Jorge Volpi cree que conflicto Uribe-Chávez les ayuda a afianzar su apoyo popular
El escritor y ensayista mexicano Jorge Volpi dijo hoy que el «nivel de confrontación» entre Colombia y Venezuela «beneficia internamente» tanto a Álvaro Uribe como a Hugo Chávez ya que, aseguró, les ayuda a consolidar su apoyo popular.
Volpi promociona estos días en Madrid su libro «El insomnio de Bolívar. Cuatro consideraciones intempestivas sobre América Latina en el siglo XXI», que obtuvo el II Premio Debate-Casa de América y que se compone de cuatro ensayos a través de los cuales intenta reflejar distintos aspectos de la realidad de la región.
En una entrevista con Efe, el autor de «En busca de Klingsor» se refirió al último conflicto entre Colombia y Venezuela, después de que Chávez instara a los militares y a la población a «prepararse para la guerra» ante una eventual agresión de Estados Unidos, indicó Efe.
Sus relaciones atraviesan otro período de tensión derivado del convenio militar firmado entre Bogotá y Washington que prevé el uso de siete bases colombianas por fuerzas estadounidenses y que Chávez considera una «amenaza» para la seguridad regional.
«Creo que a ambos les conviene este momento de conflicto desde el punto de vista interno. Si Chávez lleva la confrontación retórica a este extremo es por su enorme pérdida de popularidad ante la situación económica», opinó Volpi (Ciudad de México, 1968).
Aseguró que al presidente colombiano «le funciona exactamente igual de bien», a poco tiempo del referéndum que puede abrir la puerta a su tercer mandato.
«La confrontación con Venezuela no hace mas que ayudar a Uribe internamente a consolidar su apoyo popular», matizó.
Tras recordar que el uso de las bases colombianas por parte de EEUU «incomoda» a la mayor parte de países latinoamericanos, incluyendo Brasil, el escritor mexicano consideró que en cuanto Chávez disminuya su posición decrecerá también la confrontación.
Y es que, según Jorge Volpi, Venezuela «en ningún momento querría una confrontación real con Colombia, con un Ejército mejor entrenado y con mucha mayor capacidad de movilización» que el venezolano.
Mostró su convicción de que Uribe y Chávez dialogarán y superarán «de alguna manera» su enfrentamiento y subrayó el hecho de que Brasil esté tratando de mediar entre ambos.
«La influencia de Lula sobre Chávez siempre ha sido moderadora y positiva», apostilló el también director del Canal 22 de televisión de México.
Opinó que el mandatario venezolano y su «bolivarianismo militante» se ha ido haciendo «con todos los espacios de poder del país» con métodos «aparentemente democráticos» que han «subvertido» la democracia desde dentro.
«Ha tenido la enorme habilidad de sobrevivir y de mantener una retórica muy encendida, pero en la práctica no ser tan incendiario en los hechos, sobre todo en la política internacional».
De lo negativo destacó su «espíritu autoritario y mesiánico, que resulta muy peligroso para América Latina».
Para Jorge Volpi el futuro inmediato de la región es «bastante complicado», con problemas «ancestrales» aún sin resolver como la pobreza y la desigualdad principalmente, junto a la inseguridad, la violencia y el narcotráfico.
Fruto de ello se ha generado un «caldo de cultivo para la aparición de liderazgos carismáticos, de caudillos democráticos».
A su juicio y, aunque reconoce los grandes avances en estos 200 años, la posibilidad de una integración latinoamericana en un futuro cercano «se ve muy difícil debido al peso enorme del nacionalismo y por las propias discrepancias regionales».
«El insomnio de Bolívar» también dedica espacio a Cuba y Volpi resumió los 50 años de Revolución de «amarga». «Las expectativas desatadas en el inicio fueron viéndose cada vez más traicionadas, hasta llegar a este momento de larguísimo proceso de agonía de Fidel y de la Revolución en general», añadió.
La muerte de Castro, continuó Volpi, supondrá un «quiebre definitivo, simbólico» y no se sabe «qué puede ocurrir».
«La historia ha enseñado que la muerte de un dictador o de alguien tan poderoso desata fuerzas desconocidas que quizás impidan ese control que se quiere ejercer», agregó.
El escritor mexicano también habló de la situación que atraviesa su país por el narcotráfico y la violencia y, en este sentido, abogó por una estrategia conjunto con EEUU.
Aunque dijo que se trata de grupos criminales que «deben ser combatidos», apuntó que la idea de una «guerra contra el narcotráfico como enarbolan varios países, sobre todo México, es un contrasentido».
«No se trata de una verdadera guerra, sino de un combate que se libra contra los capos de organizaciones criminales, que no puede convertirse en la agenda única. El problema principal de México no es la inseguridad, sino la desigualdad y la pobreza», matizó.
