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El sueño europeo del ciclismo venezolano

En Venezuela el ciclismo no ocupa el primer lugar de preferencias entre la población, que no tiene mucha cultura de las dos ruedas. Primero está el béisbol y el fútbol también es muy popular

La selección venezolana está mostrando su protagonismo en la Vuelta a San Juan de Argentina. Consciente de la oportunidad que supone participar en una carrera cada vez más internacional.

La diferencia de medios y presupuesto con respecto a otros equipos la suplen con la ilusión por cumplir algún día el sueño europeo.

Jesús Armando Leonett lleva toda la vida dedicado al ciclismo. Es entrenador desde 1974 y en su historial, tras formarse en Francia e Italia, figuran la participación en 6 Juegos Olímpicos, 14 Mundiales y competencias por todo el continente sudamericano.

El nuevo reto que tiene en la actualidad es el de liderar a la selección venezolana de ciclismo que participa en carreras como la Vuelta a San Juan con el objetivo de que alguno de los muchachos que dirige pueda dar el salto a una escuadra internacional en Europa.

«La Vuelta a San Juan es una experiencia muy importante para nosotros porque está lo más granado del ciclismo mundial. Es una vitrina para que los ciclistas puedan mostrarse al mundo», confiesa Leonett.

Venezuela es la primera vez que participa en la ronda sanjuanina, una competición que conocían por los medios de comunicación y que en la edición de este 2020 se puede ver en 174 países por televisión.

La selección venezolana la encabeza el veterano José Rujano, de 37 años y cuyo palmarés luce un histórico tercer puesto en la general del Giro de Italia de 2005. Junto a él están José Alarcón, Eudin Becerra, Clever Martínez, Ander Paredes y Máximo Elicer Rojas.

«Hemos traído un equipo bien completo con el que venimos a hacer todo lo posible por dejar alto los colores de Venezuela», señala el seleccionador.

En Venezuela hay tradición de ciclismo pero debido a la «situación política no se ha podido desarrollar últimamente» como hubieran querido, apunta Leonett, aún así agradecido al esfuerzo gubernamental por permitirles competir en San Juan.

«El gobierno está haciendo un gran esfuerzo a través de la Federación Venezolana y el Ministerio de Poder Popular para tratar por todos los medios de levantar esta disciplina que es tan linda y querida en todo el mundo», declara.

La coyuntura económica que existe en Venezuela impide que, de momento, los corredores puedan vivir del ciclismo. «La situación no es buena para vivir del deporte. Los muchachos hacen muchos esfuerzos y a través de otros quehaceres pueden sustentar sus necesidades con un equipo local, pero no da para vivir».

«Es imposible vivir de esto. La situación económica no es tan buena como quisiéramos», subraya Leonett, que está junto a los muchachos en San Juan invitado por la organización.

«Estamos luchando acá para mostrarnos y que un equipo pueda mirar a los para luego ir a Europa a desarrollarse. El ciclismo de Venezuela es muy complejo. Tiene montaña y tiene llano y sabemos la cantidad de atletas de mucha jerarquía y trayectoria que existen, pero hacen falta oportunidades», manifiesta.

«Tenemos un plantel bien conformado y desde el primer día, igual que hacemos siempre que corremos, tratamos de dar lo mejor de nuestro país para responder a la invitación», señala.

La diferencia de presupuesto entre algunas selecciones nacionales sudamericanas como la venezolana y el resto de equipos World Tour es notoria, empezando por el material que se costean ellos y las bicicletas, que son mejores y todas del último modelo adaptadas a la necesidad de cada corredor.

En lo que sí gana Venezuela a parte del pelotón internacional es en las ganas y la ilusión por competir y dar pedaladas por las carreteras sanjuaninas.

«En este grupo existe mucha ilusión por la posibilidad de llegar lejos y que alguno se coloque en un equipo europeo», recalca Leonett, que no deja de animar a sus muchachos siempre que tiene ocasión para que nunca decaiga la moral.

El calendario que manejan por delante está plagado de competiciones a nivel panamericano y centroamericanos. «Ir a estos eventos es una oportunidad», confiesan los integrantes de la selección.

Uno de los jóvenes valores con más proyección de Venezuela es Orluis Aular, de 23 años y ganador del Tour de Japón en 2019. Ahora corre en el Caja Rural-Seguros RGA. «Tenemos muchas aspiraciones con él porque tiene para dar mucho a nivel de ciclismo mundial», dice sobre él Leonett.

En Venezuela el ciclismo no ocupa el primer lugar de preferencias entre la población, que no tiene mucha cultura de las dos ruedas. Primero está el béisbol y el fútbol también es muy popular. Aún así, los seis ciclistas venezolanos en San Juan tratan de que su deporte tenga cada vez más visibilidad para que siga creciendo.

En el país vecino, Colombia, el ciclismo es mucho más reconocido. «Los colombianos están marcando el ritmo del ciclismo mundial. Tienen un gran apoyo de la empresa privada y del gobierno que ayuda mucho. Nosotros en el pasado estuvimos mejor, los superamos, pero ahora ellos tienen un ciclismo muy adelantado y competitivo», comenta Leonett.

Mientras persiguen el sueño europeo, la selección venezolana se muestra combativa en la Vuelta a San Juan, una carrera que ya forma parte de la UCI Pro Series, la nueva categoría que ha establecido la Unión Ciclista Internacional con el objetivo de fortalecer la posición del ciclismo entre los mayores deportes profesionales del mundo. 

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