Malas expectativas amenazan estabilidad del bolívar
Desde el punto de vista lógico, matemático, macroeconómico, el objetivo de contar con un tipo de cambio promedio de 770 bolívares el año entrante no presenta inconsistencias. El escollo para el ministro de Finanzas, Nelson Merentes, y el equipo que elaboró el presupuesto de 2002 está en el campo de las expectativas, en la posibilidad de que empresas y depositantes no se comporten como indican los libros de texto.
En un intento por encender de nuevo el tren de la economía las autoridades financieras de Estados Unidos desplomaron las tasas de interés a 1%, de tal forma que es más rentable conservar los bolívares e invertirlos en bonos emitidos por el Banco Central, colocaciones a plazo o papeles comerciales de empresas emblemáticas como La Electricidad de Caracas.
Tesoreros de las principales torres financieras del país agregan a lo anterior que los ahorristas o compañías que decidieron adquirir divisas ya lo hicieron, del sistema financiero ha salido 1,5 billones de bolívares, así que con tasas de interés que ofrecen mejores rendimientos, reservas internacionales que unidas al FIEM suman $19.564 millones, la estabilidad del bolívar está técnicamente garantizada.
