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Johan Santana confesó que sintió mariposas en el estómago

Johan Santana respiró profundo y lanzó una recta que hizo blanco en la mascota de Juan Apodaca. El primer bate de los Tigres de Aragua, Yangervis Solarte, dejó pasar pitcheo por el medio del plato. Transcurrieron 13 años para volver a ver al zurdo enfundado en el uniforme de los Navegantes del Magallanes.

“Tenía mucho tiempo, y lo digo con honestidad, que no sentía maripositas en el estómago. Estoy hablando de muchos años. De verdad que eso es bonito. Uno se entrega a ese sentimiento. De verdad me siento muy contento de poder tener la oportunidad de regresar y hacerlo aquí”, dijo el zurdo, luego del triunfo de los valencianos 10-2, contra los maracayeros en la madrugada del miércoles. “El apoyo de la gente cuando salí por primera vez, cuando fui a calentar, me da ánimos de seguir trabajando, de hacer las cosas bien y entregarme a lo que uno le llena, el beisbol. Algo que también vive la gente. De verdad muy agradecido con su recibimiento”.

Luego de someterse por segunda vez en su carrera a una intervención quirúrgica en el hombro izquierdo en 2012, Santana logró recuperarse y firmó un contrato con los Orioles. Pero a principios de junio del año pasado, en medio de la fase final de su proceso de recuperación, se rasgó el tendón de Aquiles izquierdo durante una apertura en los entrenamientos extendidos de Baltimore.

Santana se encontraba a un par de semanas de unirse a la rotación de los oropéndolas pero en lugar de tomar un vuelo a Maryland, tuvo que ir al quirófano y se perdió la oportunidad de volver a la gran carpa.

El merideño, de 35 años de edad, se unió al Magallanes el 4 de diciembre, siete meses después del incidente y comenzó a preparar su regreso definitivo.

Pero, cuando todo estaba listo. Un torrencial aguacero cayó sobre el José Bernardo Pérez y retrasó el partido por casi tres horas.

“Fue un día difícil. Que comenzó muy bien, pero a medida que fue pasando el tiempo, se tornó complicado por el clima. Sin embargo, pudimos manejarlo y salir adelante. Eran muchas las emociones. Esperé por mucho tiempo la oportunidad de regresar. Todo se fue dando paso a paso y me sentí muy bien. Aunque lo más importante fue que se ganó, que era lo que en verdad estábamos buscando”.

En la primera entrada, Solarte fue dominado con fuerte rodado que rozó la pierna izquierda de Santana, se desvió a la segunda base y Henry Rodríguez completó la jugada con un disparo certero a la inicial. Eduardo Escobar falló con roletazo al campocorto y Ramón Flores entregó el último out con elevado al jardín central.

“Lo más más difícil es el primer strike, el primer pitcheo, el primer out, el primer inning. Luego todo se calmó. Pude sacar eso y echarlo a un lado. De allí adelante todo fluyó”, destacó el ¨Gocho¨, que como el resto de las 14 mil personas que llenaron todos los espacios posibles del parque valenciano, pasó un susto cuando el primer batazo que le conectaron buscó su cuerpo. “Tal vez sonará irónico. Pero lo dije cuando entré al terreno. Es como cuando tienes un libro y dejas de leerlo, lo colocas en un escritorio y no lo tocas durante siete meses, pero queda en la misma página. Así fue como me lesioné, así fue que sufrí la ruptura del tendón de Aquiles. Y así volvió a comenzar de nuevo. Solo que seguí adelante, la adrenalina, el ánimo. Todo se fue dando”.

En la parte alta del segundo tramo, Josmil Pinto y Avisail García entregaron los dos primeros outs en los jardines izquierdo y derecho, en tanto que José Gregorio Martínez falló con un rolling a la antesala.

Antes, cuando todos esperaban el inicio del juego, pautado para las 10:20 pm, Santana estuvo muy cerca de quedarse en el dugout y cederle su apertura a Josh Lowey, que estaba anunciado para relevarlo.

“Bueno, sí se habló allá adentro en torno a mi participación. Yo estaba prácticamente preparado para comenzar el juego. Se pudo manejar a pesar del retraso. Solo que la emoción era muy grande y yo quería hacerlo. Gracias a Dios se dio, a pesar de todos los inconvenientes y el resultado fue muy positivo”.

Santana apenas empleó 17 envíos para retirar a los seis hombres a los que enfrentó, pero no cedió al deseo de continuar.

“Cuando calenté hice muchos envíos y por prudencia era suficiente dos entradas, pese a los pocos lanzamientos del juego”, enfatizó el dos veces ganador del premio Cy Young.

Edwin Hurtado, el nuevo coach de pitcheo de la nave, que coordinó desde el 4 de diciembre el programa de recuperación del grandeliga, reveló que Santana tuvo la última palabra.

“Conversé con él cuando cayó la lluvia y el decidió lanzar. Mi preocupación era que necesitaría volver a calentar», dijo Hurtado al programa Los Cronistas, de Unión Radio. “Fue una decisión muy personal. Pero acordamos que fueran dos entradas de labor”.

La demora afectó el rendimiento de Santana, pese a su dominio, de acurdo con Hurtado.

“Johan se sentía cansado y un poco pesado. Era lógico”, reveló el técnico. “La evaluación final es muy buena. Llegar a 90 millas después de volver a calentar, es satisfactorio. Con el cambio de velocidad, uno tiende a ajustar la mecánica. Pero él se mantuvo con rapidez en el brazo. La parte psicológica es lo más difícil de superar. Pero físicamente lo veo muy bien, sin molestias en ningún lado”.

Yfraín Linares, supervisor de scouts de los Padres de San Diego en Venezuela, uno de los 11 cazatalentos que asistieron al José Bernardo Pérez para observar la Gocho, comparte la opinión de Hurtado.

“Demostró que se encuentra en muy buenas condiciones. Se vio suelto, con buena mecánica y ritmo. No había señales de molestias. La velocidad en la recta estuvo entre los paramentos esperados por todo el tiempo que tomó su recuperación, la cronometré en el rango de las 86 y 90 millas por hora. El slider trabajó bien, marcó 84 mph y el cambio 82 mph. En tanto que mostró comando, no tuvo miedo de usar su recta y atacar a los bateadores, sus principales virtudes”.

Santana, que se caracteriza por nunca perder la objetividad, hizo una evaluación muy similar.

“Para mí lo más importante era poder usar la recta y dominarla. Lancé varios sliders que me gustaron como rompieron y creo que esa fue la clave. Usé un solo cambio. Pero a pesar de todo, lo más importante fue lo que pude hacer. Eso era lo más crítico y la incógnita que debía despejar. Tenía más de siete meses sin enfrentar a un bateador en un juego real. Eso hay que saberlo llevar. Aparte de eso las condiciones que se dieron no fueron fáciles. Pero no hay excusas. Esto es parte del juego”, sostuvo el magallanero, que no le dio mayor importancia a la presencia de los scouts. “Eso pasa a un segundo plano. Es irrelevante. Lo más importante es que pueda regresar. Que me sienta bien y ayude al equipo. A medida que vayan pasando las cosas, los scouts estarán viendo. Pero ahora no estoy pensando en eso”.

La última presentación de Santana en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional se remontaba al 26 de enero de 2002, cuando lanzó el tercer juego de la final contra Aragua. En esa apertura, el zurdo tiró 7.0 entradas, permitió cinco hits, le fabricaron una carrera limpia. No otorgó boletos, abanicó a siete y se llevó el triunfo. La serie la ganó Magallanes.

“Ser parte de su regreso es emocionante”, admitió el manager Carlos García. “Ver un hombre que subió al máximo nivel de las grandes ligas y que las lesiones le impidieron durante algunos años seguir en el mejor beisbol del mundo, es emocionante. Hace poco le comentaba a los coaches la manera como ha asumido su reaparición. No se trata de un capricho. Piensa que nos puede ayudar y a cualquier otro equipo en las mayores. Lo ha asumido con mucho profesionalismo”.

El próximo domingo, en Maracaibo contra las Águilas del Zulia, Santana volverá a subir al montículo.

“Estará entre los 55 y 60 lanzamientos”, puntualizó Hurtado.

Si Santana logra tener la misma eficiencia que en su primera salida, debería estar cerca de las cuatro o cinco entradas.

“Es muy temprano para hablar de eso”, atajó el merideño. “Tenemos que esperar el día de mañana (miércoles) para ver cómo me siento, cómo están las cosas, cómo evoluciona todo y prepararnos para esa salida. Claro, la idea es incrementar el trabajo y esperar que sea mejor”.

“Es un gran profesional”, acotó Hurtado. “Regresó para competir”.

Santana cuenta 139 victorias en la gran carpa, la segunda cantidad más alta para un venezolano. Su última presentación en las mayores fue el 17 de agosto de 2012, cuando vestía el uniforme de los Mets de Nueva York.

 

 

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