Economía

Colombia y Venezuela: ¿socios petroleros? II

En (%=Link(«http://analitica.com/va/economia/opinion/2992749.asp»,»artículo anterior»)%) (13-03-2001) se evaluó la situación petrolera actual de Colombia y las posibilidades e implicaciones de cooperación energética entre los gobiernos de Caracas y Bogotá. Para darle continuidad a la revisión del tema petrolero con relación a este país y Venezuela, abordaremos en esta ocasión el asunto del Plan Colombia y lo atento que debería estarse con relación a sus posibles implicaciones petrolera tanto para los neogranadinos como para los venezolanos.

Posibles implicaciones petroleras producto de la aplicación del Plan Colombia

Desde que el asunto del Plan Colombia comenzó a sonar en los predios del Péntagono, el Departamento de Estado y el Congreso en los Estados Unidos (EE.UU.), uno de los puntos sobre los que más se ha debatido es de que intereses encubre realmente el sonado Plan de asistencia «antinarcótica» a Colombia. El mismo, como se conoce, ha encontrado la resistencia hemisférica y extra continental, especialmente por parte de la Unión Europea. Además de entenderse que el mencionado proyecto es realmente para derrotar militarmente a la guerrilla colombiana –aunque toque el narcotráfico- y para apoyar el proceso de asentamiento de la hegemonía estadounidense en el continente debe entenderse que pareciera también solapar intereses petroleros.

Stan Goff, un militar estadounidense retirado destacado alguna vez en Colombia y quien trabaja hoy día con la Democracy South, organización de Carolina del Norte que busca reformar el sistema de financiamiento de campañas electorales en los EE.UU., señaló que la intención de Washington en Colombia siempre ha sido defender operaciones de la OXY, (%=Link(«http://www.bp.com/default.asp «,»British Petroleum»)%), por su fusión con la estadounidense Amoco) y la Texas. Es decir, asegurarse el control de las importantes reservas petroleras que piensan se descubrirán finalmente en ese país.

En tiempos de la última y polémica y dilatada campaña presidencial en los EE.UU., ambos candidatos – (%=Link(«http://www.allgore.com/ «,»Albert Gore»)%) y (%=Link(«http://www.georgewbush.com/»,»George W. Bush»)%) – fueron identificados con fuertes vínculos con la industria petrolera estadounidense. Gore está relacionado con la OXY, donde su familia posee inversiones, mientras que Bush con las empresas pequeñas y medianas del estado estadounidense de Texas. De cualquier manera, pareciera que los intereses existen, están claros y redundan en distintos planos

En tal sentido, la posibilidad que la aplicación efectiva del Plan Colombia tenga entre sus consecuencias el agudizamiento de atentados, por parte de grupos armados irregulares, en contra de instalaciones petroleras colombianas y venezolanas estaría presente en la medida que el Gobierno Nacional Colombiano y los grupos insurgentes, especialmente el ELN, no alcancen un acuerdo de paz o, al menos, un cese de hostilidades

Podrían ser la más afectada la región CABO LIMÓN-COVEÑAS (105.000 b/d aproximadamente) con serias implicaciones para la producción de crudo en ese país y para la garantía en cuanto al suministro de productos para el consumo interno colombiano. En el caso de la región del CATATUMBO, los derrames de crudo por posibles atentados guerrilleros tendrían repercusiones ecológicas graves. En lo que corresponde a la zona de BARRANCABERMEJAS, la agudización de atentados, como respuesta de la guerrilla a la aplicación del Plan Colombia, podría afectar la seguridad de las actividades de refinación. Solamente durante 1999, en Colombia se sucedieron unos cincuenta (50) atentados en contra de oleoductos. Hasta ahora, la guerrilla a mantenido la política de atacar solamente oleoductos y las instalaciones de refinación, las cuales en caso de voladura requerirían mucho más tiempo e inversión para su recuperación, no han sido todavía consideradas como objetivos por los grupos armados irregulares. Estos, conscientes de la gravedad que implicaría atentar contra infraestructura de procesamiento refinación y sus consecuencias para el país las han dejado exentas de ataques.

Finalmente, la región del Putumayo –controlada mayormente por los frentes 32 y 48 de las FARC-, aunque no tiene una producción significativa (9.182 b/d, aproximadamente), podría también verse afectada por distintos motivos. Esta zona aun cuando contribuye con el sector petrolero de la economía colombiana, es también la principal zona productora de coca.

En el caso venezolano, la posible agudización de atentados guerrilleros a instalaciones petroleras podría afectar estructuras de importancia estratégica para el país como son que se hallan ubicadas en el Estado Zulia y la salida del Lago de Maracaibo. Son de especial consideración, las instalaciones propias para la refinación localizadas en el estado Falcón para efectos de las actividades de exportación. También podrían verse afectadas, aunque con consecuencias menos traumáticas por la modesta producción de la zona, las actividades petroleras venezolanas en el eje Apure-Barinas. No obstante, la simpatía y cercanas relaciones que se le atribuyen al gobierno de (%=Link(«http://analitica.com/bitblioteca/hchavez/default.asp»,»Hugo Chávez»)%) con los grupos guerrilleros colombianos, podrían evitar la materialización de tales consecuencias.

La posible razón por la cual los grupos insurgentes agudizarían sus acciones bélicas en contra de la infraestructura petrolera de los países vecinos, sería con el objeto de hacer que los gobiernos de esas naciones presionen al colombiano para que desactive el Plan.

Asimismo, la agudización de saboteos y atentados en contra de instalaciones petroleras colombianas, llegaría a tener entre sus principales consecuencias la anulación parcial o total de la capacidad de producción de ese país; lo cual en ambos casos convertiría a esa nación en una importadora neta de petróleo. Previsto hasta ahora para el 2007. Esto sucede en un tiempo especial en el cual Colombia tiene entre sus preocupaciones energéticas, como se indicó, el desgaste de sus yacimientos estrellas, Cusiana (400.000 b/d) y Cupiagua, y accidentadas posibilidades de éxito en las nuevas exploraciones que adelantan la Occidental Petroleum u OXY y la British Petroleum (campos de Niscota y Samoré respectivamente) y el desestímulo de la inversión petrolera extranjera debido al clima de inestabilidad política y social en esa nación.

En tal sentido, resulta conveniente, revisar la totalidad de las posibles consecuencias que en el ámbito petrolero podría tener el Plan Colombia para ese país y para Venezuela. En una primera aproximación, encontramos que una impresión inicial es que Venezuela, por su cercanía y reservas petroleras, debería ser la principal opción de suministro. Sin embargo, la situación petrolera nacional de Venezuela, pese a sus proyectos de expansión de la producción, resulta un indicador de la posible incapacidad de este país para auxiliar al gobierno de Bogotá en materia petrolera en el corto plazo.

A la fecha, Venezuela, se encuentra produciendo por debajo de la cuota que asumiera producto de los acuerdos (%=Link(«http://www.opec.org/»,»OPEP»)%) (unos 2,9 millones de b/d), debido a que su capacidad actual no le permite alcanzar la asignación de producción de crudo asumida, pese al último recorte.

Ante tal escenario petrolero venezolano, las opciones de suministro de Colombia en el ámbito regional parecieran no ser muchas y las distancias que significan importar crudo y productos de la región del pacífico (posiblemente Indonesia) o del Medio Oriente se traducen posibles altos costos por efectos del flete.

De cualquier manera, el asunto del suministro petrolero colombiano, cualesquiera sean las vías por las cuales lo obtenga, debería ser también una preocupación de Venezuela. La condición de Colombia como segundo socio comercial de este país, después de EE.UU., debería hacerlo motivo de especial atención por parte del Gobierno Nacional Venezolano.

A tales efectos se recomienda fundamentalmente:

    La agudización de las medidas de seguridad y los esfuerzos de resguardo en las instalaciones petroleras venezolanas a nivel nacional, haciendo especial énfasis en aquellas del occidente nacional y en las más cercanas a la frontera colombo-venezolana.

    Estudiar en profundidad las implicaciones que para Venezuela tendría el cambio de Colombia de productor a importador neto y las alternativas de ese país en materia de suministro eficiente. Aunado a las repercusiones que en su presupuesto nacional, pudiera causar el gasto no tradicional en importación de energía.

    Alertar, aun bajo el supuesto de que el gobierno colombiano pudiera conocer de la situación, sobre la posibilidad del incremento de los atentados guerrilleros a instalaciones petroleras colombianas motivados por la aplicación del Plan Colombia.

    Propuesta a Colombia de la posible creación de una comisión especial colombo-venezolana para el estudio profundo de las probables implicaciones de la aplicación del Plan Colombia en materia petrolera.

E-mail:(%=Link(«mailto: [email protected]»,»[email protected]»)%)

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