Cómo crear un portafolio de inversión
Por Basil Bellorín
Rendivalores/@Rendivalores
Un portafolio de inversión es una combinación de activos financieros en los que una persona tiene su dinero, el cual está compuesto por instrumentos de renta fija (bonos), de renta variable (acciones) o una combinación de ambos.
Los instrumentos de renta fija suelen asegurar un retorno determinado al momento de invertir pero normalmente con una ganancia menor a la de uno de renta variable, que aunque no asegura un retorno fijo, puede generar una ganancia mucho mayor. La consolidación de un buen portafolio de inversión permite diversificar y por lo tanto minimizar las posibles pérdidas que pudiera tener.
El ejemplo más simple de diversificación lo observamos en el popular dicho “no pongas todos tus huevos en la misma canasta”, ya que si se te cae se romperán todos, por el contrario si los colocas en distintas cestas y una de ellas se te cae aún tendrás varios huevos con los que contar.
En este ejemplo, los huevos son el dinero y las canastas las distintas inversiones que puedes llegar a realizar. Si colocas todo tu capital en acciones de una misma empresa, por ejemplo, y esta se va en picada, lo mismo pasará con su capital. En contraposición, si lo colocas en acciones de diferentes empresas, la pérdida que te genere una de ellas puede ser compensada con la ganancia en otra, siendo esta es una de las mejores maneras de minimizar el riesgo.
Si un individuo que está iniciándose en el mundo bursátil tiene dudas sobre la construcción de su portafolio de inversiones, puede recurrir al uso de los servicios de una institución financiera o de un asesor que ofrezca servicios de gestión de cartera y que, dependiendo del perfil de riesgo que posea el inversionista, estructurará el portafolio de forma diferente.
Estos se pueden clasificar en 3 grandes grupos:
• Conservador: Este tipo de inversionista se caracteriza por su aversión al riesgo. Valora mucho la seguridad y suele irse por lo seguro. Prefiere las inversiones que le reporten ganancias fijas o previsibles como los depósitos a plazo fijo en divisas estables como el dólar, por lo que un gran porcentaje de su portafolio está constituido por renta fija.
• Moderado: Busca obtener buenas ganancias, pero sin asumir un riesgo elevado. Su portafolio suele estar equilibrado entre renta fija y renta variable.
• Agresivo: Este tipo de inversionista tiene muy poca aversión al riesgo y su objetivo principal es obtener la mayor ganancia posible. El portafolio de este inversionista suele tener un mayor porcentaje de renta variable que de renta fija y con activos de mayor riesgo como opciones y futuros.
Sea cual sea la forma en que se estructure su portafolio, lo importante es que logre obtener un equilibrio entre riesgo y ganancia según su perfil de inversión. Cabe destacar que es importante que cada cierto tiempo revise la composición de su portafolio, para adaptarse a las fluctuaciones que pueda presentar el mercado pero sin hacer cambio bruscos en el proceso.
