Salud y Bienestar

Aprenda a diferenciar un ataque de ansiedad de uno cardíaco

El ser humano está sometido a mucho estrés diario, ya sea en el plano personal, laboral o social, lo que trae como consecuencias ataques de ansiedad o del corazón, susceptibles de ser confundidos por el individuo. Por ello, el primer paso a ejecutar para cualquier persona que acuda a un centro de salud con episodio de dolor torácico, acompañado de otros signos, es descartar la posibilidad de un ataque cardíaco, realizando los exámenes correspondientes para su adecuado diagnóstico.

El doctor José Antonio Parejo, médico internista y ex presidente de la Sociedad Venezolana de Medicina Interna, indicó que ambos trastornos pueden causar síntomas como dolor en el pecho. Sin embargo, hay características que distinguen cada caso. “Un ataque de ansiedad corresponde a una serie de síntomas que se presentan ante una situación de estrés, que pueden ser físicos o psicológicos, y son manifestación de un aumento en la liberación de catecolaminas (adrenalina) por parte del sistema nervioso, que genera angustia, enrojecimiento, sudoración, taquicardia y molestias en el pecho que pueden variar de dolor, opresión o incomodidad en la parte anterior del tórax”, detalló.

Pueden aparecer en cualquier momento del día o en las noches, asociado a sueños o pesadillas. También se relaciona a eventos traumáticos sufridos por la persona, que al evocarlos generan esos episodios de ansiedad o pánico. Las causas deben ser identificadas y tratadas rápidamente porque deterioran la calidad de vida. “Si existen síntomas evidentes y repetitivos, se deben corregir y seguir un plan de rehabilitación, como es el caso de las personas con algún trastorno depresivo, que deben recibir adecuado tratamiento psiquiátrico con indicación medicamentosa de ser necesario”, indicó Parejo.

La salud es primero          

Por su parte, el ataque al corazón se distingue de la ansiedad porque el dolor es de carácter opresivo, es decir, aparece en el centro del pecho, con fuerte intensidad, acompañado de sudoración, frialdad, sensación de muerte inminente, dificultad respiratoria y que, en ocasiones, se puede irradiar al cuello o a los brazos, con preferencia al brazo izquierdo.

“Sus presentaciones son variadas: angina de esfuerzo, que es el dolor que aparece con alguna actividad física y cede al reposar. Angina inestable, dolor que se presenta sin relación a esfuerzos, y finalmente, el infarto al miocardio, con episodio de dolor de fuerte intensidad, de mayor duración, que no cede con el reposo y se puede acompañar de dificultad respiratoria y arritmias” precisó el galeno.

El uso del ácido acetilsalicílico puede ayudar a reducir el riesgo de este tipo de eventos, debido a que disminuye la agregación y adhesión plaquetaria, ejerciendo un potente efecto antiagregante y vasodilatador que impide la formación de coágulos o trombos. El doctor Parejo comentó que “su utilidad en prevención primaria (es decir, en aquellas personas con factores de riesgo que no han tenido ninguna manifestación cardíaca) no es muy concluyente,  sin embargo, se sigue recomendando a las que se considera tienen riesgo moderado  o alto de sufrir ataques cardíacos”.

Agregó que en pacientes que han sufrido alguna enfermedad cardiovascular (infarto, ictus, entre otras), el uso de este principio activo está ampliamente recomendado para evitar la repetición o aparición de nuevos eventos, confirmado por estudios clínicos consistentes.

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba