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El Barcelona rompe la maldición lejos del Camp Nou

El club catalán volvió a saborear una victoria a domicilio después de tres jornadas de Liga sin conseguirlo gracias al empuje de Luis Suárez

El Barcelona ganó 0-2 al Getafe y volvió a saborear una victoria a domicilio después de tres jornadas de Liga sin conseguirlo gracias al empuje de Luis Suárez y a una actuación poco afortunada del portero David Soria.

El delantero charrúa sacó toda la casta que necesitaba su equipo para afrontar una situación enquistada en campos ajenos. El Barcelona sumaba demasiados partidos oficiales, hasta siete sin ganar lejos de su estadio, y necesitaba romper esa mala racha cuanto antes.

Sin Lionel Messi, sin Ansu Fati y con la ausencia de última hora de Osumane Dembéle por unas molestias musculares, el Barcelona tenía que afrontar su crisis fuera del Camp Nou en uno de los estadios más rocosos de Primera División. El campo del Getafe, cuando el equipo azulón está ‘enchufado’, es de los más complicados de la Liga.

Pero este año el conjunto madrileño parece no tener la misma robustez defensiva que en el curso pasado y este sábado no contó con la ayuda de Soria. Todo lo contrario, falló en los dos goles. Y es que, antes, marcar un gol al Getafe era una heroicidad.

Ahora, se ha convertido en una dinámica habitual. Todavía no ha mantenido la portería a cero en ningún partido. Ese cambio de tendencia podía ayudar a su rival, que no tenía enfrente al mejor Getafe del año pasado.

Para sustituir a Dembélé, Ernesto Valverde apostó por Carles Pérez. Ocupó la zona derecha del ataque, en el sector de Allan Nyom, sin duda el jugador más frágil del Getafe. El francés es todo voluntad, pero con la pelota en los pies, sufre. Y en la primera parte, Valverde intentó explotar ese agujero con Carles Pérez. Por ahí llegaron algunas de sus pocas ocasiones.

En el lado contrario, el Getafe también tenía su filón. Bordalás quiso más velocidad con Ángel y dio la titularidad a su mejor delantero esta semana. Quitó a Jorge Molina y todos los puñales atacaron por la banda de Junior Firpo. Entre Jason Remeseiro, Damián Suárez y Ángel dejaron en paz a Jordi Alba. Puede dormir tranquilo. Su puesto está asegurado cuando vuelva de su lesión.

Por la banda de Firpo, muy dubitativo en ocasiones y frágil en defensa, llegó casi todo el peligro de los hombres de Bordalás, que salieron a presionar al Barcelona desde el primer minuto. Intentaron asfixiar la salida del balón azulgrana y por momentos lo consiguieron. Salvo algunos despistes y algún arranque de orgullo azulgrana, la primera parte fue de color azul.

El Getafe, en sus momentos inspirados, tuvo dos ocasiones muy claras. Ambas, en botas de Ángel. La primera, tras un centro desde la banda derecha de Jason que remató por encima del larguero. La segunda, después de una combinación con Marc Cucurella y con Jaime Mata y que acabó con la intervención milagrosa de Marc-André ter Stegen.

Ahí se esfumó la opción del Getafe de marcharse por delante en el marcador al descanso. Había anulado casi por completo al Barcelona, que apenas tuvo una opción en las botas de Carles Pérez tras un fallo tremendo de Nyom. David Soria arregló el desaguisado con una buena intervención.

Al final, fue Luis Suarez, que antes rozó el gol con un disparo desde fuera del área, quien abrió el marcador. El cuadro azulgrana, comprimido como una lata en su parcela de campo, marcó de la única manera que pudo hacerlo: balón largo de Ter Stegen convertido en asistencia, aparición de Luis Suárez, dudas en la salida de Soria y gol de vaselina.

Un 0-1 y gracias. Ese fue el resumen del acto inicial, en el que el Getafe mereció mucho más y fue castigado por su falta de acierto en los últimos metros. Aún tenía toda la segunda parte por delante para reaccionar, pero el daño que le hizo Luis Suárez fue muy grande.

El tanto del uruguayo al borde del descanso sentenció al equipo de Bordalás, que, aunque salió al ataque con el brasileño Kenedy en el lugar de Nyom, recibió otro jarro de agua fría con el tanto de Junior en los primeros minutos.

El lateral izquierdo azulgrana se redimió de su errática primera parte con una aparición oportuna. De nuevo, Soria no estuvo fino. El portero del Getafe no atajó un disparo de Carles Pérez desde fuera del área y el rechace lo aprovechó a placer Junior, que en esos momentos se paseaba dentro del área pequeña.

El tanto del defensa azulgrana selló cualquier aspiración del Getafe por conseguir algo positivo. Con muy poco, el Barcelona había hecho mucho daño. Aunque salió Jorge Molina al terreno de juego a falta de media hora, la victoria ya estaba sellada.

Los hombres de Valverde cerraron cualquier posible fuga de agua, controlaron el partido, lo pararon cuando quisieron como muy bien sabe hacer su rival, que tomó un poco de su propia medicina y acabó el duelo sin sumar más oportunidades.

Al final, el Barcelona, con poco fútbol, con el empuje de Luis Suárez, con el mono de trabajo e incluso con un jugador menos por la expulsión de Lenglet a falta de diez minutos, rompió su mala racha a domicilio. El sofoco de Granada ya está olvidado.

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