Economía

Cumbre sobre Desarrollo Sostenible perpetuará la pobreza

Londres (AIPE)- La Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible se reunirá desde el 26 de agosto al 4 de septiembre en Johannesburgo, Sudáfrica. Supuestamente el objetivo de los activistas, burócratas y políticos que tomarán parte es proteger las especies y el ecosistema, para lo cual defenderán y promoverán el principio de precaución. Su lema es que tenemos un sólo planeta y no podemos ponerlo en peligro.

A primera vista, el “principio de precaución” parece razonable para evitar riesgos, pero es en realidad la antítesis de la ciencia, aprovechado por quienes se ganan la vida asustando a los demás y quienes mantienen que la mera posibilidad de que alguna nueva tecnología cause daño es suficiente para prohibir su utilización. Resulta razonable ver antes de saltar, pero si nadie hubiera saltado seguiríamos viviendo en las cavernas.

Mi principal preocupación es que ese principio está siendo exportado por las naciones ricas a las más pobres, especialmente a través de esta Cumbre y tendrá consecuencias fatales para la humanidad. El principio de precaución es presentado como una regla para la toma de decisiones en situaciones de incertidumbre, pero en la práctica se trata de imponer restricciones arbitrarias al uso de nuevas tecnologías, tanto de productos como de procesos y servicios.

lgunos interpretan el principio como una prohibición de utilizar toda innovación hasta tanto se compruebe que será inofensiva. Eso es imposible de lograr y que las Naciones Unidas tome la bandera del principio de precaución está resultando muy problemático. Los defensores del principio sugieren que su aplicación sea abierta, informada, democrática y que deben incluirse a todas las partes afectadas en la toma de decisiones. Esto también suena bonito, pero la realidad es que los acuerdos internacionales que incorporan el principio de precaución no han sido el resultado de procesos democráticos. Es más, muchos países que no cuentan con los fondos ni el capital humano necesarios para evaluar las consecuencias de tales acuerdos internacionales están en franca desventaja y pueden terminar siendo víctimas de tales acuerdos.

La experiencia nos indica los peligros de la adopción del principio de precaución por parte de naciones en desarrollo:

– Temores acerca de los trihalometanos creados por la clorificación del agua y que son carcinógenos en las ratas contribuyeron a que el gobierno peruano dejara de usar cloro en el agua potable, causando una epidemia de cólera en 1991 que mató a miles de personas, extendiéndose la enfermedad a otros países y afectando a millones de suramericanos. Tales compuestos químicos en el agua potable jamás han matado a nadie. Es la dosis lo que produce el veneno y la clorificación del agua deja minúsculos rastros, sin relación alguna a dosis masivas que producen cáncer en las ratas.

– En muchas zonas del Africa no hay servicio eléctrico, pero se le están poniendo trabas a plantas nucleares que introducen una nueva y más segura tecnología de escala reducida debido al rechazo internacional de antiguas tecnologías nucleares.

– En el golfo de Combay, en la India, miles de barcos oxidados son encallados en la arena y desarmados por unos 40 mil trabajadores. Esa chatarra barata es reciclada y utilizada por fábricas de la India. Los ambientalistas en lugar de aplaudir esa iniciativa están presionando a los gobiernos para que impidan que eso se haga. La utilización de diques secos sería extremadamente costosa, pero los ambientalistas argumentan que se trata de un proceso peligroso y potencialmente dañino para el medio ambiente. Sí es un trabajo peligroso, pero esos trabajadores ganan mucho más que en la agricultura y están dispuestos a asumir los riesgos. Y se debe dejar que la gente de la localidad decida sobre las ventajas y desventajas de ese trabajo.

– El peor ejemplo de la equivocada preocupación occidental es el uso del DDT para combatir la malaria.

En la Cumbre de Johannesburgo, el principio de precaución será especialmente aplicado a las discusiones sobre intercambio comercial. Los ambientalistas quieren imponer que los acuerdos ambientales multilaterales estén por encima de las decisiones de la Organización Mundial del Comercio e insisten en revertir el cargo de la prueba. En otras palabras, pretenden que el país importador pueda rechazar la importación sobre la base que no cumple con los acuerdos ambientales multilaterales, inclusive cuando el país exportador no sea firmante de tales acuerdos.

Todas las aplicaciones del principio de precaución perjudicarán probablemente a los países en desarrollo, pero eso no le importa mucho a los verdes.©

* Director del International Policy Network y editor de “Perilous Precaution”
(%=Link(«mailto:www.scienceforum.net»,»www.scienceforum.net»)%)

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