Olivares: “La lucha estudiantil me formó como el dirigente que soy”

Por Marighzell Lucena
Vargas

Con 31 años de edad, José Manuel Olivares, diputado de la Asamblea Nacional (AN), por el estado Vargas, es uno de los rostros en el nuevo liderazgo político del país, cuya vocación de servicio asegura fue consolidada en su paso por la Universidad Central de Venezuela (UCV), de donde egresó con el título de Médico Cirujano y luego realizó un postgrado en Oncología, Radioterapia y Medicina Nuclear en el Hospital Universitario de Caracas (HUC).

Formó parte del movimiento estudiantil del 2007, fue Presidente del Centro de Estudiantes de la Facultad de Medicina, Consejero de la Facultad de Medicina, posteriormente Consejero Universitario de la UCV, y coordinador de la comisión de Enlace UCV – Ministerio de Salud y el Parlamento Nacional de Jóvenes y Estudiantes. Todas estas experiencias, fueron puliendo en él, su vocación de servicio, el compromiso con la justicia y con una sociedad de iguales.

“Mi experiencia universitaria es sin duda una de las mejores etapas de mi vida. No sólo porque me formé como médico, no sólo porque tuve grandes profesores y porque construí grandes amistades, sino porque mi vocación de servicio fue fortalecida en esas aulas. Sin duda yo le debo mucho de lo que soy hoy a cada experiencia que enfrenté en la UCV”, dijo el parlamentario.

Comenta Olivares que el año 2007 fue un año decisivo para su transitar a la vida política. Siendo presidente del Centro de Estudiantes de la Escuela de Medicina de la Universidad Central de Venezuela, ocurre el cierre del canal televisivo RCTV, lo que generó la mayor movilización estudiantil desde la Generación del 28. “De tener como gestión las reivindicaciones estudiantiles, pasamos a estar en las calles de Venezuela en protestas pacíficas. Exigíamos libertad de expresión y también planteamos el rechazo a la Reforma Constitucional promovida por el fallecido presidente Hugo Chávez”.

Para Olivares asumir el liderazgo más que un reto es un compromiso que asegura pudo descubrir como dirigente estudiantil. “Decidí ser dirigente estudiantil porque soy una persona comprometida con la justicia y las

eivindicaciones sociales. En este caso reivindicaciones estudiantiles, como el pago justo de la beca, acceso a libros y a herramientas para la formación. Asumí el liderazgo de muchos jóvenes que teníamos que alzar la voz y defender una postura de defensa a la universidad”.

Explica el joven guaireño que en ese momento descubrió que las luchas universitarias son muy parecidas a las de cualquier ciudadano común. “Luchamos por una mejor calidad del transporte, un mejor comedor, becas más justas. A la final eso es lo mismo que aspira un vecino común, que la plata le alcance, tener acceso a la comida, tener calidad en los servicios. Esa son las luchas de cualquier venezolano, independientemente de la tendencia política que tenga o de la clase social. El deseo es el mismo en el barrio, que en la urbanización: que tu esfuerzo y trabajo rinda frutos y valga la pena”.

Olivares acota que lo que lo impulsó a ser parte de la generación estudiantil de 2007 fue sentir cercenada la libertad de expresión. “Me dije, este no es el país que quiero para mi futuro o el de mis hijos. No soy persona de dejarles a otros la solución de temas que me conciernen. Por eso asumí la responsabilidad de conducir la protesta y de allí en cada espacio me he ganado el respeto de la gente, con humildad y compromiso”.

Entre la salud y la política

Como parte de ese liderazgo, señala, que surgió la necesidad de asumir la tarea de transformar la política, de rescatar su accionar como una herramienta de solución a los problemas que aquejan a la ciudadanía. Como muchos otros de sus compañeros de la época hoy comparte la pasión por la medicina y la política, en dos escenarios muy diferentes pero asegura que con la misma vocación de servicio.

“Yo me formé como profesional de la medicina, para servirle a los venezolanos, me especialice en medicina Oncológica y Radioterapia para salvar vidas; en definitiva yo veo la salud y la política como un apostolado, me considero un servidor público, y ahora lo estoy cumpliendo en mi rol de diputado y será la misma premisa para enfrentar cualquier otra responsabilidad política, que me sea otorgada a través del voto por mis hermanos varguenses”, dice.

“Hasta aquí nos ha traído el compromiso. En 2007 hablábamos de hacer Política, con P mayúscula, política con principios y valores. Política por y para la gente. Esa era la consigna y hoy estamos trabajando para hacerla posible, desde los espacios que nos han tocado, desde la Asamblea Nacional y algunos como alcaldes”.

La Anécdota

Sostiene que son muchas las anécdotas y experiencias que marcaron huella en su crecimiento como líder estudiantil y político. “Es muy difícil resumir en una anécdota una de las épocas más movidas, políticamente hablando, de mi vida. Más que una anécdota, yo siento que estar en la avenida Bolívar ese 29 de noviembre de 2007, en el acto de cierre de campaña por el No, impulsado desde el movimiento estudiantil, es en sí mismo toda una anécdota.

Teníamos entre 21 y 25 años. Éramos unos muchachos y llenamos la avenida Bolívar! Y nos tocó a nosotros llamar a la gente y decir: ¡Vamos a votar! Imaginen la emoción, no sólo de estar en la avenida Bolívar, sino hablar en la avenida Bolívar repleta de gente. También era emocionante conocer a los jefes de los partidos, a los dirigentes con más experiencia y que muchos hoy son nuestros colegas diputados”.

Un momento memorable

Para José Manuel Olivares uno de los acontecimientos de mayor trascendencia fue la madrugada del 3 de diciembre de 2007, al conocerse los resultados que daban como ganadora la opción del No en el referéndum por la Reforma Constitucional.

“Nosotros derrotamos a Chávez. Y digo nosotros porque en ese momento había una gran diatriba si ir a votar o no. Si participar o no. Y la dirigencia estudiantil se colocó al frente. Conocer que habíamos ganado fue una emoción inmensa. Esa sensación de victoria. Fue el primer triunfo de la oposición que veníamos de derrota en derrota. Rescatamos el valor del voto. Reivindicamos el valor de la participación ciudadana. Una ruta que debe ser fortalecida y valorada en estos momentos, cuando tenemos un gobierno que no quiere elecciones”.

Otro momento importante fue en el año 2008, cuando junto a otros compañeros estudiantes de medicina, decidió encadenarse en las afueras del Ministerio del Poder Popular para la Salud, en reclamo a mejoras en el pago de las becas que recibían los bachilleres que se formaban como médicos en las aulas de la UCV.

“Es la lucha estudiantil la que me formó como dirigente, me enseñó el arte de escuchar y de persuadir, a organizar con pocos recursos. Me enseñó a no tener miedo a llamar a las cosas por su nombre y también me enseñó a ser exigente y crítico conmigo mismo. No puedo exigirles a otros lo que yo no soy capaz de hacer. Por eso sigo estando enfrente de cada marcha, de cada protesta y de cada reclamo. Sigo siendo la voz de quienes me han elegido”, sentencia.