Economía

Cinco propuestas de la Academia Nacional de Ciencias Económicas para superar la crisis

El 1 de marzo la Academia Nacional de Ciencias Económicas (ANCE) se pronunció, una vez más, respecto a la situación económica del país agravada por «el deterioro continuado en las condiciones de vida de los venezolanos y la ausencia visible de propósitos de enmendar las políticas causantes» de este contexto.

A propósito de la divulgación y publicación de los resultados de la Encuesta sobre Condiciones de Vida del venezolano (Encovi), un trabajo ha cargo de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), la Universidad Central de Venezuela (UCV) y la Universidad Simón Bolívar (USB),  la academia catalogó los hallazgos de la consulta como alarmantes.

«La pobreza por ingresos, ya de por sí muy elevada en 2015 (73%), alcanza a 81,8% de los hogares, cifra nunca registrada en la historia de la Venezuela moderna. Más de la mitad se encuentran en pobreza extrema (51,5%). En total, sólo 18,2% de los hogares no son pobres. Durante los tres años en que se ha realizado la encuesta, lo que se conoce como pobreza estructural o crónica -más difícil de superar, porque las familias han perdido capacidades para mejorar su situación-, ha venido incrementándose, hasta alcanzar 38% de los hogares en 2016», destaca el pronunciamiento de la ANCE.

Ante esa realidad, agudizada por el colapso de los programas gubernamentales (misiones), «que no están focalizadas para atajar este deterioro», la academia ha formulado en reiteradas oportunidades una serie de propuestas para su implementación por parte del Gobierno. Estos son los cinco planteamientos más recientes de la Academia Nacional de Ciencias Económicas para superar la crisis económica del país.

Necesidad imperiosa de derrotar la inflación. La Academia plantea en este sentido la reducción drástica del déficit de Estado.  «Eliminar su financiamiento monetario, unificar el tipo de cambio en torno a sus valores reales de equilibrio y liberar a las fuerzas productivas para que puedan responder a las necesidades del mercado doméstico. Es menester sanear las cuentas del sector público, eliminando el gasto improductivo y aumentando sus ingresos. Deben sincerarse los precios de los bienes y servicios que brinda el Estado, venderse empresas que hoy desangran las arcas públicas y combatir eficazmente las corruptelas que tantos recursos le han robado a los venezolanos».

Replantear los precios del combustible. De acuerdo con la academia, urge un proceso de restablecimiento de precios de los   combustibles. «Sincerar los precios de los combustibles internos y rescatar a la industria petrolera de los compromisos impuestos que le han impedido cumplir con su misión de producir competitivamente crudo, gas y sus productos, mejoraría significativamente su situación financiera. Así podrá encarar exitosamente sus requerimientos de inversión, y de pago de deuda, de proveedores y de impuestos al fisco, y prescindir del dinero sin respaldo que le entrega el BCV, fuente principalísima de inflación. Si no se logra mejorar drásticamente la eficiencia de la industria, las finanzas públicas se verán seriamente constreñidas».

Unificación del tipo de cambio. Estrechamente asociado a la sinceración de precios de los combustibles, la academia plantea la necesidad de un proceso de unificación cambiaria.

«La unificación del tipo de cambio en torno a valores que equipararían el poder de compra interno y externo del bolívar, y la creación de condiciones que permitan el libre acceso a la divisa. El actual control cambiario, con sus tasas tan dispares y distorsionadoras de los precios internos, ha acentuado la fuga de capitales, la devaluación incesante de nuestra moneda y la merma de las reservas internacionales del país. Su desmantelamiento es indispensable para superar los cuellos de botella externos que restringen la capacidad de importar insumos y equipos para las actividades productivas, así como los bienes de consumo final que requiere la población. La eliminación del déficit público y de su financiamiento monetario permitirán derrotar la inflación y estabilizar el precio del dólar a niveles varias veces inferior a su cotización en el mercado negro, en un régimen de libre concurrencia. Ello habrá de abaratar sustancialmente el precio de la inmensa mayoría de los bienes importados, como de aquellos que se fabrican con insumos comprados afuera, siempre que se promueva activamente la competencia en el mercado doméstico. Con ello se beneficiará el poder adquisitivo de la población».

Volver a activar la economía interna. En este aspecto, Academia Nacional de Ciencias Económicas, reitera la necesidad de levantar controles y regulaciones punitivas. «La reactivación de la economía interna y la promoción de la competencia requieren levantar los controles y las regulaciones punitivas. Junto al racionamiento en el mercado de divisas, han provocado una severa subutilización de los recursos productivos de la Nación. Por tanto, es de esperar una respuesta inmediata de la economía al liberarse las fuerzas productivas domésticas de los controles que hoy las asfixian. Adicionalmente, deben tomarse las previsiones necesarias para fortalecer las instituciones financieras de manera que puedan proveer los créditos necesarios para la reactivación económica, y estimular la inversión productiva y el emprendimiento. De otra manera no se podrán generar empleos bien remunerados, capaces de restablecer un poder de compra digno a la familia venezolana».

Financiamiento externo. La academia reitera que las propuestas planteadas serán más factibles si cuentan con financiamiento externo. «Lo anterior se hace aún más factible y provechoso de contar con un generoso financiamiento externo. Éste contribuirá a estabilizar el precio del dólar y cumplir con nuestros compromisos externos, y coadyuvará con el saneamiento de las cuentas públicas y la reforma del Estado. La estabilización macroeconómica y la eliminación de los controles habrá de abrirnos las puertas a fuentes de financiamiento diversas, hoy negadas por el altísimo riesgo con que somos percibidos en los mercados internacionales».

La Academia Nacional de Ciencias Económicas reitera en su pronunciamiento que, si el Gobierno toma en cuenta estos planteamientos y los lleva a cabo, el Estado  dispondrá de recursos para compensar a aquellos sectores vulnerables que pudiesen resultar afectados por algunas de ellas.

«Ejemplos exitosos de compensación en otros países abundan, como es el caso del socio de Venezuela en la OPEP, Irán, que instrumentó un eficiente programa de transferencias a su población ante el incremento en el precio de la gasolina. Cabe señalar, sin embargo, que las medidas propuestas ejercerán efectos expansivos sobre la economía, que hacen prever una mejora en el bienestar de los venezolanos. El ajuste dramático y empobrecedor ya lo hemos sufrido, dada la negativa del Ejecutivo a rectificar políticas que han alimentado la inflación, acentuado el desabastecimiento y deprimido la capacidad productiva del país».

La Academia Nacional de Ciencias Económicas cuestiona al Gobierno por continuar, como única respuesta ante la crisis, una política que pretende «un abastecimiento precario de reparto controlado de alimentos» como la propuesta de los Consejos Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP).

«Los padecimientos de nuestros compatriotas son evitables y la Academia Nacional de Ciencias Económicas ha ofrecido reiteradamente sus criterios sobre cómo superarlos, en cumplimiento de su deber», concluyó el gremio en su pronunciamiento.

La Academia Nacional de Ciencias Económicas Se Dirige a La Nación 1 Mar. 2017 by AnaliticaElPerfil on Scribd

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