Primero Justicia: “Nuestras armas son un bolígrafo y una planilla para el revocatorio”
María Luengo/Zulia
@teresitaluengo
“La justicia podrida de Venezuela se ha dedicado a perseguir y reprimir a la juventud que lucha por mejorar el país, pero defiende a los delincuentes”, denunció Daniel Martínez Yabrudy, secretario juvenil nacional de Primero Justicia, durante una protesta de la juventud zuliana frente a la sede del Ministerio Público para exigir la liberación de las dirigentes Belén Salas y Kristy Mavarez, detenidas por el Sebin.
“En Venezuela 9 de cada 10 crímenes quedan impunes pero la justicia prefiere perseguir a quienes buscan soluciones a los problemas del país. Así nos persiga el Sebin y nos reprima la Guardia Nacional vamos a seguir luchando por la libertad de nuestros amigos y de todos los que se encuentran detenidos injustamente como Kristy y Belén», aseveró.
Martínez destacó que alrededor de 200 jóvenes se encuentran detenidos a nivel nacional aunados a los más de 50 que fueron detenidos tras las protestas del pasado miércoles en diferentes estados.
“Nosotros exigimos que el sistema judicial venezolano trabaje en función del pueblo y no para defender los intereses de un grupito. Los violentos son quienes gobiernan, nuestras armas son una planilla y un bolígrafo para buscar el revocatorio, para cambiar de gobierno de manera pacífica y democrática”, dijo.
Por su parte, Andrés Robayo, secretario juvenil de Voluntad Popular Zulia, indicó: “la juventud democrática se encuentra en la calle para defender los derechos de todos los venezolanos y para denunciar la persecución política que tiene el Gobierno contra la juventud venezolana”. Apuntó que el Estado de Excepción decretado por el presidente Nicolás Maduro es inconstitucional pues «fue rechazado por la Asamblea Nacional así como por la gran mayoría de los venezolanos”.
Para finalizar, denunció “el secuestro y persecución contra del secretario juvenil de la tolda naranja en el municipio Baralt del estado Zulia”, y rechazó que “se usen los organismos de seguridad del Estado como herramienta política y de amedrentamiento”.
