COI desconoce como presidente del comité de Bielorrusia a Lukashenko
Un gran polémica se ha desatado en Bielorrusia, luego de que Viktor Lukashenko fuera elegido como presidente del Comité Olímpico de ese país, un proceso que fue inmediatamente desconocido por el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI) Thomas Bach, dado que se trata del hijo del presidente Alexandr Lukashenko.
El desconocimiento se produjo este mismo lunes, luego de que Back se reuniera de forma virtual con la Comisión Ejecutiva del COI, para tomar esta decisión.
De acuerdo a lo manifestado por Mark Adams, portavoz de Bach, el organismo no reconocerá ni a Lukashenko como presidente, ni Dmitry Baskov como miembro de su directiva por el COI, lo que traerá como consecuencia que los atletas de esta nación puedan representar a su país en competiciones internacionales, incluidos los Juegos Olímpicos.
El pasado 26 de febrero, Viktor Lukashenko fue escogido por la Asamblea Olímpica Bielorrusa como su nuevo presidente en sustitución de su padre, a pesar de estar al igual que él sancionado desde diciembre por el COI, tras no garantizar que los atletas de ese país sean discriminados por sus opiniones políticas.
Aunque el COI ha observado avances en la situación del comité nacional desde las elecciones, «también ha notado con gran decepción» que no ha abordado «plenamente» su primera inquietud, «según la cual la anterior dirección del CON no había protegido adecuadamente a los atletas bielorrusos de la discriminación política dentro del CON, de sus federaciones miembro o del movimiento deportivo».
Además del veto a Lukashenko, la Ejecutiva mantiene la suspensión de todos los pagos al comité de Bielorrusia, «a excepción de los relacionados con las becas de los atletas y la preparación del equipo bielorruso para los Juegos Olímpicos».
El COI volvió a pedir a las federaciones internacionales que se aseguren de que todos los atletas bielorrusos seleccionables «puedan participar en las pruebas de clasificación para los próximos Juegos sin ninguna discriminación política».
Sigue suspendida la posibilidad de que Bielorrusia organice en el futuro competiciones amparadas por el COI.
Según insistió Adams, el comité bielorruso «debe garantizar que no haya discriminación política en la participación de los atletas bielorrusos en las pruebas de clasificación o en la selección final del equipo olímpico».
El COI no invitará ni concederá «ninguna acreditación a un alto funcionario del Gobierno de la República de Bielorrusia para los Juegos Olímpicos».
La Ejecutiva del COI «se reserva el derecho de considerar cualquier otra acción o de eliminar cualquiera de estas medidas provisionales, dependiendo de la evolución de la situación».
Antes de la primera suspensión el pasado diciembre, el COI ya había abierto una investigación por sospechar que varios deportistas bielorrusos que apoyaron las protestas antigubernamentales en el país habían sido víctimas de represión política.
Más de 1.500 firmaron en agosto una carta abierta en la que pedían la dimisión de Lukashenko y la celebración de nuevas elecciones en el país.
Alexandr Lukashenko presidio el CON de su país entre 1997 y el pasado febrero, cuando cedió el testigo a su hijo.
Mark Adams subrayó que, en los casos en los que el COI adopta sanciones contra un comité olímpico nacional, siempre intenta garantizar que los deportistas no se vean perjudicados y esta vez hará lo mismo.
La Comisión Ejecutiva ultimó asimismo los preparativos de la 137 Sesión del organismo, que se celebrará también telemáticamente de miércoles a viernes y en la que se votará la reelección de Thomas Bach para un segundo y último mandato como presidente del olimpismo mundial.
Adams indicó que espera que todos los miembros del organismo, 103, participen en la asamblea, aunque no puede garantizarlo a dos días de su inauguración.
La reunión de este lunes no discutió la posibilidad de que el público extranjero o local asista a las competiciones de los Juegos de Tokio, a la espera de lo que decidan las autoridades japonesas a final de mes, dijo el portavoz.
