Peso del Estado en la economía se eleva hasta 29,5% del PIB
Dispuesto a minimizar al ala privada de la economía, la administración de Hugo Chávez impulsa un plan de expansión del Estado que, por ahora, ha incluido a la Cantv, al sector eléctrico, el incremento en las operaciones de la Faja del Orinoco, un grupo de empresas que proveen servicios a Pdvsa, Sidor, Banco de Venezuela, tres cementeras, diversas compañías de alimentos y fincas.
Las estadísticas del Banco Central aún no reflejan completamente el impacto a la espera de que se concreten todos los anuncios, no obstante, contabiliza el efecto de la adquisición de la Cantv, las compañías eléctricas y el incremento en la participación de las empresas mixtas de la Faja y ya hay resultados palpables.
Entre el primer trimestre de 2007 y el mismo período de este año el sector público incrementa su peso en la economía, y de dominar 25,5% de la producción total de bienes y servicios (PIB) avanza hasta 29,5%.
Todo marcha de acuerdo a la estrategia. El documento que establece las «Líneas Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación» contempla la pérdida de terreno del sector privado a manos de las empresas del Estado y empresas de economía social (EPS).
Las EPS, llamadas a crear un sistema «interconectado, que progresivamente abarcará el mayor número de actividades económicas», funcionarán sin discriminación social en el trabajo», sin «privilegios asociados a la posición jerárquica» y donde «los trabajadores se apropiarán del excedente económico resultante, que se repartirá en proporción a la cantidad de trabajo aportado» .
Además, el plan dibuja un escenario similar a una política de sustitución de importaciones donde «se avanzará sustancialmente en la consolidación del carácter endógeno de la economía», potenciando «la capacidad interna de producción de bienes y servicios».
Efraín Velásquez, presidente del Consejo de Economía Nacional, estima que el aumento del sector público «es importante en cuanto ocurre en un contexto donde no hay inversión para la expansión, se trata de cambios en la posesión de los activos».
Por las compañías eléctricas y la Cantv el Gobierno ya desembolsó 2.700 millones de dólares y por Sidor se comprometió a pagar otros 2.000 millones de dólares, por el resto, firmas privadas como Ecoanalítica calculan un cheque de al menos 9.000 millones.
Así, en total, el Estado pondría sobre la mesa una cifra que ronda los 14.000 millones de dólares sin crear nuevos empleos, pero avanzará en el objetivo principal de crear un nuevo orden económico.
En las décadas del sesenta y el setenta, los gobiernos venezolanos intentaron desarrollar un tejido industrial desde el Estado, no obstante, las empresas nunca alcanzaron el objetivo de exportar para que el país disminuyera la dependencia de los petrodólares y en la mayoría de los casos tampoco lograron la rentabilidad.
Ronald Balza, profesor de microeconomía en la Universidad Central de Venezuela, se pregunta «¿cuál es el criterio de sustitución de importaciones? En el pasado se protegió a una serie de sectores, no se desarrollaron y al desaparecer la protección todo se vino abajo».
Hasta ahora el país no ha avanzado en el intento de diversificar las fuentes de ingresos. Las exportaciones no petroleras del primer trimestre de 2009 se ubican en el nivel más bajo en trece años y el crudo provee 92 de cada 100 dólares.
Otro factor a tomar en cuenta es que el crédito destinado a la industria tan solo representa al cierre de abril 4,08% del total de préstamos de la banca, una proporción muy baja en un país que tiende a diversificarse.
El Estado cuenta con el control del reparto de las divisas, lo que permite que el sector público de la economía se mantenga aislado del impacto en el descenso de los precios del crudo y amplíe su capacidad.
Así, las importaciones no petroleras del sector público aumentan 93% en el primer trimestre mientras que las de las empresas privadas crecen 2,3% y deberían comenzar a descender en los próximos meses desde que Cadivi les redujo la asignación de divisas en 35%.
