«Las Barras bravas son el cáncer del fútbol», dice autoridad argentina
El fútbol argentino está afectado por un cáncer que hay que extirpar de gradas y estadios para volver a disfrutar en familia de este deporte, dijo en Asunción el titular de la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide) de la provincia Buenos Aires, Juan Manuel Lugones.
«Los barras bravas son el cáncer del fútbol y hay que hacer cirugía mayor hasta el hueso y extirparlos. Las barras bravas son diferentes a los hinchas, son un grupo delictivo que vive de los clubes y que está acostumbrada a coaccionar y extorsionar ya sea a jugadores o técnicos», afirmó Lugones.
Para el titular de Aprevide, quien participó esta semana en Asunción en un seminario sobre formas de erradicar la violencia en los estadios de fútbol, las barras bravas en Argentina «han hecho un negocio millonario» y viven «de los clubes» de fútbol a través de sus prácticas mafiosas.
«En el caso de Argentina y de la provincia de Buenos Aires entendemos que la barra brava no son grupos románticos, son mafiosos porque viven de los clubes y los combatimos en el marco de la lucha que tiene contra las mafias la gobernadora de la provincia de Buenos Aires», indicó.
Lugones se refirió a la lucha que desde 2015 tiene en marcha María Eugenia Vidal, gobernadora de Buenos Aires, y el apoyo total del Gobierno del presidente de Argentina, Mauricio Macri, para acabar con un lastre que hace años tomó los estadios del país sudamericano.
Para la Aprevide el esfuerzo tiene que ser conjunto porque los dirigentes de los clubes no pueden hacer el trabajo solos contra las barras bravas.
«Tiene que ser un trabajo en conjunto, pero la mayor responsabilidad de Estados (…) Pensábamos que la responsabilidad era de los dirigentes del fútbol, pero con el tiempo hemos ido cambiando esta visión y sabemos que los dirigentes del fútbol solos no pueden, necesitan del Estado», dijo.
Lugones indicó que ahora se trata de aplicar la ley y perseguir a los barras tanto dentro como fuera de los estadios al considerarlos mafiosos y delincuentes y no hinchas violentos.
«El presidente Macri ha firmado los decretos que hacen que desde el Estado podamos sacar a los barras bravas con derecho de admisión aplicado por el Estado, el cambio es importante. Los barras saben que con nosotros no se juega, que pueden cometer incidentes en una cancha pero saben que los vamos a buscar y los metemos presos·, agregó.
En ese sentido, Lugones advirtió que los barras bravas en Argentina han ganado hasta ahora la batalla cultural dentro de la cancha al crear la idea de que sin ellos no hay animación durante los partidos de fútbol.
«En Argentina tenemos que dar una batalla cultural muy grande. Los barras bravas han ganado esa batalla cultural y han hecho creer a los demás hinchas que sin ellos la fiesta del fútbol no puede ser», señaló el titular de Aprevide.
«Esta batalla cultural también implica que todos sepan que los barras bravas son grupos delictivos, no tienen nada que ver con solamente la actividad de la cancha. Cada vez más las barras bravas se nutren de delincuentes que entienden que es más fácil sacarle la plata a un club que haciendo un robo a mano armada», añadió.
Lugones apostó que gracias a esta persecución de los barras bravas en Argentina, las familias pueden volver a las gradas de los estadios sin miedo a los violentos, y eso pasa por hacer ver a los jóvenes que el fútbol no siempre fue así en el país suramericano.
«Los hinchas comunes hacen la fiesta, gritan los goles y cantan como si nada. El fútbol está sostenido por la pasión de sus hinchas y no muere eso. Lo que tenemos que hacer es recuperar a la familia que no va a la cancha, que entiende que no van para pasarla mal·, afirmó.
Por eso explicó que para «los que se incorporan» hay que mostrarles la posibilidad de «ver el fútbol en paz y que esa posibilidad está dada solamente porque los hinchas comunes que no son barras bravas vuelvan a la cancha», dijo Lugones.