Actualidad Nacional

Venezolanos hacen labor de inteligencia para abastecerse

Luis Alberto García cuenta que los miembros de su familia se reparten entre ellos lo poco de azúcar, café o harina que consiguen en el mercado venezolano, en una solidaridad que suele ampliarse para localizar las escasas medicinas o repuestos para autos.

Las faltas intermitentes de productos en el país petrolero se iniciaron unos tres años atrás, lo que llevó a los consumidores a organizar largas recorridos en busca de algunos artículos, a pasarse entre sí datos de abastecimiento o a modificar sus hábitos de consumo según la disponibilidad.

«Hay que caminar, hay que hablar con la familia. Si yo no consigo harina por aquí, entonces por intermedio de familiares, que viven en otros sectores, se consigue. Hay una especie de trueque ‘yo te compré azúcar’, ‘yo conseguí café'», dice García, un vendedor de 58 años de edad.

El presidente Hugo Chávez culpa de la escasez a un ánimo de lucro de empresarios que esconderían productos para inflar los precios, pero los privados claman que la regulación de precios elimina su ganancia o los obliga a vender a pérdida.

Los controles económicos son crecientes -sobre el tipo de cambio, precios y producción- y hasta ahora no han logrado mejorar el abastecimiento. Empresarios dicen que no amplían su capacidad industrial por temor a ser expropiados como se ha hecho con miles de hectáreas de tierras y decenas de empresas y comercios.

Precisamente esta semana aumentó el temor de que se expanda el desabastecimiento tras el anuncio de que el Banco Central también controlará el mercado alternativo de divisas, de donde proviene cerca de la mitad de los dólares que usan los empresarios de la nación, que importa un 90 por ciento de lo que consume.

«Productos de consumo masivo de los venezolanos estarán menos disponibles. Tampoco vamos a tener la oportunidad de sustituirlos por productos elaborados localmente, pues el propio Gobierno se ha encargado de ahuyentar la inversión, de penalizar a los exportadores estatizándolos», dijo en un comunicado la opositora Mesa de Unidad Democrática.

ELECTRICIDAD Y MEDICINAS

Siempre falta algún producto, y lo que es peor, la gente ya se ha habituado.

«Nos estamos acostumbrando. Eso de estar tanteando para buscar comida no es nuevo», dijo Wendy Matey, una ama de casa de 26 años. «Aunque me da rabia», admitió.

Chávez, un militar retirado, ofrece resolver los problemas de los pobres acelerando su «revolución socialista» mientras sus adversarios sugieren estimular la iniciativa privada ante la estimación de que el 2010 será el segundo año consecutivo de contracción económica.

Meses atrás también se inició un racionamiento eléctrico en el interior del país, que ha irritado a la población. El Gobierno explicó que una fuerte sequía había mermado la generación hidroeléctrica, que abastece un 70 por ciento de la demanda.

Pero ahora, cuando sube el nivel del principal embalse del país, funcionarios indican que los cortes continuarán varios meses, y los técnicos insisten en que el problema se ha presentado por falta de inversión y mantenimiento.

Y algunas medicinas también faltan.

«La de 750 mg está agotada desde hace tiempo», dice la dependienta de una farmacia sobre la metformina – usada para mejorar la sensibilidad a la insulina y prevenir la diabetes-.

El medicamento, que en su presentación de 500 mg se consigue tras pocas vueltas, está incluido en la lista de Medicinas Esenciales de la Organización Mundial de la Salud.

Pese a que las quejas que se oyen en cualquier la farmacia, la junta directiva de la Cámara Venezolana del Medicamento decidió no realizar declaraciones sobre la escasez de medicamentos y la Cámara de la Industria Farmacéutica (Cifar) niega problemas en el rubro.

«Hay medicamentos que están teniendo problemas de fallas, pero no hay desabastecimiento o escasez», dijo a Reuters el vicepresidente ejecutivo de Cifar, Angel Márquez.

El ejecutivo asegura que medicamentos difíciles de conseguir pudieran tener problemas con la producción mundial de sus principios activos o «baches» en la producción nacional y comentó que este año el Gobierno ha agilizado la entrega de dólares preferenciales al sector.

VEHICULOS DESECHABLES

Otro rubro escaso es el automotriz. Para comprar un vehículo hay que anotarse en una lista y esperar varios meses hasta que exista disponibilidad, en medio de la restricción de divisas para la importación y conflictos sindicales que detienen intermitentemente a las ensambladoras locales.

Y si se dañan, los repuestos escasean y disparan quejas de conductores con vehículos «parados» por falta de repuestos.

«Aquí no hay marca de vehículos que no tenga fallas» en el abastecimiento de repuestos, dijo a Reuters Frisné Piñate, presidenta de la Cámara Nacional de Comercio de Autopartes. «Pero eso no viene de ahorita, tiene más de dos años», agregó.

Piñate explicó que sólo el 25 por ciento de los repuestos se fabrica en el país, pero mientras el parque automotor envejece, la entrega de divisas a la Cámara ha descendido sustancialmente.

«Esto es una gincana (hay que hacer malabares)», dijo Piñate contando dificultades para vender repuestos: la lenta obtención de un certificado de producción insuficiente o no producción nacional, la falta de venta de divisas reguladas al sector por varios meses en el 2009 y ahora el cierre del mercado de cambio «paralelo» por dos semanas.

Pero algunos endilgan la responsabilidad a los privados.

«Eso no es culpa del presidente Chávez, son los empresarios porque el presidente no elabora la harina, el azúcar. Yo leo el empaque donde dice ‘elaborado por’ y es una industria, una fábrica. Si el producto no está es porque no lo elaboran o no lo sacan», dijo Marilis Aguilar, una empleada doméstica de 42 años.

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