Federico Peña: “Primero Justicia está ganada a competir en elecciones libres y transparentes”

Marighzell Lucena – Vargas – @mlucena15

Para la dirigencia regional del partido Primero Justicia (PJ), no se está inhibiendo de participar en un proceso electoral, pues por el contrario, se está exigiendo los cambios que garanticen la realización de comicios realmente libres y sin vicios.

Federico Peña, secretario de organización de PJ Vargas, afirma que “estamos ganados a competir electoralmente cuando se encuentre una verdadera participación en elecciones libres y democráticas; donde sea totalmente transparente los métodos de la organización”.

Alega que las exigencias o garantías que favorecen a la transparencia de un proceso comicial, pasan por la publicación y auditoría de los cuadernos de electores por centros, comparándose con los últimos tres procesos comiciales convocados. En segundo término cuestiona la simplificación de las mesas y el cambio migratorio de electores de un centro a otro, así como el hecho de que el registro de nuevos votantes dejó de ser publicó y su proceso de actualización.

“No es aceptable el uso de vehículos públicos, personal militar, dinero del estado en todos los centros de votación atemorizando o amenazando al ciudadano a que debe votar por el gobierno o la obligación del voto asistido. Para nadie es un secreto que en los desarrollos urbanísticos de Playa Grande y el Aeropuerto, el mismo CONAS, camuflageado fue tocando de puerta en puerta sacando a la gente a votar; también en Carlos Soublette y Catia La Mar llevaron a los vándalos armados de Tupamaros o a la gente de los sectores populares que le regalaron línea blanca para luego sacarlos obligados por la opción del gobierno. Todo eso, además de la falta de la tinta indeleble favoreció a que un elector pudiera votar entre dos y tres veces”, explicó.

Peña considera que bajo condiciones adversas es difícil participar y que por el contrario, desmotivaría aún más al electorado. Asegura que para nadie es un secreto que en Vargas, García Carneiro no ganó las elecciones, que robaron al candidato del cambio y la alternativa democrática, José Manuel Olivares, pues no hubo ni siquiera celebración ante el repudio expresado por los ciudadanos cuando algunos personeros del gobierno iban a los centros de votación y eran abucheados.