Gobierno de Guaidó exige libertad plena para Requesens y los 386 presos políticos
El Gobierno de Guaidó reafirmó que Juan Requesens no debió pasar ni un minuto secuestrado y exigió la libertad plena del diputado junto con la de todos los presos políticos civiles y militares del país. «Compartimos con la familia Requesens el sentimiento de saber que, aunque sigue sin libertad, ahora se encuentra en casa».
El presidente encargado de Venezuela, Juan Guiadó, insistió que el arresto domiciliario no es una victoria total. Sin embargo, reiteró que se hará justicia para los 386 presos políticos que mantiene Nicolás Maduro.
A través de un comunicado, el Gobierno encargado recordó que desde hace más de dos años, Requesens estuvo secuestrado por Nicolás Maduro y sufrió una farsa de proceso judicial que demostró todos «los desmanes que es capaz de hacer la dictadura contra quienes se oponen a ella». Fue vejado y mostrado en deplorables condiciones en los medios de comunicación. Fue drogado para forzar falsas declaraciones. A su familia se le impidió el derecho a visitarlo durante largos períodos de tiempo, y le fue negado y violentando todo el debido proceso.
Asimismo, reconoció su templanza y lucha junto a su admirable familia y recordó que la medida de casa por cárcel no es justa ni suficiente. «Juan Requesens debe estar en libertad plena junto con todos los presos políticos y militares que hoy ven sus vidas en riesgo en un contexto tan delicado como lo es el de la pandemia por COVID-19».
Advertencia a la comunidad internacional
Por otra parte, advirtió a la comunidad internacional una práctica común de la administración oficialista, “la puerta giratoria”, a través del cual liberan a una cantidad determinada de secuestrados para posteriormente capturar a otras dirigentes políticos.
«Maduro necesita y usa rehenes, siendo una práctica común entre grupos guerrilleros, narcotraficantes y terroristas, lo que evidencia su naturaleza criminal», sentenció.
Por último, insiste que la única solución para poner fin a situaciones tan crueles como las que padecen los 386 presos políticos que hoy siguen en las cárceles es la salida de la «dictadura» y la realización de elecciones presidenciales y parlamentarias justas, libres y verificables.
