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Trino Márquez: En Venezuela se debe trabajar para recuperar el sistema republicano

Con poco más de tres años en el poder, en la Venezuela del presidente Nicolás Maduro se ha profundizado una de las crisis económicas más grandes de su historia. Estos problemas, evidenciados por la escasez de alimentos y medicinas, han reducido en una importante medida el basto crédito electoral que por años sostuvo el proyecto político del chavismo.

El apoyo del pueblo hacia llamado legado del expresidente Hugo Chávez se ha visto reducido paulatinamente, a causa de la displicencia de un gobierno para abordar con medidas concretas los problemas de la nación, al punto que el rechazo a la gestión actual se ubica en más de 70%, tal y como señalan varios estudios de encuestadoras como Datanálisis y Venebarómetro.

Ante este escenario, el sociólogo y profesor universitario, Trino Márquez, asegura que es el momento propicio para que se avance en una “salida” por una constitucional, pacífica y electoral expresada a través del referéndum revocatorio presidencial.

“Dentro del oficialismo hay sectores que apelan a que la crisis actual se debe resolver mediante una salida constitucional como el revocatorio, porque sería una resolución en donde se invoca la voluntad del pueblo”, afirma Márquez.

El académico sostiene que en el país se debe continuar hacia una ruta de reconstrucción social e institucional que no podrá ser efectuada con el actual régimen, pues su empeño -dice- por irrespetar la independencia de poderes y la soberanía popular hacen insostenible su continuidad en el poder en favor de recuperar «un verdadero sistema republicano».

– El actual desconcierto político parecen dilapidar la formación de una estructura social sólida, ¿cómo evalúa este conflicto enmarcado en la crisis económica? 

El país y la democracia se encuentra actualmente secuestrado por un grupo muy reducido que desconoce a soberanía popular que se expresó el pasado 6 de diciembre del año 2015 para darle el apoyo a los candidatos de la Mesa de la Unidad Democrática.

Se podría decir que a partir de ese momento el Gobierno se dio cuenta que debía cancelar la vía electoral. Con las decisiones tomadas principalmente del Tribunal Supremo de Justicia contra la Asamblea Nacional, lo único que se ha propiciado es la destrucción de la República.

– En ese contexto ¿es posible hablar de una reconstrucción institucional bajo el paraguas de este Gobierno?

Con este régimen es absolutamente imposible que haya tal reconstrucción y además, una recuperación de la democracia de la República. La democracia está regida por tres conceptos básicos expresados en la Constitución. El primero es la autonomía de los poderes públicos; otro es el equilibrio entre estos poderes; y por último, que exista cooperación. Estos principios fundamentales han sido violados, de manera permanente, por el Ejecutivo Nacional. El Gobierno ha desconocido sistemáticamente al Poder Legislativo.

Por otro lado, el régimen está desestimando la soberanía popular que también está contemplada en el cuerpo de la Carta Magna. Esa es una política deliberada del gobierno de Nicolás Maduro porque desprecia la democracia representativa, es decir, repudia el voto como herramienta para que se ejerza la soberanía. La única manera de recuperar la democracia y la institucionalidad del Estado en Venezuela es cambiando al régimen.

– Sin embargo, la MUD, que hoy se vislumbra como el principal proyecto político de transición, ha sido muy cuestionado, pues hay sectores que alegan, por ejemplo, que desde el Parlamento con mayoría opositora no se han impulsado medidas para afrontar la crisis del país, ¿cuál es su opinión?

Creo que la Mesa de la Unidad ha conducido con mucho aplomo, seriedad y acierto esta lucha tan difícil que nos ha tocado a los venezolanos. Destaco que no han abandonado la ruta electoral, a pesar de que el gobierno ha montado un conjunto de provocaciones para tratar de que la oposición se aleje de ese camino con métodos violentos, manifestaciones de calle, con paros intempestivos. Ante esto la MUD ha respondido siempre apegada a la Constitución.

Entiendo que la gente pueda sentirse desesperada y angustiada, y pueda pensar que no valió la pena votar el 6 de diciembre o marchar el 1 de septiembre, pero ese es el objetivo preciso del Gobierno: Convencer a la población que el único camino que existe para salir de ellos es la violencia. Frente a esas amenazas el mensaje es de mantenerse firme con la paz.

– ¿En cuáles aspectos estaría fallando la oposición?

Probablemente haya que fortalecer las relaciones con distintos sectores sociales del país, como los sindicatos, gremios de profesores universitarios, pequeños y medianos empresarios, movimiento estudiantil. Es decir, la MUD debe mejorar su encuentro con el pleno de la sociedad civil.

– Por su parte, sectores de la oposición advierten de eventuales escenarios de violencia si se concreta un bloqueo al referéndum revocatorio presidencial, ¿considera que tal apreciación es factible? ¿qué consecuencia traería consigo la anulación del revocatorio?

Nadie puede prever y desear que en el país ocurran escenarios de violencia, pero el Gobierno está propiciándolos con estas amenazas contra la realización del referéndum revocatorio.  Una medida contra este mecanismo constitucional sería completamente caprichosa, inconstitucional y antidemocrática. Lo que tal decisión pueda generar es muy difícil saberlo. Sin embargo, la oposición debe anticiparse y seguir apelando a los mecanismos legítimos que están establecidos en la Constitución para resistir a esa pretensión que eventualmente podría efectuarse para anular la participación electoral. La mejor manera de hacerlo es a través de la participación popular y la presencia de la gente en las calles.

Hoy en día el gobierno se encuentra débil y aislado. Dentro del oficialismo hay sectores que apelan a que la crisis actual se debe resolver mediante una salida constitucional como el revocatorio, porque sería una salida en donde se invoca la voluntad del pueblo.

El estallido social hay que evitarlo, pero el principal interesado en eso debe ser el Gobierno. Si persiste en torpedear una salida electoral constitucional, adoptando una actitud equivalente a la de la dictadura del Marco Pérez Jiménez, no sabemos qué puede pasar en Venezuela. Unos mandatarios arbitrarios no pueden jugar con la paciencia y la buena fe de la población.

Trino Márquez
“El régimen está desestimando la soberanía popular (…) Esa es política deliberada del gobierno de Maduro porque desprecia la democracia representativa”

– Pero también existen dirigentes opositores que constantemente señalan la posibilidad de invocar el artículo 350 de la Constitución como camino alternativo en caso de no activarse el RR

Es así, pero quien insistió en colocar ese artículo, al igual que la inclusión de referéndum revocatorio, fue el expresidente Hugo Chávez. En el caso del 350 fue para justificar los golpes de militares del 4 de febrero y 27 de noviembre de 1992. Ahora, ¿qué significa el espectro de la desobediencia civil? Es muy amplio y ambiguo. Hay países donde se interpreta como protestas pacíficas, por ejemplo, la decisión de la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia de obligar que la recolección de firmas sea de 20% en cada uno de los estados del país, es una clara violación de la soberanía popular. Es un desconocimiento del mecanismo por el cual se elige el cargo de Presidente de la República. Lo que correspondía, tal y como confirmó la oposición, es ir al proceso bajo esas condiciones. Pero, digamos que se logre recaudar el 20% de apoyos en todo el país, salvo en un solo estado, ¿se va a desconocer la voluntad de más de 4 millones de venezolanos porque falte una entidad? Esa es una prueba para saber lo que significa la desobediencia civil.

– ¿Existe consciente dentro del seno de la población sobre la importancia de la participación popular?

Solo tengo dos indicadores para evaluar eso. Uno es la marcha del pasado 1 de septiembre. Esa actividad logró que más de un millón de personas se volcaran por las calles de Caracas. Creo que el espíritu de esa movilización se mantiene vigente. Por otro lado, están los estudios de las empresas encuestadores en las cuales se afirma que más del 70% de los venezolanos está dispuesta firmar contra Nicolás Maduro.

Marcha de la oposición en la avenida Francisco de Miranda del pasado 1 de septiembre / Foto: Lewin Granados
Marcha de la oposición en la avenida Francisco de Miranda del pasado 1 de septiembre / Foto: Lewin Granados

Aquí diariamente se registran protestas de distinta índole en todo el país que han generado un enorme malestar social. Si nos atenemos a esas señales, se puede pensar que hay una clara voluntad de cambio político.

– Por otro lado, hay un tema del cual se habla constantemente y es el diálogo entre la oposición y el Gobierno ¿ese es un espacio prospero o cree que tal intención ya fue desestimada?

Esa es una opción que acabó el mismo Gobierno. Ellos no están interesados en un diálogo sincero con la oposición. Para esas conversaciones habría sido muy importante facilitar el revocatorio, pero el Ejecutivo se ha dedicado a obstaculizar el RR, al punto de que no sabemos si habrá en el año 2016, incluso, en el 2017.  La responsabilidad para que se dé el diálogo es del Gobierno, no de la oposición. Lamentablemente, lo usan como un engaño para evitar que se lleve a cabo el referéndum. Bajo esas condiciones, es imposible que se concrete una mesa de encuentro.

– Desde la vocería del Ejecutivo, incluso de la voz de varios expertos,  se insiste en que los problemas actuales son en parte consecuencia de las malas políticas de los gobiernos anteriores. De ser así, ¿por cuáles aspectos pasan los cambios fundamentales para resolver las necesidades del país?

Creo que no es válido hablar de que el chavismo, después de 17 años en el poder, mantiene problemas heredados de gobiernos anteriores. Cuando Alemania fue prácticamente destruida por los bombardeos de las tropas aliadas durante el fin de la Segunda Guerra Mundial, en siete años ya se hablaba del milagro alemán y a nadie se le ocurría decir que los problemas que tenían eran responsabilidad del final del conflicto bélico. Poco tiempo después eran una potencia económica. Así que invocar la tesis de que este gobierno sufre los desaciertos del pasado es inaceptable.

Sin embargo, es el ciudadano el más afectado por estas malas políticas. La realidad es que a la gente no le importan los diagnósticos de los problemas, sino que se apliquen soluciones en concreto. Allí es donde ha errado el Gobierno cuando habla de esta supuesta Guerra económica. Al pueblo no le importa por qué no hay alimentos o medicinas, solo le interesa que los servicios funcionen y exista abastecimiento de productos de primera necesidad.

Hoy el ciudadano sufre y padece, no por causa de la inacción de la oposición, sino porque ha sido gobernado por una camarilla corrupta e inepta que, además, es antidemocrática. Esa es la razón y cada vez más personas se dan cuenta de ello. Por eso el Gobierno no quiere medirse a ninguna elección.

– A la oposición también se le acusa de mantener dentro de su seno los “vicios” políticos de la llamada IV república, por lo cuál no sería una opción confiable, ¿es posible pensar en el surgimiento de una tercera vía política?

Que se pueda constituir una tercera vía como grupo distinto a la MUD, no solo me parece una locura, sino una irresponsabilidad. No estaría de acuerdo con el aparecimiento de tal opción. Dentro del bloque opositor, si bien es cierto que existe participación de dirigentes de lo que llama el oficialismo como IV república, la Unidad es la expresión de nuevas fuerzas políticas.

Para este miércoles la MUD convocó a una nueva movilización en todo el país para exigir al CNE celeridad en la activación del referéndum revocatorio
Secretario ejecutivo de la MUD, Jesús «Chúo» Torrealba / Foto: Archivo

Ahora, esas fuerzas del pasado perdonaron a miembros del partido Comunista que se fueron a la guerrilla y luego de incorporaron a labores institucionales. No digo que no hubo excesos, pero nada comparado a los desmanes que se han vivido en el último cuarto de siglo. A mí me parece que el único camino que queda es fortalecer a la oposición con la mayor participación de todos los sectores del país.

– Por último, quisiera su opinión con respecto a un “mal” que fustigó en gran medida a la Venezuela del siglo XX y esa fue la insistencia de un “caudillo” en el poder. Con Chávez esa tendencia pareció resurgir, ¿considera qué es una idea superada?

Lamentablemente en Venezuela y casi toda América Latina se asimiló mucho la idea del caudillismo, es decir, la apuesta de un hombre fuerte para que asumiera las riendas del país, con mucha más importancia que las instituciones. Ese es un error que se debe cambiar en el futuro. Las nuevas generaciones de políticos deben destruir el morbo del caudillismo que destruyó a Venezuela. En esta nación se hizo un gran esfuerzo por construir instituciones sólidas donde existiera una verdadera separación de poderes. En 1993 el Congreso Nacional decidió sacar del poder al presidente Carlos Andrés Pérez y no hubo un golpe de Estado. El país continuó sin ningún problema, pues prevalecieron las instituciones por encima del caudillo. Ese esfuerzo se debe reimpulsar. Venezuela no puede ser un país de autócratas y caudillos.

Twitter @Lagc_96

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