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Piden intervención del geriátrico de Ejido porque los abuelos pasan hambre

Nora Sánchez / Mérida
@norasan16

Adultos mayores que residen en la Unidad Geriátrica “Dr. Ricardo Sergent”, ubicada en la ciudad de Ejido, municipio Campo Elías del estado Mérida, pidieron la intervención de la institución, en la cual dicen pasan hambre, han perdido peso, no les dan los artículos de higiene personal y no hay una limpieza adecuada porque no hay productos para realizarla. Además, la infraestructura tiene daños que no se han reparado y hasta chiripas hay en las habitaciones.

Al grupo de abuelos, que prefirió el anonimato, se les sumaron para las denuncias los trabajadores del geriátrico, el cual depende directamente del Instituto Nacional de Servicios Sociales (INASS), el cual es un organismo adscrito al Ministerio del Poder Popular para las Comunas y Protección Social.

Los trabajadores denunciaron acoso laboral, malos tratos, despidos injustificados y presuntos hechos de corrupción por parte del director de la Unidad Geriátrica, Josué Jesús Carmona.

Quieren comer mejor

En los últimos meses los adultos mayores residentes del geriátrico, los cuales son 97 en total, han perdido entre 4 y 6 kilos de peso porque según dijeron “nos tienen pasando hambre”.

“El ciudadano director está empeñado en cada día reducirnos más la comida y esta no es nutritiva porque en el desayuno y la cena nos dan arepa hecha con arroz y un poco de harina de maíz, una cucharada de requesón y en el almuerzo si nos ponen espaguetis no nos colocan más nada, solo un vaso de agua caliente con un poquitico de azúcar”, denunció un adulto mayor que prefirió el anonimato y acotó que “parecemos cadáveres ambulantes” para referirse a la situación de hambre en la que se encuentran.

La mayoría de los abuelos se quejaron por la poca y mala comida que les dan y aseguraron que mientras ellos pierden peso, el director del geriátrico, del que aseguran es familiar de la vicepresidenta del INASS, “desayuna, almuerza y cena en la institución con buena comida, mientras que la nuestra es poca y nada nutritiva”, dijeron.

No hay bienestar

José Guillermo Pérez, adulto mayor que llegó al geriátrico hace un mes aproximadamente desde la ciudad de Caracas, aseguró que ha perdido 4 kilos porque no le dan suficiente comida.

Dijo que no les dan medicamentos ni artículos de higiene personal, cuando los mismos deben ser garantizados por la institución, al mismo tiempo resaltó que por falta de artículos de limpieza no hay un buen servicio y hay casos de escabiosis, así como daños en la infraestructura, sobre todo en las habitaciones donde hay paredes rotas y salen olores de aguas servidas, lo que afecta la delicada salud de los abuelos.

Pérez denunció que no hay garantía de traslado a centros de salud porque la ambulancia está parada por falta de cauchos y en las mismas condiciones está el autobús.

Ante el poco bienestar que perciben los abuelos brindan en la Unidad Geriátrica “Dr. Ricardo Sergent”, los mismos pidieron la intervención, así como una investigación que realice la Fiscalía, la Contraloría y la Defensoría del Pueblo, pues aseguran que hay presuntos hechos de corrupción que van en detrimento de la atención de los adultos mayores.

Son muchas las irregularidades

A la par de las denuncias de los adultos mayores, un grupo de trabajadores del geriátrico, quienes prefirieron el anonimato, denunciaron ser objeto de malos tratos y acoso laboral y describieron casos de presunta corrupción.

Los trabajadores, de clara línea oficialista, pero decepcionados del director, la presunta corrupción y la impunidad, dijeron que los cauchos para la ambulancia y el autobús fueron donados y presuntamente vendidos para beneficio personal.

Aseguraron que el director del geriátrico cobra una mensualidad de 10 mil bolívares a las familias de los adultos mayores para tenerlos en el recinto y a quienes no tienen familiares les cobra la pensión del Seguro Social, requisito del que señalaron es indispensable para ingresar al geriátrico, es decir, «si un abuelo tiene pensión puede ingresar al geriátrico”, resaltaron.

Por otra parte manifestaron los trabajadores que “los donativos que dan las instituciones los vemos cuando llegan, de resto no los volvemos a ver, allí llega azúcar, leche, café, queso, plátano y nada de eso se le da a los abuelos”.

En la misma tónica cuestionaron al director porque presuntamente la comida que llega por Mercal es vendida por él con sobreprecio a sus familiares y amigos. Además, aducen que cuando llega la caja Clap para los trabajadores muchas no son entregadas a todos los empleados, pues acotaron que discrimina la entrega de comida de acuerdo a la lealtad que exista para con su persona.

Numerosas fueron las quejas del personal del geriátrico de Ejido el cual también certificó que son los familiares de los abuelos quienes deben llevarle los artículos de higiene personal y de limpieza, cuando la obligación de la institución es garantizárselos a todos por igual porque para eso hay partidas presupuestarias.

En 35 años de funcionamiento que tiene el geriátrico “Dr. Ricardo Sergent” trabajadores y personas de la tercera edad coinciden que es la peor gestión que ha pasado por la institución en los últimos tres años.

Por eso, también pidieron la intervención del geriátrico e investigar los presuntos casos de corrupción que dicen han visto, como la supuesta desaparición de la comida y despidos que consideran injustificados porque les adjudican acciones no correctas a los trabajadores, cuando quienes las realizan son presuntamente el director y su grupo de colaboradores allegados.

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