El desmembramiento o descuartizamiento de un cadáver se debe a un nivel de ensañamiento contra la víctima que, policialmente, se puede deber a tres razones fundamentales, opinó el comisario Luis Godoy.
Cuando los pesquisas se enfrentan a estos casos lo primero en determinar es si los victimarios solo buscan retrasar las investigaciones luego de un asesinato, para que no se descubra la identidad de la víctima en las primeras horas tras el crimen.
La segunda variante sería la venganza, dejar un mensaje con el fallecido, que una vez identificado demuestre que la acción fue perpetrada por un grupo sanguinario y violento.
En los últimos años se puede dar una tercera variable, explicada por Godoy, ex jefe de Investigaciones de la antigua PTJ, como la decadencia de los valores de la sociedad. “Un desmembramiento realizado por medio de la anarquía y la impunidad, cuyos autores se creen capaces de hacer lo que quieren”.
El comisario Javier Gorriño explicó que el uso de este modus operandi entre las bandas criminales les otorga prestigio y liderazgo, conocido entre ellos como “cartel” que permite intimidar con saña a sus rivales.
El criminólogo Fermín Mármol García mencionó que se deben diferenciar también los desmembramientos por delitos pasionales y los de incumplimientos en las contrataciones de sustancias ilícitas, cuya práctica ha sido común en países como Colombia.
