relató los maltratos que sufrió por parte de la Guardia Nacional Bolivariana mientras hacía, bajo solazo, una cola para comprar jabón. Ojalá se le perdone por tal negritud de ánimos. Hay mucho que hacer en estas fiestas. Y si no tiene usted mucho por hacer, acá le dejamos una tarea: buscar en el diccionario el significado de la palabra kitsch.
El traje del viernes, según calculan diseñadores consultados, fue menos costoso: alrededor de 500 mil bolívares
