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Figueredo: Hemos sido complacientes en el tema de Guyana

La crisis con Guyana sigue encabezando los temas de la opinión pública y creando análisis en los principales centros de estudios del país.

Este jueves los embajadores, Emilio Figueredo Planchart y Sadio Garavini Di Turno, expusieron en el Ifedec sus puntos de vista sobre “La Crisis con Guyana”, a la luz de las concesiones otorgadas por Guyana, así como los aciertos y desaciertos del gobierno Venezolano en torno al tema.

Para ello hicieron un recuento de los antecedentes históricos del despojo que sufriera Venezuela del territorio esequibo –a raíz de Laudo Arbitral de 1899, así como todos los acontecimientos generados a partir del Acuerdo de Ginebra de 1966.

Eduardo Fernández, anfitrión del foro, al presentar a los expositores, conceptualizó este despojo como “una herida abierta” en el corazón de la nación, y recordó que hay evidencia de que el objetivo del Imperio Británico era “controlar la desembocadura del río Orinoco”.

Fernández afirmó que en el laudo arbitral, se topó una potencia emergente, los Estados Unidos, con “el apetito insaciable de la Pérfida Albión”. Esto en momentos, en que Venezuela estaba distraída con una de las tantas revoluciones del Siglo XIX, la Revolución Restauradora “de los 60”.

También resaltó que la decisión arbitral siempre ha sido rechazada por Venezuela, y que celebra que en la nueva crisis, de este viejo problema, el gobierno haya reconocido el Acuerdo de Ginebra, como punto de partida para una solución; y que en su alocución, Nicolás Maduro haya señalado que, es el presidente de todos los venezolanos, y no únicamente de sus partidarios.

Las negociaciones

El embajador, Emilio Figueredo Planchart, editor de Analítica.com, expuso de inicio algunos detalles de la legislación internacional.

Explicó que luego de la independencia, y a pesar de lo establecido en las “cédulas reales”, son los decretos presidenciales y las instrucciones dadas a sus negociadores los que establecen los límites del país.

En este sentido, señaló algunos antecedentes en los gobiernos de Juan Vicente Gómez (1908-1935), y de Marcos Pérez Jiménez, en 1952.

En su recuento histórico, el embajador Figueredo advirtió que desde la firma del Acuerdo de Ginebra en 1966, Guyana ha tenido la fortaleza de contar casi siempre con los mismos negociadores, egresados de la Universidad de Oxford, y por consiguiente, del más alto nivel académico.

Relató Figueredo que posteriormente Cordobés -un alto funcionario de la ONU- trató de imponer un método de solución sui generis, en el cual habría conciliación, y de no resultar, de ir a un arbitraje.
Dados los antecedentes del Laudo Arbitral de 1899, el embajador Figueredo señaló que Venezuela no aceptaba un nuevo arbitraje. La propuesta Cordobés, a petición conjunta de Venezuela y Guyana al secretario general de la ONU, fue descartada.

En 1970, los dos países firmaron el llamado “Protocolo de Puerto España”, en el cual se congeló la aplicación del mecanismo de solución. Lo que no impidió negociaciones entre los dos gobiernos.
Sería en el segundo gobierno del presidente Carlos Andrés Pérez (1989), cuando el Javier Pérez de Cuellar, secretario general de la ONU, designó un “buen oficiante”. Aclarando, que con esta figura, el buen oficiante “no tiene capacidad propia” para imponer una solución.

¿Porqué estamos aquí?

Emilio Figueredo analizó –con ayuda de la proyección de un esquema- ¿Porqué estamos aquí?. “Durante 15 años, el gobierno ha mantenido una actitud complaciente en su relación con Guayana y el Caricom”, afirmó.

Fundamentando su señalamiento, en que a pesar que en el 2004 el presidente Hugo Chávez rechazó se otorgara una concesión en el territorio del Esequibo venezolano, para la instalación en una base de lanzamiento espacial, luego en visita a Georgetown (2007), calificó la reclamación como una “herencia del colonialismo y maniobra de los EEUU”.

En la misma visita, Chávez “admitió que Guyana otorgue concesiones que beneficien a su población”.

Todo esto, puntualizó Figueredo, en un ambiente donde “ha habido numerosos silencios frente a actos del gobierno guyanés desconociendo derechos de Venezuela en la Zona en Reclamación”.

Posteriormente, en el 2007, el mismo Chávez dijo que entendía que se desarrollaran actividades económicas en el área en reclamación”.

En su análisis, el embajador abordó que en la posición complaciente de los gobiernos de Chávez y Maduro, habría influenciado el asesoramiento cubano.

Recordó que Cuba “siempre ha apoyado a Guyana”. Entre otras razones, por haberse prestado para que los aviones de transporte militar cubanos, utilizaran los aeropuertos guyaneses, en las operaciones militares de Cuba en África desde la década de los 70.

Citó Figueredo, que a favor de Guyana, destacan las declaraciones de Ricardo Alarcón, canciller cubano, quien el 7 de octubre de 1981, declaró al respecto.

“Hemos sido deshonrosamente complacientes. El gobierno no ha protestado las concesiones otorgadas en el área en reclamación y en las áreas soberanas de Venezuela que no están en disputa”, afirmó el embajador Figueredo Planchart.

Guyana se aprovecha

Consideró Emilio Figueredo, que el espacio abierto por la complacencia del gobierno venezolano desde 1999, ha sido aprovechada por Guyana.

Lo que se ha evidenciado con el avance de Guyana, para imponer su posición frente a Venezuela. Entre lo destaca el acuerdo de “delimitación con Surinam”; “la solicitud de Guyana, a la comisión de la Conferencia del Mar, para extender su plataforma continental hasta 350 millas, penetrando en aguas de la plataforma continental del estado de Delta Amacuro”; y el otorgamiento de “concesiones petroleras, tanto en la zona en Reclamación, como en aguas venezolanas”.

Una estrategia que ha concluido en plantear que “el caso debe ir a la Corte Internacional de Justicia”.

Suficientes argumentos

A pesar que Guyana tiene la ventaja la posesión del territorio, Figueredo llama la atención de que Venezuela con su reclamo tiene la contención. Lo que obligaría al gobierno venezolano a ejercer su derecho a la protesta y rechazo de las acciones unilaterales de Guyana.

Entre estas acciones, se encuentra el trazado de límites marinos –no acordado entre las partes- que cierran la salida que ha tenido y tiene Venezuela hacia el Atlántico. Para lo cual ha tratado de apuntalar, otorgando permisos de exploración petrolera y concesiones.

Explicó, que geo-morfológicamente, Venezuela tiene suficientes argumentos legales en cuanto a plataforma continental, para rechazar en cualquier instancia su soberanía en esas áreas.

Decreto 1787

Para Emilio Figueredo, el gobierno no habría calculado las consecuencias de la aprobación del Decreto 1787, en el cual se crea la “Zodimain” (Zonas Operativas de Defensa Integral Marítima e Insular).

“El decreto ha provocado las protestas de Surinam, y vendrán las de Francia”, afirmó.

Siendo probablemente lo peor del decreto, que si las FFAA no lo acata, resultaría ser “un decreto bufo”.

La impresión del embajador Figueredo, es que pudiéramos estar frente a una especie de Galtierazo, en alusión a la invasión argentina (1982) a las islas Malvinas en posesión del Reino Unido.

Una acción del presidente argentino de entonces, el general Leopoldo Gualtieri, en momentos en que el gobierno militar se encontraba en el más bajo nivel de popularidad, y en medio de una grave crisis económica.

También encuentra el embajador, que no se ha detenido la dependencia del micrófono. En tanto el gobierno no ha se ha dado pro aludido, con la decisión de apoyo a Guyana de la Caricom y el Commonwealth.

Advirtió Figueredo, que a raíz de este decreto se ha internacionalizado el conflicto. Lo que también ha involucrado la delimitación de áreas marinas con Colombia, que siempre ha tenido interés en priorizar la delimitación en el Golfo de Venezuela, del resto de delimitaciones pendientes tierra adentro.

Finalmente, Emilio Figueredo Planchart advirtió que se debe insistir del acceso del estado Delta Amacuro al Atlántico. “Si no lo hacemos, perderemos no solo esta salida, sino el Esequibo”.

Reseña histórica

El embajador Sadio Garavini Di Turno, quien fuera embajador ante Guyana, realizó un pormenorizado recuento de este conflicto con Guyana. Para lo cual llamó al atención, de que “hay dos interpretaciones del Acuerdo de Ginebra”; y que, “cuando se tiene la razón jurídica, no se discute”.

Sobre el Protocolo de Puerto España, Garavini enfatizó que “no significó un congelamiento de las conversaciones entre Guyana y Venezuela”.

Cuestionó la complacencia con las inversiones en el territorio en reclamación, por cuanto protestarlas, es “prácticamente es una de las pocas herramientas que tiene Venezuela”.

Sin embargo, el embajador Garavini señaló que tenemos una oportunidad de reafirmar la soberanía en el área marina, proseguir el patrullaje en esa área, y que se debe nombrar un negociador a tiempo completo.

“Esta crisis puede convertirse en una oportunidad, para reactivar la negociación prevista en el acuerdo de 1966”, expresó.

Analizó que el status quo, que satisfacía hasta ahora a Guyana, “ya no les satisface”, y que “no es factible el oficiante, por cuanto Guyana no lo admite”.

“Hace falta una política de Estado”, para lo cual exigió transparencia y buscar consenso.

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